Mañana en Luz y Fuerza

Hermanos en sangre y arte

Ramiro y Varinia Zelko mostrarán las canciones que integran su primer disco, “Canta la tierra”, junto a algunos temas nuevos.

Hermanos en sangre y arte

Hijos del cantautor esperancino Carlos Zelko, y habituados a tocar juntos, en 2001 le dieron forma a su proyecto de dúo.

Foto: Gentileza producción

 

Ignacio Andrés Amarillo

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Mañana desde las 21.30, en la sala Juan Arancio del Teatro Luz y Fuerza (Junín 2957), Ramiro y Varinia Zelko presentarán su primer disco, titulado “Canta la tierra”, conformado por un repertorio de folclore argentino y latinoamericano, siguiendo la línea de la presentación que ya realizaron en su ciudad natal, Esperanza.

El Litoral dialogó con los artistas para adentrarse en su presente y futuro.

—¿Qué se va a escuchar en este concierto?

Ramiro: —Vamos a tocar los temas del disco y algunos relativamente nuevos: el disco lo tenemos grabado desde el año pasado; pudimos hacer la edición este año.

Varinia: —Es un resumen de los temas que fueron quedando de un recorrido bastante largo.

Ramiro: —Y otros que se armaron para grabarlos. Hay temas que se fueron modificando y quedaron.

Varinia: —Temas que ya ahora están modificados (risas). No son tan tocados, por ahí: es una forma que tenemos de no elegir hits.

Ramiro: —Tenemos un concepto estético muy claro entre los dos, nos resulta fácil compartir temas a la hora de elegirlos, de cómo tocarlos. El disco nos sirve como carta de presentación para salir a tocar: es como una manera de explicar que sos músico.

Varinia: —Es un cierre y un punto de partida, ese doble juego.

—¿Y qué estarían cerrando?

Varinia: —Un recorrido de canciones que hemos tocado, y a partir de ahora se puede trabajar con eso e incorporando otras cosas.

De a dos

—Obviamente ustedes se conocen de toda la vida. ¿Cuándo comenzaron como dúo?

Ramiro: —Nosotros ganamos un concurso en el Pre Diamante en 2001, y ahí medio que definimos la cosa. Nos presentamos medio jugando y lo ganamos, ahí lo formalizamos: a laburar y generar un repertorio definido. Antes de eso tocábamos un tema o dos, o a mí se me ocurría algo y le decía “cantá esto”.

—¿En casa o en los escenarios?

Varinia: —Donde se podía: en peñas, festivales, los asados...

Ramiro: —De antes vengo como guitarrista de mi viejo, entonces por ahí la invitábamos a Varinia y hacíamos alguna cosa juntos.

—En dúo vos tenés que sostener todo el arreglo...

Ramiro: —Yo disfruto de tocar solo, intentar orquestar con la guitarra. Me gusta más que trabajar en un grupo.

—Por ahí también les exige un repertorio que se adapte a este formato.

Ramiro: —Más o menos: grabamos el “Huayno del diablo” con guitarra y bombo. Es un tema de Fandermole que es bien de banda...

Varinia: —¡Con batería!

—Es como arreglar al revés, para menos...

Varinia: —Es que menos es más (risas).

Ramiro: —Agotar todo lo que se pueda hacer con eso. Lo que es seguro es que también siempre tratamos la raíz, la cuestión rítmica. Tiene que sonar a folclore.

Varinia: —Por más que haya otras músicas o algunas otras influencias.

Ramiro: —Sería interesante que la música argentina tenga una identidad. Vos escuchas música brasileña y por ahí no sabés si es samba, si es bossa, pero te jugás la cabeza que es brasileña.

Varinia: —Pasó con el tango, pero no así con la parte rural de la Argentina.

Ramiro: —El tango está definido como estilo, se toca en todo el mundo. La música española también se identifica. Estaría bueno que digan “no sé si es chacarera o un gato, pero esto es argentino”.

Al continente

—Ustedes también abrieron las puertas al folclore latinoamericano.

Ramiro: —Lo tomamos con el mismo respeto.

Varinia: —Aparte la cuestión rítmica está súper emparentada: lo que es Perú, Chile, hay como una cosa bastante similar.

Ramiro: —Elegimos mucho por autores: está Perú por un tema de Chabuca Granda, Chile porque queríamos hacer un tema de Violeta Parra.

Varinia: —Y es algo que hemos escuchado desde siempre.

Apertura

—¿Qué esperan comenzar en la nueva etapa?

Varinia: —Salir un poco más y dar la vuelta al mundo (risas). El disco te ordena, le da una formalidad.

Ramiro: —Es como que trabajamos sobre algo. Vos hacés un repertorio, y al tiempo a algún tema lo dejás de tocar, y se pierde. Grabando está ahí, aunque lo dejes de tocar es un buen (o mal) recuerdo.

—¿Hay algún género al que quieran abrirse?

Ramiro: —Queda mucha búsqueda dentro del folclore argentino. Ahora estamos tocando tangos.

—Han tocado música brasileña...

Varinia: —Sí, fundamentalmente bossa... A mí por el teatro me ha tocado cantar otras cosas, pero uno le pone el foco a lo que más maneja. Pero siempre que puedo hacer otra cosa me interesa.

Ramiro: —Grabamos hace poco “Blackbird” de los Beatles, para un espectáculo de danza, en guitarra y voz.


Título

—¿Cómo eligieron el nombre del disco?

Varinia: —“Canta la tierra” es un tema de Reynaldo Sietecase y Carlos Zelko, nuestro papá. No lo elegimos tanto por el tema, sino porque la frase dice muchas cosas: esa idea de cantar las raíces.

Ramiro: —La mayor parte del repertorio tiene que ver con eso, con la tierra.

Varinia: —Habla de personajes, de paisajes. El tema es una vidala que hice un poco versionada (risas): era de un espectáculo que hacía mi viejo con una gente de Rosario, estaban Martín y Mario Sosa, también; era sobre los desalojos rurales y el Grito de Alcorta.