Desde San vicente al país

La cosechadora, un símbolo de fierro

/// el dato

Al cumplirse los 50 años de la primera Fi.Na.Co., se cruzan los balances de la historia con los sueños de crecimiento reflejados en esas máquinas que, cada vez más, recolectan el esfuerzo productivo de nuestro campo.

 

Campolitoral

[email protected]

San Vicente es sinónimo de cosechadoras. Desde su génesis, la localidad estuvo fuertemente ligada a los implementos agrícolas. Ya en 1921, Juan y Emilio Senor hicieron historia, confeccionando la primera trilladora.

A partir de allí, la localidad vivió ligada a los vaivenes de la industria nacional. Con buenas y malas, llegando a tener 24 fábricas en actividad, aunque hoy en día, Bernardín se esfuerza por mantener vivo ese legado, luego de atravesar una de las crisis más duras de su historia.

“En los comienzos, el trabajo era a prueba y error, compartiendo mano a mano la trilla con los colonos, corrigiendo en el mismo campo los defectos de aquellas primeras máquinas”, le confió a Campolitoral la hija del fundador de esta fábrica emblemática. “Recuerdo mi infancia subiéndome a esas primeras máquinas que mi padre elaboraba”, rememora la hija de Andrés Bernardín. “Hijo de inmigrantes italianos, a base de ingenio y esfuerzo, Don Andrés, llevó adelante la fábrica por más de 25 años. En sus tiempos este hombre fue un verdadero revolucionario de las técnicas de cosecha con múltiples invenciones, algunas de las cuales, como el cabezal maicero, han tenido vigencia hasta nuestros días en todo el mundo”, dicen en la página web.

Factor aglutinante

Sin dudas, la continuidad de la fiesta y el éxito de la misma se sustenta en el trabajo desarrollado por el club Brown. Para Daniel Bianchiotti, presidente de la entidad, “es una emoción muy grande en estos días, ver la magnitud que ha tomado la Fi.Na.Co. y eso enorgullece a todos los directivos del club. Uno se remonta a aquellas primeras ediciones, en las que venía el presidente (ver pág.9), era algo importantísimo para la zona y la provincia”, destaca.

Para Bianchiotti, la fiesta nació muy grande, ya que en esa época había 24 fábricas radicadas en la localidad. “con sólo ver el predio con toda la maquinaria, sumado el tema de la ganadería cerramos el círculo; estamos armando una de las fiestas más grandes del país”, dice el dirigente, quien agrega que el año pasado tuvieron cerca de 55.000 personas, aunque este año la muestra creció un 30 % más, con la presencia de 300 empresas y la jura ganadera, que ya es un éxito, porque es algo inédito para un club social y deportivo.

Para lograrlo, invirtieron en flamantes instalaciones que componen un nuevo galpón, tribunas y una pista. Con la presencia de 15 cabañas y más de 100 animales presentes, “se están abriendo las puertas de un evento sin igual”.

El Club tiene un departamento de ayuda económica con capital propio, sin depósitos de terceros, con crédito atomizado, muchos socios tomando créditos a bajo costo, un departamento inmobiliario con departamentos en Carlos Paz para comercializar y para el Bingo. En el aspecto social y deportivo, cuentan con más de 700 chicos en muchas disciplinas, como básquet, rugby y tenis. Además, suman 150 chicos becados “para que hagan deporte y no estén en las calles”, aclara.

“En 2003, cuando retomamos la fiesta, dijimos que queríamos hacer algo distinto, ésa fue la idea que se propuso: no encasillarnos en una muestra de maquinaria, sino que quisimos incluir a la familia. Hoy tenemos el sueño cumplido, ya que tenemos a todas las marcas que se comercializan en el país presentes en la expo, y con 28.000 m2 vendidos al aire libre. Eso marca el crecimiento y el apoyo por parte de los expositores y del público”, explica Bianchiotti. “Invertimos año a año en grandes reformas: calles ripiadas para transitar en la expo, sanitarios nuevos de primera calidad, instalaciones nuevas para la ganadería, etc., además de espectáculos artísticos de primer nivel”, finalizó.

Contratistas de vocación

El Centro de Contratistas de Máquinas Agrícolas de San Vicente, es una asociación civil sin fines de lucro que nuclea a socios contratistas y productores agropecuarios de la localidad y de la región: Angélica, Cañada Rosquín, San Martín de las Escobas, Sastre, María Juana, Zenón Pereyra, Sa Pereira, Santa Clara de Buena Vista, Villa Constitución, San Lorenzo y otras. Según José Turino, presidente de la entidad, la institución es la continuidad de lo que otrora fuera el “Club de Maquinistas de San Vicente”, entidad pionera en aquellos años (1950-60) de la defensa de los intereses de los contratistas. “El CE.CO.M.A. cobró vida como institución legalmente constituida en el año 1989, por un grupo de contratistas, la mayoría hijos o familiares directos de aquellos que iniciaron la actividad en San Vicente”, agrega. Cuenta con una oficina para la atención de todas las cuestiones que demanden los asociados: permisos de tránsito nacionales y de diferentes provincias, asistencia en costos de cosecha, seguros automotores y de índole agrícola, base de datos de gente que busca empleo (conductores de máquinas cosechadoras, tractores, etc.) y cualquier otra cuestión que resultare menester en lo referente a la demanda de cada socios en aspectos de su actividad. Todos los años realiza el “Encuentro Familiar, día del Contratista de Trilla”, celebrado el último día de septiembre de cada año, en cuyo marco se destaca la trayectoria de socios en particular y otras cosas inherentes a la parte social, teniendo como objetivo fomentar la amistad y compañerismo entre los asociados, amigos y familiares.

En los últimos 8 años, Ce.Co.M.A. ha duplicado la cantidad de sus asociados, ya que en el año 2001 la institución contaba con un número de firmas asociadas (empresas y particulares) que no superaba los 40. Actualmente la entidad cuenta con una masa societaria que supera los 80 socios. Dentro de ese número se agrupan alrededor de 250 máquinas cosechadoras y otro número similar de tractores, vehículos que componen el trabajo esencial realizado en el campo por los socios, a lo que se le puede sumar un número indefinido de accesorios agrícolas, tales como: sembradoras, carros tolvas, tanques y demás como asimismo las irremplazables pick-ups. “El fin que persigue nuestra institución es no sólo la defensa de los intereses de sus asociados sino el compromiso con la sociedad, ya que, de la marcha de nuestra actividad depende el funcionamiento pleno del motor de la economía del país y sus principales fuentes de empleo”, define Turino.

Pasado y presente, historia y futuro. La Fi.Na.Co. es, 50 años después, una sólida apuesta a la vocación productiva de Santa Fe.


/// el dato

Maquinas por habitante

Según un estudio realizado por la firma alemana CLAAS, San Vicente es, en relación de habitantes, la que mayor cantidad de máquinas cosechadoras concentra en el mundo entero.

 

 
/// el dato

Ayer y hoy. Un domingo 18 de septiembre de 1960, El Litoral de Santa Fe llevaba en su tapa la foto con la cobertura de la llegada del presidente de la Nación Arturo Frondizi a San Vicente, para celebrar la apertura de la primera Fi.Na.Co. El gobernador de la provincia, Dr. Carlos Silvestre Begnis, quien había ejercido la medicina en el campo, también fue parte de ese proceso que la historia denominaría “desarrollismo”. Tal vez el último intento de fomentar el crecimiento de la industria nacional a través de una política de Estado a largo plazo.

El gesto sería repetido por Arturo Illia, para clausurar luego el apoyo manifiesto a las fábricas de San Vicente. Si bien unas pocas sobrevivieron, el legado que dejaron esos pioneros amantes de los fierros sigue más vivo que nunca. Estuvimos entonces y estamos ahora, reflejando en nuestras páginas el trabajo de esta gente, verdadero motor de nuestra economía.

“En 2003, cuando retomamos la fiesta, dijimos que queríamos hacer algo distinto, ésa fue la idea que se propuso: no encasillarnos en una muestra de maquinaria, sino que quisimos incluir a la familia”.