Inédita jornada en Santa Fe

Todas las claves para encarar la próxima campaña sojera

CAMPO_P4-5_B.JPG

Broche de jerarquía. El gobernador Hermes Binner compartió la mesa de cierre con el presidente de Ciasfe, Armando Ferruzzi, y el vice Gerardo Severín.

Foto: Juan Manuel Fernández

Malezas, enfermedades y manejo se analizaron en detalle. Participaron destacados profesionales y académicos. El gobernador Hermes Binner resaltó el potencial del sector y el ministro Bertero llamó a preservar el suelo.

 

Juan Manuel Fernández

[email protected]

Con la campaña 2010/11 a punto de largar, el Colegio de Ingenieros Agrónomos de la provincia y la división eventos de TodoAgro convocaron a los principales referentes del ámbito profesional y académico para brindar una jornada de actualización técnica el último martes 7 de septiembre en la ciudad de Santa Fe.

Especialistas de la talla de Margarita Sillon, Héctor Baigorri, Juan Carlos Papa, Juan Carlos Gamundi y Eleodoro del Valle brindaron las últimas novedades en cuestiones de manejo, enfermedades y plagas. También estuvieron presentes el ex titular de Acsoja y gerente de investigación de soja de Nidera, Rodolfo Rossi, quien brindó un pantallazo sobre el futuro del mercado mundial de la oleaginosa; así como el doctor Miguel Rapela, director ejecutivo de ASA (Asociación de Semilleros Argentinos) y Arpov (Asociación Argentina de Protección de Obtenciones Vegetales), quien informó sobre las modificaciones a la ley de semillas acordadas en la Conase (Comisión Nacional de Semillas).

En la apertura, el Ministro de la Producción, Juan José Bertero, reconoció la importancia que tiene el cultivo, pero llamó a los agrónomos a no dejarse llevar por “la rentabilidad a corto plazo” en detrimento del suelo, en tanto “recurso no renovable”. También señaló que la superficie para soja “está al límite” en la provincia y que “hay normas que están siendo revistas” para evitar actividades en zonas no aptas que luego derivan en recurrentes declaraciones de emergencia.

Del cierre participó el gobernador Hermes Binner, a quien Armando Ferruzzi y Gerardo Severín, presidente y vice del Colegio de Ingenieros Agrónomos de Santa Fe, le solicitaron “un fuerte apoyo” para que en la Legislatura se sancione “la mejor ley de productos fitosanitarios” que permita producir en un ambiente sano. El mandatario evitó manifestarse al respecto y se limitó a resaltar el potencial de la cadena frente a los pronósticos de crecimiento en la demanda mundial.

Los bichos y el ambiente

El primero en la lista de expositores fue Baigorri, director por 18 años de la Recso (Red de Evaluación Nacional de Cultivares de Soja). “No estamos alcanzando los techos de rendimiento posible”, le dijo al centenar de técnicos presentes. Luego remarcó los “dos aspectos centrales para planificar la campaña”: “cómo lograr” el rinde buscado y “cómo defenderlo” de las amenazas climáticas o biológicas.

Sobre el primer aspecto, Baigorri aseguró que “es el agua, ya sea de napa o lluvia, y no el suelo” lo que más incide en la variación de rindes entre campañas, que pueden oscilar entre 10 y 40 quintales por hectárea. Esta —aseguró— es la clave para elegir variedades y fecha de siembra. También advirtió que “no se pueden armar planes de siembra según pronósticos climáticos”, y recomendó “medir muy bien el agua hasta los 2 metros de profundidad”.

Datos recabados en Marcos Juárez dieron cuenta de una pérdida de 10 quintales con una siembra temprana sin adecuada humedad; mientras que con agua suficiente se logró un piso de 30 quintales. Para los grupos III largo y IV corto “el techo de rendimiento está (sembrando) en septiembre y no en octubre o noviembre”, precisó.

Por otra parte, Gamundi se refirió al Manejo Integrado de Plagas (MIP) y se planteó “¿cómo contar insectos con hileras cada vez más estrechas y siembras de segunda con mucho rastrojo”? Afirmó que el paño vertical es la técnica más apropiada para medir las desfoliadoras tempranas como oruga bolillera, aunque lo importante es definir “el momento crítico”, que ubicó entre R3 y R6, ya que la planta tiene gran capacidad de recuperación en estado vegetativo.

El experto del INTA Oliveros remarcó la importancia de tener en cuenta el Índice de Área Foliar (IAF), que consiste en la superficie de hoja que hay en un metro cuadrado, para tolerar cierto grado de desfoliación. “Hasta 20% de desfoliación no hay pérdida de rinde”, afirmó. Además enumeró algunos factores que derivan en un bajo IAF como bajas densidades, deficiencia hídrica o de nutrientes o mala inoculación, entre otras.

Sobre chinches, advirtió que las ninfas en 4º y 5º estadío “pican igual que un adulto” y que el período crítico se da entre R4 y R6. Y también habló de trips, predominantes en años secos y capaces de afectar el 50% la tasa de fotosíntesis, que pueden disminuir hasta 18 quintales el rendimiento. Por la dificultad para detectarlos, para conocer el umbral se necesita arrancar una planta y darla vuelta: “si las hojas de abajo está plateadas y arriba hay 15 trips por hoja” es el momento de controlarlos.

Malezas y MOR

Otro experto de la misma dependencia, Juan Carlos Papa, apeló a un simpático estilo de presentación para mostrarles a los asesores cómo la pereza o la falta de atención puede acarrear serios problemas con las malezas. Reiteradamente les sugirió “bajarse de la camioneta” para caminar el lote y detectar a tiempo el problema, para poder solucionarlo en forma eficiente y económica.

Los campos arrendados y el mito de que todo es controlable con agroquímicos fueron dos ejes importantes de su exposición. “Entrar tarde al lote” es sinónimo de arrancar con el problema, por lo que sugirió que “hay que hacer números de lo que se llevó la maleza y descontárselo al dueño”. Incluso mencionó que “5.000 plantas de maíz guacho se llevan 14 quintales de rinde”.

Por otra parte desmintió que exista “alternativa química para resolver todos los problemas”, creencia que causa “grandes problemas por abandono del lote”. Para evitarlo es indispensable el monitoreo permanente, incluso en invierno. “Las malezas de invierno se mantienen pegadas al suelo en forma de roseta y no se ven desde la chata”, provocó.

Margarita Sillon, fitopatóloga de la UNL, se refirió a la enfermedad del momento: Mancha Ojo de Rana (MOR). “Podemos decir que es una “mini roya’ por la atención que generó”, aseguró, aunque la diferencia es que “sabemos que nos está esperando en el lote”. Y es que la mayor cantidad de inóculo permanece en el rastrojo, por lo que con más cobertura sube el riesgo. Sin embargo la principal amenaza son las reinfecciones, que se producen con temperaturas mínimas de 20º. Aunque aclaró: “al principio la temperatura puede controlar la epidemia, pero a partir de marzo ya no porque hay mucho patógeno”.

La especialista desaconsejó “tomar recetas únicas” y en cambio propuso tener “paquetes de estrategias”. Por ejemplo, si la MOR se anticipa al estado reproductivo, como ocurrió la campaña pasada, “un triazol con estrobirulina en R1 anda bien, no es necesario esperar a R3”. Pero incluso puede aparecer antes, por lo que sugirió “manejarse con monitoreo para tratar de llegar lo más cerca posible de R1”.


Baigorri advirtió que “no se pueden armar planes de siembra según pronósticos climáticos”, y recomendó “medir muy bien el agua hasta los 2 metros de profundidad”.

 
CAMPO_P4_5_APERTURA.JPG

El cuco. En la última campaña los lotes afectados por Mancha Ojo de Rana perdieron entre 15 y 60% del rinde proyectado.

Foto: Archivo

Juan Carlos Papa desmintió que exista “alternativa química para resolver todos los problemas”, creencia que causa “grandes problemas por abandono del lote”.