TRANSITO

Menores en peligro

Por necesidad o por imprudencia, los más chicos quedan expuestos a sufrir accidentes.

Cartones, papeles y botellas forman parte del botín que buscan los cirujas, cuando el microcentro calma su ritmo vertiginoso. A la tardecita, los carros tirados por caballos o por bicicletas irrumpen en las calles, sumando inconvenientes al complicado tránsito de esa hora. Con frecuencia se observan niños trepados a los carros, que bajan y suben buscando bolsas o que tiran las riendas mientras sus padres eligen qué llevar. Desde mayo, el municipio les permitió adelantar el horario para ingresar al centro y ahora pueden hacerlo a partir de las 19.30, pero sin niños. En la práctica esto no ocurre, simplemente porque a veces no tienen con quién dejarlos y, además, son una ayuda durante la recolección.

Los niños sin casco en las motos es otra situación de riesgo que se ve con frecuencia en las calles. En 2009 se labraron 35.826 multas por conducir moto sin casco (conductor y/o acompañante). El año anterior, estas multas fueron 29.900.

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Mal ejemplo

Pese a los controles realizados por la Municipalidad, es común ver motociclistas sin casco. Lo más preocupante es cuando no sólo ponen en riesgo su propia vida, sino también la de los menores que los acompañan.

Foto: Pablo Aguirre

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Riesgo durante la noche

Pobreza e inseguridad suelen ir de la mano. Los bici-carros que utilizan algunos cartoneros ya forman parte del paisaje urbano. Mientras los padres recogen basura, los niños los acompañan, casi siempre durante la noche.

Foto: Flavio Raina

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Postal cotidiana

Los carros tirados por caballos se han convertido en una postal de las grandes ciudades. Son la imagen de la pobreza y, además, un castigo para los animales que transitan en condiciones deplorables. Los niños suelen acompañar a sus padres, en medio del caótico tránsito urbano. Foto: Pablo Aguirre