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Ser huarpe y criar llamas

¿Cómo y dónde viven los huarpes en la Argentina? ¿Están aislados o conviven en las ciudades? ¿A qué se dedican? Con la entrega de llamas de parte del gobierno de San Luis, la comunidad ahora cuenta con otro animal para desarrollar su sustento.

TEXTO. REVISTA NOSOTROS. FOTOS. GENTILEZA MINISTERIO DEL CAMPO DE SAN LUIS.

 

Pascuala Carrizo Guakinchay nació en La Represita, San Luis, el lugar geográfico donde se ubica la comunidad huarpe. Luego de vivir en el lugar, Pascuala cambió su residencia por la ciudad capital de San Luis, para encargarse de las gestiones entre el gobierno provincial y su comunidad. “Si no tuviera esta tarea emocionante, que me permite conseguir mejores condiciones para mi familia, estaría viviendo en la Zona”. La Zona Huarpe -o La Represita- está ubicada en Guanaché, al oeste de la provincia.

Los huarpes son actualmente una población de alrededor de 500 personas, constituidas en 48 familias. Se llaman a sí mismos una gran familia, y lo son. Viven en el campo, abocados a la crianza de ovejas, cabras, aves de corral y a la producción de artesanías en barro y cuero como medio de subsistencia. Aplican técnicas que heredaron por generaciones como el hilado y tejido de las fibras, para luego comercializar sus productos en los pueblos aledaños.

Con gran dolor, cada año algunas familias se ven obligadas a dejar su casa en la Zona para acompañar a sus hijos que empiezan a estudiar en los pueblos o ciudades. “Hay que elegir entre quedarte, separándote de tus hijos, o acompañarlos al pueblo hasta que se independicen, y volver recién después de unos años”, lamenta la ahora funcionaria, mientras cuenta: “A las chicas jóvenes hay que protegerlas con más cuidado cuando salen del campo y se insertan en la ciudad”, por un tema de seguridad para ellas.

SUSTENTO Y TURISMO

Este año, el Ministerio del Campo de San Luis entregó a la comunidad 66 llamas para crianza: 60 hembras y 6 machos. “La gente está fascinada con las llamas. Son animalitos buenísimos, dóciles y de una gran belleza”, narra Pascuala. Ahora, tendrán que inmiscuirse en la tarea de su cuidado y posterior producción. “Más adelante, cuando se reproduzcan, las comercializaremos; hay muchos mercados por sondear. Pero no es algo nuevo para nosotros, estamos acostumbrados a convivir con los animales; los entendemos”, confiesa.

Además del aporte de nuevos animales, la provincia entregó materiales para vacunación y desparasitación, junto con la oportuna capacitación a la gente. Para la próxima campaña de vacunación se proveyó de bagomectina inyectable (antiparasitario), jeringas, agujas, y tópicos líquidos. Pascuala contó que, “en el caso de la vacunación, los que más se involucraron fueron los adolescentes”. La ejercitación se realizó en el mismo predio de La Represita, ya que si se trasladan, las llamas se estresan y desarrollan una especie de sarna.

El jefe del Subprograma Producción Pecuaria del Ministerio del Campo, Ricardo Fadón, aseguró que “durante la capacitación se buscó revalorizar sus antiguas costumbres, aunque aportando matices de actualidad. Subrayamos la importancia de conocer el manejo del plan sanitario de las llamas”.

Estos camélidos presentan multiplicidad de usos, entre los que la comunidad huarpe podrá elegir como medio de sustento. Se puede obtener su fibra para posterior hilado y tejido; su carne para el consumo; además de tener aptitudes como animal de carga, como mascotas y como atracción para el turismo.

DOS COMUNIDADES

El plan de proyectos productivos del Programa Producción Agropecuaria del Ministerio del Campo nació con el espíritu de potenciar a las comunidades huarpe y ranquel, relevar sus necesidades y fortalecer el manejo de sus recursos naturales autóctonos, en pos de una mejor la calidad de vida.

Así, las actividades productivas del Programa contemplan la producción para autoconsumo, como el autoabastecimiento tradicional: caprinos, ovinos, bovinos, aves de corral, artesanías en barro, cuero, madera, manejo del monte natural, y proyectos de autoabastecimiento no tradicional, incorporando crianza de llamas, ñandú, plantas medicinales, y amansamiento de caballos, entre otros.

En lo referido al manejo, desde el Programa también se desarrolla la asistencia técnica de los emprendimientos. Ésto incluye el mejoramiento del plan sanitario, brindar genética en ovinos, caprinos, bovinos, equinos, aves de corral; instrucción en apicultura y en huertas comunitarias.

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Viviendas y corrales

El gobierno provincial también destina fondos de obra pública para proveer a las comunidades de la infraestructura necesaria en estas tareas y para el mejoramiento de su calidad de vida. Para los huarpes, esto significó la edificación de corrales destinados a las llamas, la construcción del sistema de luz y agua, de doble cañería para el consumo, y agua cruda para los animales.

En el caso de los ranqueles, se compraron caballos criollos junto con el armado de cabañas para la crianza, amansamiento y venta de los equinos.

“”En breve vamos a tener viviendas dignas”, se emociona Pascuala, quien espera ansiosa con sus coterráneos la construcción de las casas de material, con energía eléctrica incluida.