Por fin, Unión ganó en otra cancha que no sea la suya...
Una novela: la vuelta al triunfo (afuera) en 380 días
Una muralla el “Changuito”. Más allá de los goles de Quiroga, el mejor de los refuerzos, hasta ahora, ha sido el “Changuito” Cárdenas. Ayer se cansó de sacar pelotas y fue otra vez determinante en el trabajo defensivo de los rojiblancos.
Foto: Télam
Desde hacía un año, las victorias de Unión se daban solamente en Santa Fe. Ayer, en un partido complicadísimo, se trajo tres puntos de oro que consuelan aquellas tres derrotas seguidas.
Alberto Sánchez
(Enviado especial a San Miguel de Tucumán)
Hacía 380 días que Unión no cosechaba tres puntos de visitante. Inexorablemente (y a veces inexplicablemente), desde hacía un año y dos semanas, cada vez que Unión jugaba fuera del 15 de Abril, a duras penas podía cosechar una igualdad. La última vez que el conjunto de la avenida había ganado de visitante fue cuando en Rosario, con goles de Gonzalo Saucedo y Ariel Cólzera, había vencido a Tiro Federal por 2 a 1, en la tercera fecha de la temporada 2009-2010 del torneo de la B Nacional.
Ayer, con un golazo de Jorge Velázquez a los 37 minutos del segundo tiempo, el elenco que dirige técnicamente Frank Darío Kudelka derrotó a Atlético Tucumán en el estadio Monumental José Fierro, que lució casi lleno de espectadores que, una vez que el árbitro Alejandro Castro decretó el final, pedían la cabeza de Enrique Hrabina, el entrenador del Decano tucumano.
Pero lo que hay que aclarar es que el desarrollo del cotejo estuvo lejos de parecerse a la exitosa novela del escritor francés Julio Verne publicada en 1872 “La vuelta al mundo en 80 días”. Los 95 minutos jugados por Unión en el jardín de la república se parecieron más a una película de suspenso escrita y dirigida por el exitoso cineasta británico Alfred Hitchcock.
Paradójicamente, lo que realizó ayer el conjunto de la avenida en Tucumán fue de lo más flojo en lo que va del campeonato. El primer cuarto de hora fue un monólogo local. Primero Battaglia (el primo del famoso) le ganó a Cárdenas y definió por arriba del travesaño con Limia sin chances; enseguida Correa se tiró de atrás y le “extirpó” la pelota a Chávez, que ya se aprestaba a enfrentar al arquero tatengue, quien minutos después, en una muy buena acción, cortó un peligroso centro del mismo jugador tucumano, que ya se perfilaba como la figura de la cancha.
Fue en esos momentos en que Frank Darío Kudelka se paró por primera vez tratando de ordenar a sus jugadores. Y es muy posible que sus palabras hayan dado resultado, porque el mediocampo rojiblanco se reordenó; Vidal se retrasó un par de metros, dibujando un triángulo con los marcadores centrales y achicando la brecha entre las líneas, pudieron controlar mejor a Pérez Tarifa, Battaglia y Chávez.
Pero el cotejo se “planchó”, ya no tuvo la emoción de los 15 minutos iniciales, pero el objetivo se estaba logrando, el local ya se estaba desesperando porque no encontraba la manera de entrarle a un Unión que se defendía bien, aunque no generaba nada en ataque.
Los últimos diez minutos de ese primer período volvieron a pertenecer al conjunto de Hrabina, y la más clara la tuvo Pérez Tarifa, al hacer sonar el travesaño luego de superar en el pique corto a Correa. Así terminó la etapa inicial, con Atlético buscando desesperadamente la ventaja, y Unión aguantando, ordenado tácticamente en defensa, sabiendo lo que tenía que hacer, pero sabiendo también que si se iba al vestuario perdiendo, era casi lógico.
“San” Jorge
Lo que le sucedió al local en el primer tiempo no era ni más ni menos que lo que otras veces le pasó a Unión, y que el mismo Kudelka expresó en varias ocasiones: “Durante muchos minutos de varios partidos dominamos el trámite y la pelota pero no pudimos concretar, y después lo terminamos lamentando”.
Y en la reanudación del compromiso en el Monumental siguió todo igual. A los 15 minutos, Chávez tuvo otra clarita, pero definió afuera con un remate fuerte entrando al área grande. Esa fue la última del muy buen delantero, ya que un rato más tarde, “Quique” Hrabina decidió, inexplicablemente, su sustitución por Héctor Álvarez. Casi simultáneamente, el técnico tatengue llamó a Jorge Velázquez para que reemplace a. a esa altura, un inexpresivo Pablo Pérez.
Entonces Velázquez jugó por la banda izquierda del mediocampo, pasando Gaitán a la derecha. Y ahí cambió el partido, aún con alguna oportunidad perdida por el elenco tucumano, como así también en una jugada que pareció penal de “Tarrito” Pérez a Pérez Tarifa, que Castro juzgó simulación del atacante, por eso la amonestación, cuando todos creían que había cobrado la pena máxima.
Los últimos instantes fueron de lo mejor del partido, porque Atlético buscó, por todos los medios, aunque sin muchas ideas, la ventaja en el marcador; y Unión, ya con el “Memo” Montero (entró por Rosales) auxiliando a Vidal en el centro del mediocampo, sabía tácticamente lo que estaba haciendo y buscando. Si el encuentro se cerraba en cero, era buen negocio, pero el local iba e iba, y los espacios para la contra eran cada vez más grandes.
Por eso, un potente tiro de Ramos desde el semicírculo que se estrelló en el caño horizontal de Limia, hizo que el equipo tucumano se “cebara”, se descuidó en una y entonces arrancó el contraataque tatengue. Entre Montero y Zárate armaron la jugada que derivó en Velázquez por izquierda, y cuando entró al área mayor sacó un remate impresionante que se coló bajo el travesaño, imposible para Ischuk.
Luego tuvo otra el local, a través de una media tijera de Ramos que Limia, de manera brillante, atajó abajo, a su derecha, después de picar un metro antes.
Así le puso punto final Unión a este periplo que duró 380 días. Se hizo rogar pero llegó el triunfo de visitante. El viaje que tardó un año y dos semanas en unir aquella noche en Rosario ante Tiro Federal, y la tarde de ayer en San Miguel de Tucumán frente a Atlético.
Limia (6): volvió a convertirse en el arquero sobrio, serio y, sobre todo, salvador en pelotas clave del partido, como una a los 30 min del primer tiempo a Chávez y otra a los 42 del complemento a Ramos.
Alejandro Pérez (5): en la primera etapa se lo notó muy complicado por la sociedad que hacían Chávez, Battaglia y las subidas de Tavio, en el segundo tiempo mejoró.
Correa (5): en lo que va del torneo todavía no llegó a exhibir el nivel de la temporada anterior, se lo nota lento, sin reacción, ayer Chávez lo llevó loco en los primeros 45 minutos, luego mejoró, al no salir a buscar tan arriba tratando de anticipar.
Cárdenas (6): en la etapa inicial le pasó lo mismo que al uruguayo compañero de zaga, pero en el segundo período fue un baluarte, resolvió un par de situaciones con mucha solvencia, no terminó diez puntos físicamente y casi se va reemplazado por Barisone.
Maidana (5): no estuvo tan cargado de trabajo como “Tarrito” por el otro sector, pero debió estar muy atento a las proyecciones de Pautasso, las que no le permitieron adelantarse en el terreno.
Pablo Pérez (5): sigue sin aparecer. Por momentos intentó juntarse con Rosales, pero la posición de Battaglia, muy cerca de la banda, y los arranques de Pérez Tarifa, lo obligaron a jugar muy abierto por derecha.
Vidal (6): su trabajo no se ve tan fácilmente, pero cumple una labor fundamental en el centro del mediocampo, la que agradecen sus compañeros, que es la de recuperar (algo más difícil que sólo quitar), por algo le dicen “Pulpo” al ex Boca y la CAI.
Gaitán (5): le pasó algo similar al “Fantástico” Pérez por el otro carril. Corrió mucho e intentó asociarse con Rosales.
Rosales (5): intentó ser la manija del equipo durante todo el partido, no se escondió nunca, pero fue muy bien controlado por los volantes de Atlético, salió reemplazado por Montero en un cambio táctico que resultó positivo para el equipo.
Zárate (6): no le quedó ninguna pelota con posibilidades de definir, pero tuvo participación en el gol y dejó hasta el alma en el campo de juego, aún en inferioridad física; fue muy aplaudido por la hinchada.
Quiroga (5): esta vez no pudo hacer prevalecer su juego aéreo, fue muy bien controlado por los centrales locales.
Velázquez (6): su entrada fue gravitante para la levantada de Unión, un acierto de Kudelka al ordenar su ingreso, además fue el autor del gol que definió el partido, con un zurdazo inatajable e inolvidable.
Montero (-): sin tener muchos minutos en cancha, fue importante para armar el doble cinco con Vidal, también participó en la jugada del tanto de Velázquez.
Pirchio (-): entró al final del encuentro por Quiroga, que estaba fundido, al igual que Zárate.
