Fontana, López y Silva expresaron su felicidad

El podio de la alegría

El podio de la alegría

Ganadores. Fontana, López y Silva levantan sus brazos ante los “fierreros” que coparon el callejero santafesino.

Foto: Pablo Aguirre

Tras la abrupta culminación de la carrera diurna, tanto el ganador como sus escoltas coincidieron en que fue un fin de semana positivo.

 

Ignacio Andreychuk

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Con varios cambios menos, ya serenos, aunque exhaustos, los pilotos que subieron al podio de la segunda carrera del TC 2000 en el callejero de Santa Fe brindaron su opinión respecto de la competición.

El primero en hablar fue Norberto Fontana, quien lideró la jornada a bordo de su Ford Focus. “Me da una alegría enorme el haber llegado primero en Santa Fe. Ahora puedo descontar varios puntos en el campeonato”, dijo.

Luego, aclaró: “En la carrera del sábado, sentí un sabor amargo porque no salió bien la maniobra con Emiliano (Spataro) y no nos quedó otra que ir al roce. Por suerte, en esta ocasión largué bien y, en la curva uno, Emiliano no hizo el radio ideal; yo levanté justo para hacer la tijera y él se fue contra la pared. Desde ahí, traté de mantener el control de todo”.

Más adelante, Fontana comentó que estuvo preocupado en un tramo de la carrera: “Tuve un poco de temor porque al ingresar el pace car debíamos relanzarnos con “Pechito’ (López) y yo tenía un poco de temperatura de frenos, no frenaba del todo bien y sabía que eso me iba a perjudicar si íbamos mano a mano con él”.

El ganador del domingo también señaló: “La decisión de parar la carrera fue acertada, porque el piano se había levantado mucho y podíamos romper los autos. Por suerte, salió todo bien”.

Y cerró: “Siento una alegría doble, porque ganó mi sobrino en la Fórmula Renault. Es la tercera vez consecutiva que ganamos los dos. Le vamos a tener que decir que gane para que me toque a mí también... (risas)”.

Le puso el “Pecho”

José María López pensó que no largaría la segunda final del TC 2000. Pero los mecánicos de Petrobras recompusieron el Honda New Civic y trabajaron a destajo para solucionar el golpe de “Pechito” en la prueba de “tanques llenos”.

“Sin nuestro equipo, cualquiera se habría ido a su casa sin correr. Ellos estuvieron geniales, porque todos pensábamos que no se iba a arreglar el auto para la carrera. Me junté con Leo Monti, director del team, y vi cómo trabajaron todos para arreglar el problema. Fue algo muy emocionante. Ellos me devolvieron la fuerza para correr y me dieron este resultado”.

Asimismo, López manifestó que venía “un poco bajoneado por todo lo que sucedió en la carrera del sábado. Esto me sirve mucho para el campeonato y reitero mis felicitaciones a todos los mecánicos del equipo”, indicó.

Sobre el momento del choque con Ortelli, el cordobés explicó: “Guillermo rompió el piso en la chicana y se alejó un poco en la última curva. Pude emparejarlo, veníamos con los autos a la par y luego dobló como si no hubiera nadie, pero yo estaba prácticamente pegado al paredón y no pude hacer mucho. Gracias a Dios, no pasó nada, pero, si él no hubiera roto el piso, se me habría hecho imposible pasarlo”.

Al finalizar, “Pechito” señaló: “Se dio una carrera justa. Norberto ganó bien. Me habría gustado tener un par de vueltas más para intentar algo, pero por la mañana un segundo puesto era impensado, así que esta posición es una victoria para mí”.

“Pato” a “Pato”

Era cuestión de tiempo para Juan María Silva. El piloto de Renault no había tenido un destacado rendimiento con su Mégane II, pero ayer rindió como esperaba.

“Me sentía en deuda porque nunca estuve a la altura del auto y del equipo. Pero no bajé los brazos, sabía que en algún momento llegaría. Realmente estaba bajoneado, pero este fin de semana estuve muy cómodo. Ojalá que sea el clic para estar al nivel del equipo”.

Con relación a su presente en la escudería, el “Pato” precisó: “Me voy muy feliz. El agradecimiento va para toda la familia de Renault Argentina, desde los directivos de la empresa hasta los integrantes del equipo, porque me encontré con personas bárbaras este año. Es lo que más destaco desde que llegué a la marca: construimos una familia para entregar lo mejor de cada uno”.

Sobre la peripecia final (arrastró un plástico con la trompa durante un trayecto largo), Silva relató: “Le pegué un poquito a la pared (se ríe). El equipo me dijo dónde estaba y, primero, pasé despacito por el sector del piano y no sucedió nada; volví a preguntar al box la ubicación del plástico y me tiré contra el paredón para rozarlo y pegarle un cacho. Además, me levantaba temperatura el auto”.

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El sello del ganador

“Con afecto, Norberto Fontana”. El autógrafo del piloto de Ford, ni bien terminada la carrera diurna del TC 2000, va para todos sus fanáticos.

/// OPINIÓN

El Litoral desató la fiesta

I. A.

Se venía la carrera dominical del TC 2000. Las gradas “quemaban” bajo el sol del mediodía. En ese instante de quietud, El Litoral desplegó sus camionetas con su staff periodístico y las bellísimas promotoras sobre el circuito callejero, en una coordinación especial con la organización de la competencia.

Arrancó la vuelta y empezó el vendaval de gorras hacia la tribuna. Fue un momento de delirio total en las tribunas. Ningún espectador quería quedarse sin el souvenir del diario de Santa Fe.

Los más atrevidos se colgaban del alambrado para recibir un regalo en mano de las chicas; otros hicieron casi un “tackle” para capturarlo. Pero, estimado lector, si usted supiera la cantidad de “piropos” de toda clase que recibieron esas jovencitas... Grandes y chicos aplaudieron y silbaron sin parar a las chicas representantes de la firma.

“¡Aguante, El Litoral!”, sonó fuerte en cada sector del trazado durante los 5 minutos que duró el paseo. Cada uno de los pasajeros se sintió piloto por un ratito, con el agregado de un público estupendo que rebasó los tablones de las populares y los sectores de boxes.

“Me encanta el circuito de Santa Fe. Si se respetan determinadas cuestiones, los callejeros son muy lindos. A veces, no se respetan, lo cual tiene que ver con la necesidad de sobrepaso, y entonces se producen algunos roces”.

Bruno Marioni

1º Fiat Línea Competizione