Comicios presidenciales brasileños el próximo 3 de octubre

La corrupción e Irán dominaron el debate entre candidatos de Brasil

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Los candidatos presidenciales brasileños, Marina Silva (1a. izq.), del Partido Verde (PV); Dilma Rousseff (2a. izq.), del Partido de los Trabajadores (PT); Plínio de Arruda Sampaio (2º der.), del Partido Socialismo y Libertad (PSOL) y José Serra (1º der.), del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) durante el debate televisivo, en San Pablo, organizado por el canal Rede TV previo a las elecciones del 3 de octubre próximo.

Foto: AGENCIA EFE

Todas las encuestas indican que la candidata del PT, Dilma Rousseff, ganaría en primera vuelta con más del 50% de los votos.

 

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Télam

La candidata presidencial brasileña Dilma Rousseff afirmó anoche que el gobierno combatió la corrupción y prometió mantener relaciones con Irán, durante un debate televisivo en el que su rival José Serra la acusó de ser cómplice de una red de espionaje y censuró la aproximación con Teherán.

Rousseff, discípula del presidente Luiz Lula da Silva, prometió continuar con los programas de fortalecimiento de la Policía Federal para combatir el crimen organizado y negó tener alguna relación con una red de espionaje político presuntamente montado por el Partido de los Trabajadores (PT), según despacho de la agencia Ansa.

“Ésta no es la primera violación de las cuentas, pero no se puede a partir de una violación ocurrida ahora para ofender la dignidad de las personas”, afirmó.

La Secretaría de Recaudación Fiscal admitió hace dos semanas que las cuentas fiscales de familiares de Serra y de dirigentes de su agrupación, el Partido de la Socialdemocracia Brasileña, fueron invadidas por afiliados al PT.

Rousseff expresó, además, su confianza en su ex colaboradora Erenice Guerra, vinculada con sobornos de empresas, según publicó una revista este fin de semana.

Y luego aseguró que Serra pretende utilizar esos hechos y lanza “calumnias” con la intención de “dar vuelta la mesa electoral” para revertir su desventaja en los sondeos de opinión.

Rousseff hizo estas aseveraciones durante el tercer duelo televisivo con Serra transmitido anoche por la Red TV.

El contrapunto entre Rousseff y Serra fue ganando intensidad a medida que se aproxima el día de los comicios del 3 de octubre, y en el duelo de anoche la polémica llegó a ser por momentos ríspida.

“Militantes del PT quiebran el secreto bancario de gente de mi partido, quebraron la intimidad de mi hija y de mi yerno”, denunció, por su parte, el candidato opositor.

“Este gobierno defiende a los compañeros del PT y persigue a la oposición, ésa es la democracia de Dilma y del PT, eso afecta la democracia”, agregó Serra, ex gobernador del Estado de San Pablo y ex ministro durante el gobierno del presidente Fernando Henrique Cardoso.

“Soy muy conocido por mi trayectoria pública, algo que no ocurre con Dilma, quien es evasiva y escapa a los debates”, disparó Serra, quien afirma que su adversaria es un mero producto electoral inventado por Lula.

El comentario del dirigente socialdemócrata fue replicado por la ex ministra del gobierno de Lula, quien no pudo ocultar su irritación.

“Lamento su intento de descalificarme, usted no es dueño de la verdad, no me subestime”, se defendió Rousseff y luego comparó la actitud de Serra con la arrogancia de Estados Unidos en la guerra de sureste asiático en los años 60 y 70 menospreció a sus enemigos y finalmente Vietnam “le propinó una derrota ejemplar”.

Favorita

Rousseff se ubica primera en todas las encuestas, la última de ellas publicada el viernes pasado por el diario Folha de Sao Paulo, que le adjudica 50 por ciento de las intenciones de voto, y pronostica que vencerá en la primera vuelta.

Según la consultora Datafolha, ligada al diario Folha, Serra tiene 27 por ciento de las adhesiones y Marina Silva, del Partido Verde, que también participó en el debate de este domingo, está en tercer lugar con 11%.

La representante del oficialismo retomó, además, los ejes de su discurso de campaña basados en sus semejanzas con su mentor político, Lula da Silva.

“Tendré que continuar este proceso iniciado por Lula para que haya mayor desarrollo, para que el ascenso social continúe, no logramos resolver todos los problemas pero avanzamos mucho”, señaló.

Luego recordó haber sido la responsable del Programa de Aceleración del Crecimiento, con cerca de 200.000 millones de dólares en obras públicas, y prometió construir 2 millones de viviendas populares en una eventual segunda fase del plan “Mi casa, mi vida”.

La economista y ex presidenta del directorio de Petrobras, también habló de las inversiones de la petrolera, que la semana próxima subastará acciones por 64.500 millones de dólares, iniciativa que la oposición caracterizó como una maniobra electoralista montada por el gobierno.

El debate de este domingo fue el primero en el que los dos candidatos se enfrascaron en una polémica sobre la política externa, centrada en la aproximación del presidente Lula con su par iraní Mahmoud Ahmadinejad.

“Brasil declaró cariño y amistad a un dictador como Ahmadinejad que niega el Holocausto y persigue a periodistas”, acusó Serra.

“No somos cariñosos (con Irán), el gobierno no encubre nada en Irán, lo que planteamos es que a Irán pueda tener tecnología nuclear con fines pacíficos”, rebatió Rousseff.

Y posteriormente sostuvo que con el acercamiento de Brasilia y Teherán se busca distender la tensión en Medio Oriente para “evitar una guerra” similar a la que ocurrió en Irak, cuando fue invadido por Estados Unidos en 2003.

“Yo pretendo continuar esa línea (diplomática de Lula) que tiende a conseguir la paz entre los pueblos”, acotó la candidata oficialista.