Dos años después de la quiebra

La segunda vida de Lehman Brothers

Por Daniel Schnettler - DPA

Lehman Brothers sigue en pie. Una multitud de abogados y especialistas financieros escarba estos días entre los restos del que fuera el cuarto banco de inversiones del mundo, y cuya caída fue el detonante de la crisis económica mundial hace dos años.

Los bien remunerados administradores -con ingresos de hasta 1.000 dólares la hora- se encargan de desenmarañar los últimos negocios del banco, de realizar cobros pendientes y evaluar los pedidos de los acreedores que siguen esperando sus indemnizaciones.

El 15 de septiembre de 2008 llegó la hora final de Lehman Brothers. La entidad se había puesto al filo de la navaja con riesgosas inversiones en el mercado inmobiliario estadounidense y el Estado le negó la ayuda necesaria para su rescate. La suerte estaba echada. El entonces presidente del banco, Richard Fuld, se muestra hasta hoy indignado: “¿Por qué no abrió el gobierno la puerta para Lehman como para todos los demás?”.

El banco, que tenía sus tentáculos estirados a nivel mundial, se quedó finalmente sin efectivo y tuvo que declararse en bancarrota por no poder realizar sus pagos. Miles de personas que habían comprado certificados de la entidad en todo el globo perdieron de golpe su dinero. Ya entonces nadie se atrevía a hablar del alcance del fiasco.

Dos años después, la caja de Lehman Brothers vuelve a sonar. El pasado mes de julio se ingresaron 962 millones de dólares (759 millones de euros), aunque de ellos sólo quedaron disponibles finalmente 340 millones. Gran parte de la suma provino del cobro de créditos o de beneficios por especulaciones financieras.

Los encargados del proceso de insolvencia intentan sacar el jugo a los restos del banco y no vacilan por ejemplo en invertir el dinero hallado en los balances en negocios de riesgo, con la esperanza de tener algo más que devolver a los más o menos 65.000 afectados.

Ahora, los administradores tienen previsto reanimar a dos bancos que formaban parte del imperio de Lehman Brothers, ya que su posible venta parece atractiva. Con la operación se podrían alcanzar ingresos de más de 500 millones dólares. Los planes también abarcan la subasta de varias propiedades inmobiliarias cuyos dueños no pueden pagar sus hipotecas.

La parte más suculenta, sin embargo, se la llevaron el banco británico Barclays y el japonés Nomura pocos días después de que Lehman se declarase en suspensión de pagos.

Por otro lado, todos los esfuerzos no alcanzarán previsiblemente para cubrir los 819.000 millones que debe el banco, ni siquiera si se consigue que la deuda sea reducida a un tercera parte de la suma original.