Balance positivo para el sector privado
Los comedores, con algo más de gente
Los hoteles estuvieron llenos y la peatonal, muy cerca del circuito, se colmó de caminantes.
De la redacción de El Litoral
La gran afluencia de visitantes que colmó a la ciudad durante los tres días en que rugieron los motores, no dejó del todo contento al sector gastronómico. Sí al hotelero, que vio rebasada su capacidad el viernes y sábado, y propició un efecto rebote en las localidades cercanas.
“Si la actividad del circuito no duerme y adentro hay oferta gastronómica, el gran movimiento se queda allí y no desborda hacia los comedores de la ciudad”, dijo Luis Hediger, poniendo las quejas sobre un fenómeno que -observa- se viene repitiendo en cada edición del TC 2000. “Pasó lo mismo que otros años y es lo que esperábamos”, dijo el titular de la Asociación Hotelera Gastronómica.
Si bien reconoce que hubo un poco más de trabajo que un fin de semana común, los comensales que ocupan mesas no se condicen con la cantidad de gente que atrae la competencia. A esto se suma que “muchos santafesinos que suelen salir a comer los fines de semana se quedan en sus casas, convencidos de que los bares van a estar repletos”, acotó.
De todos modos, “aunque trabajamos un poco más que lo normal, no deja de ser un movimiento interesante y positivo para la ciudad”, finalizó.
En la conferencia de prensa que ofreció esta mañana, el intendente Mario Barletta redondeó en “un 40 % más que un fin de semana normal” la cantidad de comensales que ocuparon mesas en los bares.
Por su parte, Javier Dimattías, de Holiday Inn, dijo que el incremento de huéspedes se notó desde el jueves: “Históricamente el TC genera alojamiento la noche del viernes y del sábado, pero unas 40 habitaciones de nuestro hotel ya estaban ocupadas el jueves, mientras que el sábado y el domingo ya no había más lugar”.
Santa Fe tuvo que derivar hotelería a Paraná y a Esperanza, entre otras localidades cercanas, para lo cual el sector trabajó en forma coordinada con la Secretaría de Turismo. Hediger sostuvo que “la procedencia de la gente era mayoritariamente de Córdoba y de Buenos Aires, que son los grandes seguidores de la competencia de TC 2000”.
Comercios
La cercanía de la peatonal al circuito favoreció la llegada de caminantes a la peatonal, por lo que los negocios permanecieron abiertos durante más tiempo que lo habitual.
Aunque las asociaciones que nuclean al sector comercial aún no disponen de cifras de las ventas realizadas, sí se animaron a asegurar que “el incremento notable de gente que recorrió calle San Martín y las transversales produjo un derrame lógico que le hace bien a la ciudad”. Jorge Baremberg, secretario de la Asociación Amigos de la peatonal y del Centro Comercial, destacó además que “cuando desde la gestión pública se organiza un evento como éste y el sector privado acompaña, Santa Fe está en condiciones de ser una plaza importante para cualquier tipo de evento, no sólo en lo deportivo”.
