Llegan cartas

Mujeres nuestras para

el nombre de calles

 

Jorge Taverna Irigoyen.

Señores directores: Recientemente se dio a conocer la propuesta de nominar calles y pasajes en la zona portuaria a reconvertir, con figuras femeninas que pasaron por nuestro medio. La iniciativa -paralela a lo que se concretó en Buenos Aires, en Puerto Madero- me pareció interesante, si bien no dejó de inquietarme la posible elección de tales figuras. Sin duda, siempre equivale a un riesgo (más allá de toda polémica), destacar determinados protagonistas por sobre otros, considerando que, salvo excepciones, cuando se impone un patronímico a determinado lugar del ejido urbano, éste queda por muchas décadas o definitivamente. La ciudad, la región, han tenido mujeres de reconocido prestigio en diversas áreas. Y es realmente difícil y casi fortuito privilegiar, en la elección, unas sobre otras. La memoria de los santafesinos rescatará sin duda a muchas que se destacaron en la vida pública, la educación, las ciencias, el arte. Y desde la historia, trayendo la figura de Lina Beck Bernard, cronista y escritora esposa de Carlos Beck, colonizador ilustre; pueden citarse a la Dra. Marta Samatán, destacada en las letras y la educación; las Dras. Bonet Müller y Seibel de Corts, pioneras en la medicina local; la Dra. Sara Faisal, ilustre educacionista; la académica Catalina Pistone, investigadora de la historia y experta en archivística; Nydia Pereyra Salva y Beatriz Martin, en la dirección cultural y el arte; Lidia Cullen de Videla, en el área de la beneficencia; la recientemente fallecida María Asenza, destacada por años en la educación por el arte. En general, los nombres de sitios públicos son propuestos y consensuados desde el Concejo Deliberante, según tengo conocimiento. Y sin duda, los criterios que se siguen son los apropiados. No obstante, tratándose de unas pocas calles a nominar, habría que cuidar que el espectro elegido se ajuste al mayor rigor de méritos posible.