Un libro cuenta un hecho trágico de nuestra historia

“Operación Primicia fue el salto militar de Montoneros”

En octubre de 1975 un comando de Montoneros intentó copar el Regimiento de Infantería de Monte 29 de Formosa. Murieron 10 soldados y 12 guerrilleros, de los cuales 8 eran santafesinos.

 

Gabriel Rossini

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—¿Qué fue Operación Primicia?

—El nombre que Montoneros le puso al primer ataque de la guerrilla peronista a un cuartel del ejército -el 29 de Infantería de Monte en Formosa- el domingo 5 de octubre de 1975 por la tarde. Fue una decisión importante porque hasta ahí siempre habían especulado con un acuerdo con sectores del Ejército para formar un Frente Nacional y Popular para hacer la revolución y conseguir la liberación nacional. Operación Primicia marca el momento en que la cúpula de Montoneros llega a la conclusión de que el Golpe era inevitable, por lo tanto ellos tenían que dar un salto militar y pasar de ser una guerrilla a un ejército. La gente tenía que entender que había dos ejércitos: el de la oligarquía y el popular. Acelerar las contradicciones, porque puesto a elegir el pueblo iba a terminar eligiendo a Montoneros en su lucha contra las Fuerzas Armadas.

—Operación Primicia está íntimamente relacionada con la provincia de Santa Fe y en particular con esta ciudad.

—Es una cuestión geográfica, porque Montoneros en Formosa no tenía mucho desarrollo y tuvo que reclutar a sus combatientes en otras provincias. La organización de Operación Primicia corrió por cuenta de un santafesino, el ingeniero químico Raúl Yaguer, que fue el primer jefe de Montoneros en el noreste y que organizó la región en función de la mística del Ateneo Santa Fe, del cual formaba parte. Los montoneros que sobrevivieron a la dictadura le admiraban mucho la ética sacrificial y esa formación proveniente del progresismo católico. También provenía de allí Roberto Mayol, que fue una pieza clave porque fue el soldado que prácticamente le abrió las puertas del cuartel a Montoneros. Mayol pertenecía a las clases acomodadas de Santa Fe, era hijo de un abogado muy importante y me interesó mucho el personaje, porque más allá del protagonismo que tuvo en esta historia, es el modelo del joven proveniente de hogares no peronistas que abrazaron la lucha armada un poco a causa de esa formación católica. Uno de los primeros en que participó fue en la colocación de una bomba contra el Club del Orden, al cual pertenecía su propio padre.

—Cita en el libro dos ámbitos muy importantes en la formación de cuadros militantes, que fueron la Facultad de Ingeniería Química y el Colegio Inmaculada.

—Según me contó Jorge Pedraza, que fue compañero de Mayol, en el Colegio Inmaculada hubo muchos que -como ellos- se volcaron a la lucha armada. Y por otro lado, la Facultad de Ingeniería Química fue un vivero en la formación de cuadros como Raúl Yaguer, Fernando Vaca Narvaja, Fred Mario Ernst, René Haidar, Osvaldo Cambiasso y Jorge Obeid, por citar a los más importantes. De los doce guerrilleros caídos en Formosa, ocho eran de Santa Fe: Roberto Mayol (Santa Fe), Reinaldo Briggiler (San Jerónimo Norte), Emio Rossi (San Fabián), Oscar Boero (Santa Clara de Buena Vista), Juan Sebastián Hernández (Rosario), Luis Carlos Morero (Rosario), Oscar Suárez (Santa Fe) y José Daniel Graziano (Rosario). Además, el avión que secuestraron para escapar aterrizó en un campo entre Susana y Angélica, donde fueron rescatados por un pelotón de santafesinos y un tercio de las armas fueron escondidas en Lehmann.

—Cuáles fueron las consecuencias de la Operación Primicia para Montoneros y para el país en general.

—Muy importantes. El Ejército, donde tenían algunas simpatías, buenas relaciones y donde según Firmenich se reproducían las contradicciones de clase y por lo tanto un sector se iba a unir a ellos; rompe con cualquier posibilidad de acuerdo. Lo reconoce Perdia, en su libro “La otra historia”.

—Al copamiento de Formosa no lo esperaban, como sí esperaban en Monte Chingolo.

—Porque el ERP estaba infiltrado. Formosa los sorprende y provoca una gran conmoción a nivel nacional, principalmente por la muerte de los 10 soldados conscriptos. El gobierno de Isabel estaba muy deteriorado y allí otra vez un santafesino tiene protagonismo: Ítalo Luder que era presidente interino y sobre quien los jefes militares presionan para que desplace a la presidenta y complete el mandato. Luder vacila y dice que no iba a ser el traidor de la viuda del general. Entonces Videla y Massera le dicen al brigadier Fautario que el golpe era inevitable y que la fecha iba a ser el 24 de marzo de 1976. La otra consecuencia de importancia fue que Luder y sus ministros firman los tres decretos polémicos que convocan a las Fuerzas Armadas a la lucha contra la guerrilla y ordenan aniquilar el accionar de la subversión.

—En buena medida, la Operación Primicia fracasa por la resistencia de estos conscriptos.

—La paradoja es ésa. A los Montoneros les sale mal, porque los supuestos beneficiados de sus acciones son los que se oponen. No previeron la resistencia de los soldados. Eso es prejuicio ideológico. Pasó como en “No habrá más penas ni olvidos” de Osvaldo Soriano, donde al grito de Viva Perón se mataban entre peronistas. Todos los muertos eran peronistas, de un lado y del otro. Y también adelanta la tragedia que iba a venir al año siguiente con la represión militar, porque cuando ya todo había pasado, las patrullas militares matan a tres vecinos que no tenían nada que ver, incluido un menor de 15 años. El ejército nunca reconoció el error, siempre los consideraron tres guerrilleros más.

—En el libro planteás la desigualdad con la que han sido tratados los soldados y los guerrilleros muertos en Formosa.

—Cuando voy a Formosa la primera vez me dicen que los familiares de los guerrilleros habían sido indemnizados (N. de R.: hasta 2006 pidieron indemnización los deudos de 8 de los 12 guerrilleros muertos en el combate) y los de los soldados no. Incluso algunos heridos no lograron el porcentaje de invalidez que pide la ley para cobrar una pensión. En el 2006 el gobierno de Kirchner dio a conocer los nuevos anexos al Nunca Más, con un prólogo que despierta mucha polémica y una lista nueva donde fueron incluidas 526 personas muertas antes del Golpe de 1976, con la creación de una nueva figura que es la de la “víctima de una ejecución sumaria”. Acá hay de todo: muertos por la Triple A, pero también muertos por asaltos a cuarteles, tiroteos con policías; el militante Fernando Haymal que fue ejecutado por los mismos montoneros, que le atribuyeron haber dado información que permitió la captura de Marcos Osatinsky. A mí me parece distinto homenajear a las víctimas del terrorismo de Estado que homenajear a los combatientes, que es otro concepto.

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Placa colocada en la Facultad de Derecho donde se homenajea a las víctimas del Terrorismo de Estado.

Foto: Guillermo Di Salvatore.

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Ceferino Reato.

Foto: Guillermo Di Salvatore.

Los ‘70

—¿Por qué escribió este libro?

—Porque a la Editorial Sudamericana le parecía que el interés de los lectores por los ‘70 seguía siendo importante. Después de Operación Traviata tenía ganas de dedicarme a escribir sobre la crisis de 2001, pero me dijeron -con razón- que el interés por aquellos años sigue siendo fogoneado desde el gobierno por los Kirchner, con este intento de leer la historia de los ‘70 de una manera muy particular en función de los intereses políticos del presente. Van variando la interpretación en clave binaria o maniquea, con lo cual hay un grupo de buenos enfrentados en una batalla que no se termina nunca contra los malos. Ellos son los herederos de los buenos y sus adversarios son siempre los herederos de los malos.

—Los buenos serían los militantes de los ‘70...

—Claro, son los jóvenes que soñaron con cambiar la Argentina por otra más libre, igualitaria, sin excluidos y sin monopolios. De alguna manera, la lucha armada se explica porque se vieron obligados a tomar las armas para resistir a la dictadura, al autoritarismo, a la oligarquía, al imperialismo y a los monopolios. Y eso me parece que era un discurso bastante hegemónico hasta el conflicto con el campo. Ahora no lo es y creo que está en cuestión. Sin dudas fue una generación que entregó su vida por sus ideales, pero en ese entregar las vidas quitó la vida de los otros. Y, si bien no podemos decir que eran demonios, tampoco podemos decir que eran ángeles. Sino que eran seres humanos que tenían pasiones, intereses, ideales, que tuvieron grandes aciertos y, también, grandes equivocaciones. Casualmente Operación Traviata y Operación Primicia terminaron siendo dos grandes errores.