Esta mañana, en barrio Transporte

Asalto y drama en un telecentro

Asalto y drama en un telecentro

Patricia Zilli, propietaria del comercio, está viviendo un infierno. En el anterior asalto su hijo adolescente fue baleado por un caco.

Foto: Amancio Alem

Ocurrió en el negocio Le Chigette, de Ayacucho al 2900. Es el cuarto atraco que sufren en menos de un año.

 

Danilo Chiapello

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“¿¡Qué hay que tener para que te brinden algo de seguridad... un padrino!?”.

La pregunta es en realidad un grito, y también un ruego. Salen de las entrañas de Patricia Roxana Zilli (39), a minutos de sufrir un nuevo asalto a mano armada.

Perfumes

Un hombre muy bien vestido fue el que ingresó hoy, minutos después de las 10, al telecentro Le Chigette, ubicado en Ayacucho 2981, en pleno barrio Transporte.

Se presentó como vendedor de perfumes. Es un sujeto de unos 27 años. Camisa y corbata y pantalón de vestir. Cabellos negros cortos, peinado con “cresta”. Lleva un bolso de mano con la “mercadería”.

Apenas ingresó ofreció sus productos, pero cuando la mujer dijo no estar interesada entonces se retiró hasta la puerta.

Pasado un instante, el “vendedor” volvió a entrar al local. Claro que con otras intenciones.

Tomó unos caramelos que estaban sobre el mostrador. Se agachó hasta su bolso y desde su interior extrajo un arma de fuego con la que encañonó a la comerciante.

La orden fue tajante: “¡Andá para atrás y dame todo el dinero!”.

En simultáneo, un segundo rufián ingresó al negocio. Éste llevaba puesto una campera con capucha, la que utilizó para cubrir su rostro. Fue este malviviente el que traspuso los límites del comercio y se ganó al interior del domicilio particular de la víctima (que se ubica en la parte posterior).

Con absoluta impunidad, el ladrón recorrió las habitaciones en busca de objetos de valor. Cuando escuchó ruidos provenientes de la cocina, decidió que era el momento de la retirada.

Ya con su objetivo cumplido, ambos malvivientes se retiraron del lugar con paso presuroso. Había culminado (empezado) otro drama.

Sin fuerzas

Pero la odisea de Patricia no se remite sólo a este robo.

El 30 de marzo del corriente vio peligrar la vida de su hijo, un adolescente de 16 años, que fue baleado por un malviviente. También le apoyaron el cañón de un arma a su padre y a su otra hijita.

Este episodio ocurrió cuando el mismo negocio Le Chigette funcionaba en Aristóbulo del Valle al 7600. Tras dicho suceso, la mujer decidió mudar el comercio hasta su ubicación actual.

“Ya no tengo más ganas de nada”, dijo hoy Patricia. Sus palabras se entrecortaron por el llanto. Es el cuarto robo que sufrimos.

Me están destruyendo como persona, porque veo padecer a mis hijos. Están llenos de miedo. Ya vivimos encerrados con terror. Yo dejé mi trabajo, con 12 años de antigüedad para apostar por algo propio. Hoy ese sueño está hecho pedazos.

Desidia

Encima de todo, una tiene que pelear con la desidia oficial. Estoy harta de escuchar excusas y ver lo pésimo que funciona todo.

La otra vez, el 911 vino recién después de la quinta llamada. Hoy aparecieron después de una hora de esperarlos. Siempre te dicen lo mismo: que no tienen móvil, que les falta personal, en fin...

¿Qué es lo que hay que tener... un padrino o qué?, preguntó con lógica indignación la mujer. Ya no sé más ante quién reclamar. Nadie te da bolilla. Contestan con evasivas, las autoridades se esconden y sólo aparecen para los discursos de ocasión”, sentenció.

Con absoluta impunidad, el ladrón recorrió las habitaciones en busca de objetos de valor. Cuando escuchó ruidos provenientes de la cocina, decidió que era el momento de la retirada.