Salidera

Carolina Píparo señaló al cajero como uno de los responsables

DyN

Carolina Píparo sostuvo ayer ante la Justicia que no está en condiciones de identificar al ladrón que le disparó en la salidera trágica hace casi dos meses y pidió la suspensión de la rueda de reconocimiento de acusados, pero apuntó al cajero del Banco Santander Río que le entregó el dinero y ahora sus abogados analizan si piden su detención.

La fiscal subrogante Ana Medina escuchó las palabras de la joven de 34 años durante más de una hora y deberá definir si levanta la rueda de reconocimiento que se había previsto para pasado mañana viernes. Pero si la querella efectiviza el pedido de detención del cajero Gerardo Pereda y de otras tres personas, probablemente postergue la cuestión hasta el regreso del titular de la investigación, Marcelo Romero, quien tomó licencia pensando que Carolina Píparo no iba a declarar en estos días porque su estado de salud no era el adecuado.

Señalada por la demora

“Carolina contó que hubo un cruce de miradas con el cajero en el segundo día que tuvo oportunidad de visitar la sede bancaria, ni bien ingresó a la entidad. Y también dijo detalles sobre cuestiones vinculadas a cómo (el cajero) le negó el dinero el primer día. Dijo que se sintió de alguna manera señalada”, contó el abogado Fernando Burlando, representante de Píparo, tras la declaración. De esta manera, Carolina oficializó judicialmente las sospechas que había expresado a su marido apenas recibió el balazo que terminó comprometiendo su embarazo de nueve meses y acabó con la vida de su bebé Isidro una semana después de haber nacido mediante una cesárea urgente.

“Fue el cajero”, habría alcanzado a decir la joven al llegar al hospital San Roque de Gonnet, donde quedó internada el 29 de julio pasado, momentos después del balazo que recibió en el mentón y se le alojó en el pecho. Gerardo Pereda, cajero y tesorero de la entidad ubicada en 7 y 42, está imputado no procesado en la causa y, cuando declaró, rechazó cualquier vínculo con el caso: “Soy un simple trabajador bancario. Tanto yo como Carolina fuimos víctimas de esto”.

Pero desde el primer momento los abogados de Píparo apuntaron a la posible culpabilidad penal del cajero y la responsabilidad civil del Banco Santander Río. Miguel Angel Silva, alias “Pimienta”, ya procesado como parte de la banda, ingresó al banco y se colocó en la fila detrás de Carolina; y al ver que la joven y su madre retiraban una importante cantidad alertó a su cómplices, entre los que no incluyó al cajero, según reconoció el propio acusado.