Kloster sigue tras las rejas

Tres investigados por el asesinato de Carlos Cano están en libertad

José Luis Pagés

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Tras declarar ayer en Tribunales la viuda de Carlos Alberto Cano, el anciano brutalmente asesinado en su casa de Guadalupe el último sábado, sigue detenida en sede policial, pero los dos hombres que oportunamente fueron apresados aquel día, recuperaron la libertad.

Marcela Kloster (35) quien dos años atrás contrajo matrimonio con la víctima, de 78, permanecerá presa y a disposición de la Justicia en sede policial, mientras que R.A. y M.C. de 37 y 52 años de edad, quienes frecuentaban la casa del matrimonio por razones de trabajo o amistad, dejaron sus respectivos lugares de detención.

En el marco de la investigación que siguió a la muerte de Carlos Alberto Cano también una mujer de 65 años de edad recuperó la libertad.

La mujer apellidada Martínez, quien fue oportunamente detenida por agentes de la Sección Homicidios, trabajó como empleada doméstica en la casa de Cano -calle J.P. López al 700-, del barrio Guadalupe.

No trascendieron mayores detalles acerca de los dichos de Marcela Kloster, la principal sospechosa hasta el momento, pero ésta habría insistido, en Tribunales, en que recién conoció la suerte corrida por su esposo cuando lo encontró con la cabeza partida por un hachazo junto a la cama matrimonial.

Kloster habría repetido su primera relación de los hechos. La noche del viernes ella y su hija adolescente visitaron a su madre y recién al regresar el sábado tropezó con la horrenda escena.

En tanto la policía realiza nuevas pericias en procura de establecer quiénes fueron las personas, hombres o mujeres que estuvieron junto a la víctima, durante la noche del crimen.

Algunos rastros relevados en el dormitorio llevan a pensar que Cano estuvo en compañía de personas ajenas a su ámbito familiar, e incluso a su reducido círculo de amistades.