La gente llenó la cancha, el equipo vacío de fútbol

Uno más afuera pero varios menos adentro

El marco que presentó el 15 de Abril fue multitudinario, con unas 15.000 personas en las tribunas. De todos modos, el empuje de la gente no alcanzó.

Uno más afuera pero varios menos adentro

Bien anulado: después del cabezazo, el “Gringo” Maidana saca ventaja en la segunda jugada por estar adelantado en la primera. De fondo, miles y miles de almas rojiblancas que otra vez se fueron sin nada. Foto: Flavio Raina

 

De la Redacción de El Litoral

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Se notaba en la semana la gran expectativa que había en la gente de Unión. Por la recuperación del equipo, por la victoria contundente ante Tiro Federal y por la posibilidad matemática de ganar para quedar -aunque sea transitoriamente- en la punta del campeonato de ascenso, algo casi impensado para el flojo arranque con esas tres derrotas consecutivas que sufrió el equipo de Kudelka.

El horario de las 21 en día laborable hizo que siguiera entrando gente a la cancha con el partido empezado. Todo el estadio pintado de rojo y blanco, como en las mejores galas. Mucha gente en los cuatro costados. Y un recibimiento espectacular cuando el gris-negro cuadriculado alternativo pisó el césped del 15 de Abril.

Del otro lado, Patronato era bancado por siete radios -impresionante cobertura- de la capital entrerriana que lo siguen a todos lados y hasta una octava radio que llegó desde Hasenkamp, además del palco visitante donde estaban los dirigentes. Dos diarios y dos canales de aire emitiendo en vivo completaban la movida del “Patrón”, equipo del cual es hincha fanático el gobernador Sergio Urribarri. El “Pato”, como lo conocen en el Grella, es nacido en Arroyo Barú pero “nacionalizado” concordiense, igual que el hombre que anoche marcó la diferencia: Diego Jara, a quien apodan “La Joya”.

Hace un año, el mismo Jara fue apuntado por algunos espías para que Unión lo viera, cuando Patronato militaba en el Argentino “A”. Las cosas del destino hicieron que lo fueran a ver de local en el partido repechaje con la CAI y ese día las cosas no le salieron a Jara. Entonces, Unión desistió de su fichaje. Anoche, paradójicamente, le salieron contra el Tate todas las que no le salieron cuando Unión lo fue a ver en el Grella.

Patronato puso en campo jugadores que se agrandaron ante la adversidad de su propia racha y del marco rojiblanco. La seguridad de Bértoli, los centrales sacando todo de cabeza, la jerarquía de “Pipo” Echagüe junto al oficio de Devallis y la velocidad de Jara.

Por contrapartida, mientras Unión mostraba el “Jugador Número 12” en las tribunas -por momentos el aliento fue tan emocionante como ensordecedor-, en el campo se quedaba con varios menos a la hora de jugar a la pelota. Entonces, de a poco, a pesar de las ganas, el local fue cayendo infantilmente en el embudo que armó Zielinski.

Anoche chocaron dos equipos con sensaciones y realidades invertidas. Es que Unión, sin dudas, lucía mejor en la tabla que en la cancha: tercero, a dos puntos del líder y pudiendo pegar el gran salto. Patronato, enfrente, había jugado mejor que lo que marcaban los pocos puntos que hacían peligrar su promedio en el conocimiento de la categoría.

Además de faltarle suerte contra los dos rosarinos -Central, acá, y Tiro, allá-, el “Vikingo” Zielinski pagó alto precio por un fixture complicado en las primeras fechas: Belgrano, San Martín de Tucumán, Atlético Tucumán, Rosario Central y Unión, todos grandes de la divisional de ascenso, buscando volver al lugar en el que alguna vez estuvieron: la máxima categoría del fútbol criollo.

La gente de Unión premió al final el esfuerzo de ir a buscar siempre con uno menos, acorralando a puro pelotazo, pero chocando con un Bértoli seguro siempre.

El plan de juego de Patronato neutralizó a Unión y pegó con el accidente del gol en el momento justo: magistral habilitación de “Pipo” Echagüe a Jara, remate, penal, expulsión de Gaitán y gol de Patronato desde los doce pasos.

Lo debió haber liquidado antes Patronato, si no hubiera sido por Cárdenas, que le ganó varios cruces decisivos a Jara. Lo pudo empatar Unión de arrebatada.

La corrida de Sánchez Sotelo bajó la cortina. Entonces, nació el aliento ensordecedor en el 15 de Abril. Ni siquiera así pudo lograr el gol del honor, dejando en claro la postal tatengue en la noche: Unión fue uno más afuera, en las tribunas; varios menos adentro, en la cancha, por jugadores a los que les pesaron el marco y la obligación de llegar a la punta.

Los extremos en los arcos

Mientras Sebastián Bértoli es a los 32 años el símbolo, referente y capitán de Patronato bajo los caños, Unión debió apurar anoche el debut del chico Ignacio Arce, con 18 años, casi a la misma edad que Luisito Ojeda y también con una convocatoria en su ficha a la Selección Juvenil argentina.

Casualmente, el chico Arce es de Entre Ríos y dicen que su modelo para atajar es Hugo Orlando Gatti. ¿Cómo lo vio atajar a Gatti si tiene apenas 18 años?: su padre le compró una colección de videos del “Loco”, que en el ‘75 pasó por López y Planes.

Sus ganas en los entrenamientos y sus condiciones, además de una lesión de su “colega”, hicieron que le ganara la pulseada a Caprio para instalarse como suplente de Limia.

Mientras Bértoli está en la curva descendente de su carrera con todos los honores en Patronato, el chico Arce está asomando en el mundo del fútbol profesional. Así, se vieron los extremos en los arcos.

BAJO LA LUPA

ARCE (5): no tuvo responsabilidad en los goles y debió atajar a último momento con lo que implican 18 años para debutar. Tiene un estilo especial: juega adelantado, sale con los pies y arriesga. Casi lo ridiculiza Jara en un descuido. Debe respetar su estilo, pero no “sobrar” porque llegó al arco de Primera.

PEREZ (4): venía mejorando un poco en la marca. Anoche volvió a presentarse como un jugador híbrido, sin presencia e irresoluto con la pelota a la hora de mostrarse como salida.

CORREA (5): quedó demasiado expuesto con campo grande, aunque, como siempre, dejó todo en la cancha el uruguayo, intentando empujar desde el fondo para buscar el empate.

CARDENAS (6): otra vez lo mejor. Por momentos, en el complemento, con todos jugados, defendió solo atrás y fue el único que pudo frenar la velocidad de Jara en el mano a mano.

MAIDANA (4): se la pasó tirando centros, centros y centros que murieron en las manos de Bértoli. Demasiado previsible: pasaba la mitad de la cancha y la revoleaba.

MONTERO (4): desconocido por completo, jugando su peor partido. Venía haciendo méritos desde el banco para ser titular, pero anoche no aportó nada con la pelota.

VIDAL (5): no tuvo problemas de marca Unión por el sector central, más allá de la inferioridad numérica. Quedó un poco más regalado con uno menos, pero cumplió con su despliegue habitual.

GAITÁN (4): tampoco había tenido una buena noche con el manejo de la pelota y estaba perdiendo el duelo con Devallis. La tocó con la mano, evitó el gol y se fue expulsado por último recurso.

ROSALES (5): jugó, como en ya varios partidos de este campeonato, en total soledad. Buscó, intentó y la pidió siempre, terminando casi sin piernas por tanto desgaste.

QUIROGA (4): bien marcado por los centrales de Patronato, le faltó un poco más de movilidad para salir de esa zona. Esta vez, se le cerró el arco.

ZÁRATE (5): no hay caso, tiene la pólvora mojada la “Chancha”. Algunas de las que le quedaron anoche pudieron ser gol: el cabezazo de pique al piso y la atropellada con el pie que le sacaron de la línea.

PABLO PEREZ (5): le dio un poco más de movilidad al mediocampo y abrió un par de veces la cancha por derecha, aunque no alcanzó para empatar.

PIRCHIO (4): no pesó en los metros finales, donde la idea del cuerpo técnico fue ponerlo como tercer punta -junto a Quiroga y Zárate- para abrir la cancha, algo que no consiguió nunca.