Elección clave para el chavismo

Mañana votan los venezolanos para renovar Asamblea Nacional

Se define qué Asamblea acompañará u obstaculizará los dos años que le quedan de mandato a Chávez.

 

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EFE-DPA-Télam

Los venezolanos pasaron en calma los dos días de veda electoral antes de las elecciones de mañana, en las que deben ratificar el rumbo del gobierno de Hugo Chávez o empujarlo a hacer algunos cambios con una derrota en las urnas, un resultado al que el mandatario no está acostumbrado.

Caracas recuperó entre ayer y hoy parte de su vida cotidiana después de un mes de intensa campaña y, con fondo de paredes pintadas, afiches y pancartas colgados de las columnas de luz, vivió un día con clima de feriado, pero con negocios abiertos y largas colas en los cajeros.

Al menos hasta mañana, las elecciones parecen cosa de militantes, funcionarios y periodistas, aunque en unas pocas esquinas había espacio para las discusiones sobre la compulsa, en la que se elegirá a los 165 nuevos integrantes de la Asamblea Nacional.

El oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y la opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD) -que agrupa a una veintena de partidos y organizaciones- ajustaron ya los detalles de los operativos de fiscalizaciones de sus testigos de mesa.

El Consejo Nacional Electoral (CNE), en tanto, tiene ya completo el montaje de las mesas y la distribución de los elementos para las 36.563 máquinas que se usarán para la compulsa, que definirá con qué legislativo Chávez gobernará sus últimos dos años del período.

También quedó oficialmente abierto el centro de prensa, donde trabajarán los cerca de 2.000 acreditados -unos 300 del exterior- inscriptos para el acto comicial.

Pese a la veda, Chávez encabezó ayer “actos de gestión” y el estatal canal Venezolana de Televisión emitía un corto que, con el fondo de “Te quiero” -el poema de Mario Benedetti que musicalizó Alberto Favero y popularizó Nacha Guevara- mostraba imágenes de actos de gobierno, caravanas y obras, y cerraba con la leyenda “Que siga la Revolución”.

Como en todas las últimas campañas proselitistas, cualesquiera hayan sido los cargos en juego, la figura de Chávez ocupa el centro de la escena, tanto como para oficialismo como para la oposición.

El mandatario participó activamente de la campaña: encabezó caravanas, visitó barrios, habló con los medios y puso su rostro en los miles de carteles y afiches que llaman a ratificar la Revolución Socialista, como llama Chávez al proceso que inició en 1999, cuando asumió la jefatura del Estado.

Testeo

Parte de la preocupación del mandatario por la pulseada de mañana se entiende: las elecciones legislativas son de alguna manera un testeo, una marca de cómo ven los venezolanos su gestión y un ensayo hacia el 2012, pero también definirán qué Asamblea acompañará u obstaculizará los años que le quedan de mando.

Sabedor del carácter plebiscitario de estos comicios, Chávez reiteró varias veces que el resultado era clave para consolidar los logros de su gestión y preparar el 2012.

La oposición, en tanto, aparece con varios desafíos, centralmente el de lograr una bancada que esmerile de alguna manera el poder del chavismo en la Asamblea y que funcione como contrapeso. De algún modo, los comicios también perfilarán los nombres de los posibles adversarios de Chávez para dentro dedos años.

En la compulsa se verá también cuánto le pesa al oficialismo el desgaste lógico de toda gestión, los índices de inseguridad y desocupación que registra el país y cierto estancamiento de la economía, aunque los chavistas relativizan estas situaciones que, creen, se solucionan con más socialismo.

Desde que ocupa el sillón principal del Palacio de Miraflores, Chávez ganó 14 elecciones de distintos rangos y únicamente perdió, aunque por una diferencia mínima, el plebiscito en el que puso en juego su proyecto de reforma constitucional, en el 2007.

Las escasas encuestas preelectorales vaticinaron resultados bastante parejos para oficialismo y oposición, por lo que será clave cómo se pronuncien los llamados “ni-ni” -ni con unos ni con otros- en las urnas y cuántos venezolanos vayan a votar, en un país de tradicionalmente alta abstención.

Poco más de 17 millones 700 mil electores están habilitados para votar en 87 circunscripciones en las que fue dividido el país, con el dato saliente de que esta vez la oposición sí participará de la contienda, después de haber boicoteado los comicios de 2005 y dar paso, con esa decisión, a que el chavismo controle completamente la Asamblea Nacional.

De las 165 bancas, 110 se elegirán por voto uninominal, 52 por lista y 3 en representación de las minorías indígenas.

Observadores internacionales

Unos 30 políticos o personalidades de varios países han sido invitados por Copei, dentro de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que reúne a partidos opositores al gobierno del presidente Hugo Chávez, para observar los comicios.

Asimismo, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) invitó a otra treintena de personalidades, entre ellas el ex presidente hondureño Manuel Zelaya, y el Consejo Nacional Electoral (CNE) a unos 150 acompañantes internacionales, como se denominan ahora los observadores en Venezuela.

 
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Candidatos de la opositora Mesa de Unidad Democrática, que aspiran al Parlamento, cerraron su campaña el jueves, en una calle de Los Teques, capital del Estado de Miranda (Venezuela). Foto: AGENCIA EFE

El voto rural está favorecido

El sistema electoral con el que los venezolanos renovarán mañana la Asamblea Nacional es el resultado de una modificación que el oficialismo impuso para favorecer el voto rural y que es cuestionado desde la oposición.

Mañana se decidirán 165 bancas, 110 en forman uninominal, 52 por lista y 3 en representación de las minorías indígenas.

Los venezolanos votarán en base a “tarjetones” con óvalos que cada ciudadano deberá marcar. Y el punto es que la cantidad de “marcas” varía según el Estado (provincia) y, dentro del mismo Estado, según el distrito.

Uno de los puntos polémicos es que cada diputado “no vale lo mismo”, porque la cantidad de sufragios que se precisa para lograr un escaño es muy diferente según circuito y Estado.

Este nuevo dispositivo favorece el voto rural y perjudica el voto en algunos centros urbanos y hasta puede derivar en que la fuerza que más sufragios logre no sea necesariamente la que más diputados tenga en la futura Asamblea Nacional.

Las máquinas permitirán hasta 6 minutos para cada voto, pero los integrantes del Consejo Nacional Electoral estimaron que los sufragios durarán entre 40 segundos y 2 minutos, según con cuánta información llegue el ciudadano acerca de la ubicación en el “tarjetón” del partido de su preferencia.