Deportista de Oro

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Juan Pablo Vital

ganó la medalla de oro de judo en el Campeonato Panamericano de Orlando, EE.UU. Con 18 años es uno de los deportistas de mayor futuro del país. Su sueño: representar a la Argentina en los Juegos Olímpicos.

 

TEXTO. LUIS GUDIÑO. FOTO. PABLO AGUIRRE.

LOS COMIENZOS. “En el judo hice mis primeros pasos a los 4 años, por motivación de mi hermano más grande, Cristian, que me llevaba con él, entrenábamos juntos. El deporte en mi casa es familiar, se sumaron luego mis otros hermanos y hasta mi padre. Hoy, es una familia de judocas. Primero, en Paraná, y luego, cuando mi familia se mudó a Santa Fe yo tenía 10 años y me sumé al Centro Nacional de Luchas, que dirige Andrés Legallais. Era un chiquito, gordito, muy bajito pero carismático. Me fueron llevando a torneos provinciales, nacionales y obtenía buenos resultados; hasta llegué a ganar un torneo Argentino”.

LA REBELIÓN. “De repente... dejé el judo. Me vino la rebelión a la cabeza, no sabía que hacer, si seguir o no; empecé a jugar al fútbol, a otra arte marcial. Pero a los 6 meses dejé todo y me volqué nuevamente de lleno al judo porque comprendí que era lo que realmente me gustaba”.

una FORMA DE VIDA. “Es el deporte que me llena, me apasiona, es un estilo de vida, que es el que elijo. Me distraigo, me distiendo, me olvido de los problemas. Enfrentar a otra persona es difícil. Para mí, antes era mucho más duro que ahora. Los nervios, no saber con quién te toca luchar, es duro. El entrenamiento correcto y el tiempo te dan la confianza necesaria para lograr buenos resultados”.

SUS AMIGOS. “El judo me lleva entrenamientos diarios y los torneos los fines de semana; por lo tanto, el tema amistad es complicado. Solamente a la siesta o a la noche puedo compartir cosas con mis amigos, por ejemplo. Las salidas dependen de mis tiempos; por lo general, nos juntamos en mi casa, me visitan mucho, eso me alienta, es muy lindo mi entorno”.

SU FAMILIA. “Es grandiosa...Mi padre me da siempre seguridad, la fuerza, me manda mensajes cuando viajo al exterior, me alienta y me ayuda. Mi madre es la conciencia, me dice lo que tengo que hacer, me hace seguir la dieta de comidas. El judo lo hizo así, es una relación muy linda. De mis tres hermanas y dos hermanos, solamente una nunca tocó un tatami. Es un deporte muy lindo, que nos llena a todos, es el tema feliz de la casa. Es una disciplina tranquilizadora, te relaja y te da una libertad de pensamiento bastante importante, lo que está muy bueno”.

SU MAESTRO. “Andrés Legallais es muy divertido, nos entendemos mucho, él es parte de mi familia, de mi vida, y yo de la de él. El contacto es permanente, dentro y fuera del gimnasio, hasta compartimos vacaciones ambas familias. Confío ciegamente en él, me dice las postas que debo ir haciendo en las competencias. De la relación maestro-alumno pasamos a ser amigos y me aconseja cómo trabajar, trato de hacer lo que me pide y hasta ahora me va muy bien. Cuando viajo, como esta vez a Estados Unidos, nos comunicamos por Internet y me manda datos de los rivales”.

SIN BAJAR LOS BRAZOS. “Tuve una racha de tres años sin ganar un solo torneo, no podía subirme a un podio nacional, perdía en primera ronda, hacía una lucha y me iba a mi casa, pero seguí y perseveré. El judo me ayudó a mejorar, es un formador de buenas personas. En el 2006, conseguí un tercer puesto en un Nacional de Corrientes, y allí dije ‘por fin, ya está, ahora es mío’. En 2007, fui a otro Nacional juvenil, y gané la medalla de oro y así seguí ganando y ganando: en 2008 (juvenil), 2009 (junior) y 2010 (junior y danes) fui campeón”.

SELECCIÓN ARGENTINA. “Después de ganar el Argentino en 2007 vieron que podía tener posibilidades en el futuro y un año más tarde comenzaron a convocarme a los campus de entrenamientos, con solo 16 años. Gané todos los topes, solamente perdí uno y fui al Sudamericano. Eso me motivó para seguir en el entorno del judo. Fui subcampeón, caí en la final ante Brasil, pero superé a Perú y Uruguay. No tenía mucha técnica, pero lo gané con ganas y corazón. Fue una emoción muy grande”.

EL PRIMER MUNDIAL. “El año pasado clasifiqué para ir al Mundial junior de París, Francia. Tenía expectativas, pero no muy claras. Perdí en la eliminatoria, fue una experiencia grandiosa, fue mi primer torneo afuera del continente, con representantes de numerosos países, una concentración espectacular de judocas, los japoneses, coreanos, europeos, el más alto nivel competitivo”.

MÁS PODIOS. “Este año tuve la oportunidad de demostrar mi crecimiento en el Sudamericano, donde perdí la final con el brasileño; y la Copa Sudamericana, donde vencí al mismo rival. Lo fundamental fue poder superar la derrota del día anterior, esta vez me dirigió Andrés Legallais, que me ayudó mucho, y llegué a lo más alto del podio en la Copa”.

ORO PANAMERICANO. “Con la selección argentina Sub 20 fuimos a Orlando, Estados Unidos. Fue un viaje especial, ya que otros dos chicos del Centro de Luchas Santa Fe, Santiago Legallais y Fiorella Botta, viajaron conmigo y también les fue muy bien, ya que obtuvieron medalla de bronce y plata, respectivamente. Yo buscaba la medalla de oro, fue una experiencia hermosa. Una emoción indescriptible cuando vas al podio y ves tu bandera arriba de todo, además, nosotros llevamos la bandera argentina del lado del corazón del judogui; es un orgullo”.

FUTURO INMENSO. “Mi sueño es representar a la Argentina en los Juegos Olímpicos; para ello es necesario sumar puntos en la World Cup de mayores. En Sub 20 me quedan otros dos años, ya estoy afianzado en la selección mayor, tengo muchas expectativas. Estudio Medicina, y se me complicó bastante con los viajes. Ahora viajo a Marruecos, al Mundial Junior y realmente me siento muy bien, preparado, fuerte de la cabeza, capaz de derribarlos a todos, con chances de llegar a una medalla”.

así soy yo

REFERENCIAS.

“Llevo 14 años en el judo. Hasta el momento gané 13 títulos nacionales de distintas categorías, 2 subcampeonatos sudamericanos, una Copa Sudamericana, tres medallas de bronce en los Juegos Odesur, y un oro panamericano”.

DEFINICIÓN.

“El judo es mi forma de vida, no solo mía, sino también de mi familia. Gracias a este deporte, estamos todos mucho más unidos. Aunque esté yo solo en todo el gimnasio, es una relación fuerte, es mi corazón que pongo en el tatami y me late mas fuerte”.

PERSONALIDAD.

“Soy un tipo bueno, simpático, tranquilo. Siempre tengo buena onda, soy optimista, divertido. Me gustan las cosas de frente, soy muy sincero y de bajo perfil, muy dinámico, eléctrico; soy amante de la música, canto, voy al cine, entro mucho en Internet, estoy conectado”.