EL VIERNES

La familia adoratriz celebró sus 125 años de vida

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“La Congregación, desde sus inicios, promueve una educación que privilegia el desarrollo de la capacidad de discernir, la formación en valores y actitudes cristianas y la formación de la voluntad para el ejercicio de la libertad responsable”, consignaron. Foto: PABLO AGUIRRE

Familias, docentes y autoridades festejaron el cumpleaños de la Congregación de Hermanas Adoratrices.

 

DE LA REDACCIÓN DE EL LITORAL

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Con la presencia de la representante legal de la institución, hermana Marta Dell’ Oro, los miembros de la comunidad adoratriz celebraron este viernes el cumpleaños de la congregación.

De la fiesta, participaron el capellán del Colegio, padre Gerardo Galetto; el supervisor de nivel superior Prof. Carlos Cantero, directivos, docentes, personal administrativo, alumnas, ex alumnas y un número importantísimo de familias.

El festejo contó con una Feria Eucarística, en la que las alumnos de nivel primario y secundario informaron a todos los presentes sobre los detalles referidos al nacimiento de la Congregación y su trayectoria, luego el padre Galetto celebró la misa y finalmente actuó el coro del colegio, formado por alumnos de nivel inicial, primario, secundario y superior, ex alumnas, docentes y padres, todos dirigidos por las profesoras de música de los diferentes niveles del establecimiento.

LA HISTORIA

El padre José María Bustamante (SJ), nacido en Oncayo, España, en 1834, ingresó en 1855 a la Compañía de Jesús; y en 1860 fue enviado a Chile, donde se ordenó sacerdote. Luego lo trasladaron a Santa Fe, como rector del Colegio Inmaculada, donde permaneció hasta 1872, año en el que lo destinan al Colegio Jesuita de Córdoba.

Fundó en 1885, la Congregación de las Hermanas Adoratrices del Santísimo Sacramento, bajo el patrocinio del Inmaculado Corazón de María, impregnada de la espiritualidad de San Ignacio de Loyola.

En 1886, el padre Bustamante viajó a Santa Fe para proponer al obispo, monseñor Gelabert, y al gobernador José Gálvez, fundar un colegio de las hermanas Adoratrices, para la formación cristiana de las niñas y jóvenes santafesinas.

Así, el 14 de septiembre de 1887, llegaron las primeras religiosas Adoratrices a Santa Fe y abrieron las puertas del Instituto San José, en honor al protector de la Congregación y en reconocimiento al gobernador.

El colegio comenzó funcionando en una casa donada. En marzo de 1888, fue trasladado a un nuevo edificio, en San Martín y Buenos Aires, donde además de impartirse educación y catequesis a las niñas del barrio Sur, se promovió la adoración perpetua al Santísimo Sacramento.

Más tarde, las hermanas adoratrices se enteraron de que el norte de la ciudad (hoy barrio Candioti) se poblaba de familias que reclamaban asistencia espiritual para sus hijas. Solicitaron entonces autorización al obispo para instalarse en el predio ubicado en calle bulevar Gálvez.

El 13 de septiembre de 1890, se abrieron las puertas del colegio San José, iniciándose las actividades con la enseñanza primaria y clases de pintura, corte y confección, y declamación.