Apuntes de política provincial

El carro delante del caballo

Teresa Pandolfo

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“La política democrática es de representación, y lo que tienen que hacer los dirigentes políticos es representar al pueblo: creo que éste sí está unido alrededor de lo que representamos... los que no estamos unidos somos los dirigentes. No logramos hacer lo que decía Perón: primero la Patria luego, el Movimiento y, finalmente, los hombres. Es típicamente al revés, pero creo que eso está cambiando con el PRO”. Quien así habló fue Federico Pinedo, diputado nacional por el partido de Mauricio Macri. Junto al legislador nacional y diputado bonaerense Jorge Macri, entre viernes y sábado estuvieron en la provincia armando el partido.

No fueron los únicos que bajaron al territorio. El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, acompañó a Agustín Rossi y a Jorge Fernández en una actividad que congregó a más de 2.000 personas, en un lugar donde no son habituales los actos partidarios: la Sala Garay del Colegio de la Inmaculada Concepción.

“Mucha juventud y casi todos los intendentes y presidentes de comunas del centro norte estuvieron presentes”, resumieron con satisfacción los organizadores. Además, fue manifiesto el apoyo del ministro kirchnerista a la precandidatura de Rossi para ese espacio político.

El número de asistentes llamó la atención y a interrogantes respecto de la presencia de tantos jefes comunales y municipales -a algunos de los cuales se los asimilaba como pertenecientes a otras líneas internas del peronismo-. Un lector de la política, ante esta pregunta hecha en voz alta, recordó lo sucedido la semana pasada, en la cena de la Asociación Empresaria de Rosario: al confirmarse la concurrencia de la presidenta de la Nación, Cristina Fernández, de un día para el otro se duplicó el número de tarjetas pedidas -asistieron unas 1.500 personas- y muchas más se quedaron sin conseguir lugar.

Posiciones controvertidas

El kirchnerismo sigue avanzando en un territorio naturalmente hostil a su política, pero lo que está enfrente se muestra excesivamente fragmentado, como lo explicita el mismo Federico Pinedo.

También hicieron pie en el territorio Elisa Carrió, Alberto Rodríguez Saá, Felipe Solá, Francisco De Narváez, concurrentes al Congreso de Economía Provincial organizado por la Fundación Libertad, en tanto que el gobernador Das Neves visitó la Fecol, en Esperanza.

¿Qué está enfrente, por el momento? Un Peronismo Federal que no cierra sus diferencias entre los dirigentes y una ausencia cada vez más notada como la de Carlos Reutemann. Dos hechos lo visualizaron: el Peronismo Federal realizó en Rosario un acto de homenaje a José Rucci, que según todos los cronistas de los distintos medios de prensa concitó un interesante número de legisladores pero mucho menos público que lo esperado; ninguno de los presentes, en definitiva, enamora.

El otro hecho es lo que tanto Alberto Rodríguez Saá como Felipe Solá en la ciudad del sur se vieron obligados a recalcar en sus declaraciones periodísticas: que Reutemann no será candidato a presidente. No hubo en los últimos seis o siete meses un solo indicio de que el ex gobernador desee postularse, pero en el mismo período no apareció ninguna figura que pueda reemplazarlo en lo que el imaginario popular se formó de él.

También su ausencia complica fuertemente a quienes aspiran a llegar a la Casa Gris. Si Reutemann, efectivamente, no se postulará, ¿con quién jugar si no es con Kirchner? ¿Quién, dentro del peronismo, en relación con las figuras nacionales, tiene alguna chance? Es por eso que algunos dirigentes, como Felipe Solá, han manifestado su intención de ir por fuera del Partido Justicialista. Pero, ¿se está a tiempo de formar una estructura cuantitativa a nivel de país por fuera del PJ? No será sencillo que se pueda lograr. Porque se puede ser el candidato de la dirigencia -en las provincias hay figuras nuevas y ya veteranas que buscan permanecer en la política-, pero esto no quiere decir que se tenga la adhesión de la gente, de los votantes.

Relación compleja

La relación del elector con el candidato es siempre compleja y depende de factores objetivos -cómo va la economía, por ejemplo- o la visión sobre las características del poder. En este último punto, no puede soslayarse el resultado de las elecciones de los abogados de la Capital Federal y del país para integrar el Consejo de la Magistratura nacional, que fue abiertamente perdidoso para el kirchnerismo.

Como en otras épocas hay como dos electorados diferenciados y en pugna: uno clientelista, en el plano que se quiera, hasta en el de la obra pública, y otro que observa con preocupación la salud de la instituciones y el juego de presiones sobre ella de los Kirchner, y considera que esto no es bueno para la República. Pero este electorado no encuentra nada organizado en la otra vereda: sólo dirigentes que se reúnen para una foto pero que siguen pensando que lo importante es ser el número y no arman seriamente una alternativa de poder.

La actividad política que ha tenido Santa Fe en los últimos días se asemeja a lo que ocurre al mes anterior a una elección. El trabajo electoral se ha anticipado mucho respecto de los comicios para todos los cargos.

El radicalismo provincial se reunió en San Lorenzo y en su declaración deja en claro que postulará dentro del Frente Progresista Cívico y Social que la candidatura a gobernador el próximo año sea para un radical. No se lo menciona en la declaración, pero el nombre de Mario Barletta es determinante en este esquema. Dentro del partido centenario, otra corriente es más proclive a acompañar a un socialista en la fórmula. La cuestión económica también se mide: ¿cuánto cuesta instalar una figura ganadora en la provincia? Un dilema que desvela tanto al Frente Progresista como a los aspirantes a la Casa Gris salidos del reutemanismo y obeidismo.

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Néstor Kirchner.

Foto: Archivo

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Carlos Reutemann.

Foto: Archivo