Ecos del 18 Congreso Mundial de la Carne

Un congreso mundial con toda la carne en la parrilla

La Rural de Palermo fue la sede del encuentro mundial que abordó la situación de las carnes vacuna, porcina y ovina; políticas, innovaciones, comercialización entre otros temas de importancia.

Néstor Fenoglio

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Capital federal (Enviado especial)._

Y...es una situación incómoda”, fueron las lacónicas palabras de Guillermo Nielsen, ex embajador argentino en Alemania para explicar la ausencia de los cortes argentinos en el país germano, lugar donde ya tenían ganado un mercado y un reconocimiento. “La carne argentina ya no está en las góndolas, ahora hay carne de otros países”. Es un abordaje, uno entre tantos que posibilita la variopinta reunión que representa el 18 congreso mundial de la carne, que culminó esta semana en capital federal y que reunió a decisores, productores y especialistas de los principales países que son actores en el negocio de la carne. Y cuando se habla de carne, no es “a la argentina”, o sea, carne vacuna solamente. No: el congreso se hizo el tiempo y el espacio para analizar la situación de los sistemas de carne ovina y porcina, también.

Es que la idea de que nuestro país es un productor de carne premium, para un mundo que además clama por alimentos que, todavía como el nuestro, tiene alto porcentaje de alimentación con pasturas naturales (y suplementación con granos) campeó en el encuentro, al igual que la imposibilidad que tenemos de cumplir con la demanda mundial.

Se recordó allí mismo que ahora directamente no hemos cumplido ni con la Cuota Hilton. Y “el mundo”, el mundo de la carne, se cansó de reiterar o enviar mensajes respecto de la existencia de interés y canales dispuestos a recibir a buen precio nuestros productos. Pero...

Por cierto, el congreso mundial, aunque se realice en Argentina (en el emblemático predio de la Rural en el verde entono de Palermo), no agotó ni mucho menso su temario en la consideración de políticas comerciales y productivas erradas por nuestra parte, sino que se abocó a analizar otros temas, que tienen que ver con mejoras, con manejo, con políticas de otros países, con tendencias y desde ese privilegiado mirador fue muy bueno el trabajo de comisiones y la seguidilla de especialistas -muchos de ellos de lo mejor que puede consultarse en el mundo- que le dieron jerarquía.

Trabajo en comisiones

El día de apertura fue también el de los encuentros de las comisiones. En el caso de la carne vacuna, se parte de la aceptación de la existencia de un período de incertidumbre, pero que igualmente no impidió consideraciones optimistas para el futuro. Partieron de analizar el derrumbe del consumo por la crisis mundial de 2008 y los mercados en general tenderán en los próximos diez años a recuperarse. Crecimiento demográfico y el acceso de miles de nuevos consumidores le dan perspectivas positivas al negocio de carnes.

En ese contexto, Richard Brown, de la consultora GIRA, consideró que nuestro país “muestra cierta recuperación después de una época catastrófica. Los precios subieron y le dan cierto espacio para que el productor tenga confianza en el futuro. Y es acá donde la política gubernamental no ha ayudado mucho a generar confianza en ese sector. Pero tenemos optimismo respecto del futuro en términos de un país con un potencial masivo”.

En buen castellano: exactamente la misma visión y la misma brecha entre lo que podemos hacer y lo que hacemos como país.

Por la tarde, se reunió la comisión de porcinos que también vaticinó un crecimiento de producción y consumo de carne porcina. Frans Van Dongen, holandés que representó a la industria de su país, arrojó algunas precisiones. En materia de producción, dijo que el comercio crecerá 1,8 por ciento, empujada por los aportes de Rusia (con un incremento de 3,8 por ciento), China (3,3%) y Brasil (3%). El consumo crecerá en forma parecida, 1,6%, pero motorizado por la demanda china, cuyo consumo crecerá un 10 % en los próximos dos años, un porcentaje que se licua en los números globales pero que pueden decisivos para quienes acierten a establecer líneas activas de comercio con el gigante asiático.

Un congreso mundial con  toda la carne en la parrilla

Guillermo Nielsen: sin explicaciones para la deserción argentina en el mercado europeo.

Foto: Archivo

Peter Orwick, director ejecutivo en la reunión de carne de ovinos, graficó que en Estados Unidos “tenemos los precios más altos de la historia; los productores nunca han visto precios semejantes, por eso considero que es un muy buen momento para estar en el mercado de carne ovina”, aunque también admitió que buena parte de esa coyuntura favorable se debe a que no hay gran cantidad de ovejas; la producción bajó y la demanda aumenta.

Nuevamente China es protagonista en el crecimiento, pues en ese país demandan la carne ovina y el volumen que ello genera en un negocio acotado es exponencial. Pero tanto China como India, son de los pocos puntos del planeta en que la producción crece, pero apunta directamente a satisfacer sus crecientes mercados internos, por lo que no deben esperarse mayores impactos la balanza comercial mundial.

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