Binner recibió a los cónsules de América en Rosario
Santa Fe se sumó al repudio
del intento golpista en Ecuador
El gobernador dijo que el hecho pone de manifiesta la necesidad de estar siempre atentos a la defensa de los valores democráticos. Las fuerzas políticas de la provincia también reaccionaron rechazando el hecho.
De la redacción de El Litoral
“Aquí estamos para defender la democracia porque una de las naciones de Latinoamérica ha sido vulnerada por un intento de golpe de Estado”, expresó Binner en la Sala de las Banderas del Monumento Nacional a la Bandera en Rosario, acompañado por los representantes consulares de Bolivia, Brasil, Chile, República Dominicana, Paraguay, Perú y Uruguay.
“Es una circunstancia que no podíamos dejar pasar, porque es un deber y un derecho que nos corresponde a todos poder ejercer nuestras libertades en democracia. Largas noches tuvimos que soportar en nuestra historia, en tiempos de los golpe de Estado.
“Nadie nos puede contar lo que pasó, lo hemos vivido y por lo tanto creemos que estamos en un tiempo en el cual, si queremos que la democracia sea para siempre, hay que defenderla”, agregó el gobernador.
Binner también destacó que si bien el conflicto se pudo resolver de manera favorable, la situación pone de manifiesto “la necesidad de estar siempre atentos a la defensa de los valores democráticos y así lo entendieron los presidentes de los países que concurrieron a Buenos Aires a la reunión de urgencia convocada por la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), para dar su presente y repudio a lo que fue este intento de golpe de Estado en la república hermana de Ecuador. Defendiendo la democracia tenemos la posibilidad de defender la felicidad de nuestros pueblos”.
De la reunión convocada por el gobierno participaron los cónsules de Bolivia, Williams Eloy Medrano; de Brasil, Ricardo Diab; de Chile, Juan Pablo Crisóstomo; de República Dominicana, Enrique Olivé; de Paraguay, Adolfo Raúl Leguizamón Giménez; de Perú, Fernando Zegarra Ponce; y de Uruguay, Federico Xivillier Vila, y la vicecónsul de ese país, Elizabeth Lluveras.
Además, participaron del encuentro el ministro de Gobierno y Reforma del Estado, Antonio Bonfatti; el secretario de Gobierno de la Municipalidad de Rosario, Fernando Asegurado, en representación del intendente Miguel Lifschitz; los diputados provinciales Raúl Lamberto, Joaquín Blanco, Alicia Gutiérrez, Luis Rubeo y Gerardo Rico; y el senador provincial Juan Carlos Zabalza.
El cónsul de Brasil expresó “la solidaridad con el pueblo ecuatoriano y repudiar cualquier tipo de actitud antidemocrática, ya sea en nuestra Latinoamérica como en el mundo todo”.
Más repercusiones
El presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Di Pollina, manifestó “su apoyo irrestricto a la democracia en Ecuador y a su presidente, Rafael Correa, electo constitucionalmente por el voto popular. El comunicado, donde suma al cuerpo que preside, manifiesta “su firme repudio a los intentos golpistas que tratan de desestabilizar el sistema democrático y el estado de Derecho en es República”.
Por su parte, los diputados provinciales del Frente Para La Victoria - PJ y del Partido del Progreso Social, repudiaron la sublevación policial sucedida en Ecuador, y calificaron de “intentona golpista el amotinamiento de los uniformados contra el presidente constitucional Rafael Correa”.
En tanto, el Partido Socialista y los bloques legislativos nacionales del PS expresaron su más “enérgico repudio” ante el hecho y denunciaron que es “inadmisible este tipo de hechos en nuestra América Latina, por lo que la respuesta de la comunidad internacional debe apuntar a respaldar el orden constitucional e institucional de Ecuador, a su soberanía y al primer mandatario, elegido democráticamente”.
La UCR de Santa Fe manifestó también su decidida solidaridad para con el pueblo ecuatoriano y sus gobernantes en la defensa de la instituciones y de la democracia.
El gobernador, acompañado del ministro Antonio Bonfatti y de los cónsules de países sudamericanos.
Foto: Información Pública
Correa dice que iban a matarlo
DPA
En un dramático recuento de los hechos ocurridos este jueves en Ecuador, el presidente Rafael Correa reveló ante los cancilleres de la Unión de Naciones Suramericanas reunidos en Quito, que en la revuelta policial que causó una crisis política ya superada, hubo conspiración e infiltrados.
Habló además de “conspiradores permanentes que no nos pueden vencer en las urnas y quieren quitarnos la vida” y denunció intentos de asesinato en contra de él y de sus ministros para “llegar a una guerra civil cuyas consecuencias eran incalculables”.
Se declaró “destrozado” frente a las muertes ocurridas -eran 8 hasta el cierre de la presente edición- “por culpa de una aventura de desquiciados criminales” y adelantó que habrá un fuerte proceso de depuración de filas policiales y de investigación de los hechos “que seguramente serán denunciados a la comunidad internacional como persecución política”.
Pero no todos fueron apoyos para el presidente de Ecuador. Su hermano mayor, Fabricio Correa Delgado, dijo que la crisis “fue provocada por la imprudencia y el estilo de mi hermano, el presidente de Ecuador”, le dijo al diario Perfil.
Correa Delgado, ingeniero y empresario, está distanciado del gobierno desde el año pasado, cuando le rescindieron contratos que tenían sus compañías con el Estado.
“Más allá de que he sido el principal crítico del gobierno, el presidente es mi hermano menor y siempre lo he cuidado. Esto no justifica el giro que tomaron los acontecimientos. El justo derecho a defender su economía que tienen los policías no puede estar sobre el respeto a la autoridad y el orden democrático”, enfatizó.
“Espero de corazón que se recupere la cordura”, afirmó.
Rescate
La hija mayor del ex presidente de Ecuador, Lucio Gutiérrez, Karina, participó como subteniente del Ejército en el rescate de Rafael Correa, retenido en el Hospital Policial durante la sublevación policial y militar, revelaron hoy medios locales.
Karina Gutiérrez es parte del batallón que actúa en situaciones de emergencia y en esa condición fue parte del operativo que mantuvo veinte minutos de fuego cruzado hasta lograr la salida del presidente, hacia el Palacio de Carondelet, donde se dio por terminada la revuelta.
Lucio Gutiérrez fue señalado como uno de los inspiradores de la revuelta y de estar detrás de los uniformados.
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