Menor crecimiento en 2011

Argentina al 7,5 % según el FMI

DyN

El Fondo Monetario Internacional vaticinó que la Argentina crecerá 7,5 por ciento durante 2010 y que desacelerará su expansión a 4 por ciento durante el electoral año 2011, al tiempo que alertó sobre la diferencia entre las cifras Indec y los cálculos privados.

Las estimaciones fueron publicadas en su Panorama Económico Mundial, editado en el marco de la Asamblea Anual del organismo que se desarrolla en Washington, Estados Unidos. El ministro de Economía, Amado Boudou, viajará con ese destino esta noche desde Alemania.

El FMI señaló que tras haber crecido 0,9 por ciento en 2009, la Argentina incrementará su PBI 7,5 por ciento en 2010. Estos dos datos son similares a los publicados por el Indec y la proyección de crecimiento de 4 por ciento para 2011 coincide con lo fijado en el proyecto de Presupuesto Nacional para el próximo año.

Pero en una llamada debajo del cuadro que sintetiza las proyecciones, el FMI advierte: “Las estimaciones de analistas privados indican que la inflación según el índice de precios al consumidor (IPC) ha sido considerablemente más alta”.

Respecto del superávit de cuenta corriente, estima un saldo favorable de 1,7 por ciento en 2010, que se reduce a 1,2 por ciento en 2011. La tasa de desempleo se apunta en 8 por ciento para 2010, subiendo a 8,6 por ciento en 2011. Insertada en el panorama regional, para el FMI la Argentina se verá beneficiada por la expansión de China y el empuje de Brasil. “En términos generales, los países exportadores de materias primas seguirán beneficiándose de sus términos de intercambio favorables, sus vínculos crecientes con China y sus fuertes vinculaciones intrarregionales”, señaló.

“En tal sentido, -prosigue el FMI- Argentina y Paraguay están en condiciones de experimentar un crecimiento alto, sustentado en gran medida por sus fuertes lazos comerciales frente a Brasil y un marcado repunte de la producción agrícola tras la grave sequía sufrida el año pasado”.

Para atacar un sobrecalentamiento de la economía, el FMI concluye que “en vista de los desafíos que suponen para las políticas las importantes y persistentes entradas de capital en algunas economías, las herramientas fiscales serían una mejor alternativa que las monetarias para resolver las presiones de un sobrecalentamiento.