“Nómades”
Belleza y poesía en imágenes austeras
Mujeres que habitan espacios como un paisaje donde los cuerpos pueden expresarse.
Foto: Jorge Anichini
Cristina Copes
La obra “Nómades (la memoria en el paisaje)” es la primera producción del Laboratorio Escénico del Teatro Municipal 1º de Mayo, estrenada recientemente en la Sala Leopoldo Marechal. El espacio del Laboratorio, bajo la coordinación del director y creador Ricardo Rojas desde el año 2009, se concibe como lugar de experimentación en artes escénicas y, en ese marco, se propicia el cruce de diferentes expresiones y lenguajes vinculados con la escena. A este encuentro propuesto se sumaron Miryam Burgués, Claudia Fusari y Paula Molina, las intérpretes.
En “Nómades...” el material con el que se trabajó fue predominantemente corporal, más anclado en el mundo del movimiento, teniendo en cuenta que quienes integran el grupo del primer módulo del Espacio son bailarinas (dice el creador..) y en el desarrollo de la investigación y el proceso de improvisación, que fue la modalidad constante de la propuesta, surge el concepto de “Nómade”, pensando los espacios como un paisaje donde los cuerpos de esas mujeres, con sus imágenes, pudieran habitar, ocupar y luego marchar hacia otros distintos.
Ese paisaje aparece como un lugar devastado, con cierta aridez, donde estas mujeres llegan y ocupan, durante el transcurso de ese habitar, y despliegan sus propios paisajes, que no son más que la memoria, la evocación de otros momentos, sus propios mundos. Se adaptan, conviven para luego seguir hacia un lugar donde otra existencia sea posible. Hay en la obra toda una metáfora del mundo en relación con cómo lo habitamos y qué hacemos con él.
Un viaje constante en el que residuos esparcidos hablan de vidas y acontecimientos, espacios de luz y oscuridad, obstáculos, encuentros, conflictos.
Van surgiendo mundos individuales, relaciones que sugieren contradicciones y armonías, silencios, contemplaciones. Pequeños gestos que evocan otros seres y momentos.
La escenografía, de noble y simple factura, propone el espacio a ocupar y dejar, trepar y caer, golpear y acariciar, asomar y enfrentar y las nómades, ahí, sin evadir el convite, descubren y viven.
La concepción de la puesta, absolutamente austera, con un rescate de líneas y tonalidades simples, se carga con estos recursos de poesía e intensidad.
La danza puede servirse de diferentes elementos para construir su relato escénico, pero el Laboratorio apuesta en este producto por el movimiento, el traslado del movimiento en el espacio, pensando en un ser que es nómada por naturaleza. Nómades: las mujeres se mueven. Las mujeres vienen y van. Se quedan y crecen. Las mujeres, éstas, sostienen y se recrean en forma constante, bella y diversamente.
Los hacedores
La obra dirigida por Ricardo Rojas es protagonizada por Miryam Burgués, Claudia Fusari y Paula Molina. La dramaturgia fue realizada por los integrantes del Laboratorio, así como el vestuario y maquillaje. La banda sonora fue editada por Mario Colasessano y la escenografía se preparó en el Taller Escenotécnico del Teatro Municipal. El diseño de planta de luces estuvo a cargo de Oscar Peiteado y del mismo Rojas, y el responsable de fotografía es Jorge Anichini.
