Al margen de la crónica

Autoayuda contra la violencia

Cerca de 400 presos practican técnicas de “autoayuda” y “control mental” que han contribuido a reducir los niveles de violencia en trece cárceles de la provincia de Buenos Aires.

Desde hace tres meses, los detenidos trabajan voluntariamente en grupos de no más de 40 alumnos para aprender el llamado “Método Isha”, con el que logran “elevar el nivel vibratorio energético” y “liberan el estrés, las adicciones y los conflictos de la persona”, apuntó el Servicio Penitenciario bonaerense en un comunicado.

El sistema fue probado a comienzos de año en una cárcel y sus buenos resultados hicieron que se pusiera en marcha en otros doce penales distribuidos en la provincia de Buenos Aires, indicó.

La nota señala que se proyecta ampliar esta experiencia al resto de los 41 complejos carcelarios de la provincia, que acogen un total de 26.000 detenidos.

Los presos “se enganchan porque liberan tensiones”, comentó el subdirector de Educación del Servicio Penitenciario Bonaerense, Walter Vela.

“Los directores que instrumentaron el programa pidieron continuar porque hay una baja importante en el nivel de conflictividad de los internos que participan”, aseguró.

Alejandro Rodríguez, uno de los responsables de llevar adelante esta iniciativa, explicó que el “Método Isha” permite “transformar la experiencia humana en una vivencia de paz, amor y alegría permanentes, disfrutando del profundo silencio que yace dentro de cada ser humano”.

“Es un método completo de expansión de la conciencia que permite la autosanación del cuerpo, la mente y las emociones”, afirmó.

“Instruimos a los internos de los penales y llevamos adelante un seguimiento permanente. Son tres sesiones semanales o quincenales. Practicamos junto a los alumnos y luego hacemos un seguimiento personal de cada caso”, comentó Rodríguez.

El 55 por ciento de los presos en cárceles de la provincia de Buenos Aires estudian o trabajan dentro del penal y un 65 por ciento practica alguna actividad deportiva.