Prevenciones de la FAO para América Latina

El aumento del precio de los alimentos expandirá el hambre

La Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación dijo que los subnutridos crecieron de 47 a 52 millones de personas. Los principales problemas estarán en Centroamérica.

El aumento del precio de los alimentos expandirá el hambre

Una familia dominicana con serios problemas de alimentación.

Foto: DPA

De la Redacción de El Litoral

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El alza de los alimentos prevista para los próximos años amenaza con elevar el hambre en América Latina, alertó hoy la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) en un informe sobre la región.

La crisis, que ya subió de 47 a 52 millones de personas el número de subnutridos entre 2005 y 2010, presionará en especial la situación social en Centroamérica, dijo el director regional de la FAO, José Graziano.

“Por ello, esperamos que, aunque podemos seguir reduciendo el hambre, vamos a seguir conviviendo con un nivel muy elevado de desnutrición en toda la región. Menor en América del Sur, donde los países han retomado con más fuerza el crecimiento”, detalló.

La situación, en medio de la incertidumbre por el futuro económico de Europa y Estados Unidos, golpeará más fuerte a países con un alto número de personas en hambre, cuyos gobiernos no poseen fondos para impulsar políticas sociales, tras la crisis económica.

Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua, donde entre dos y cinco de cada diez personas están subnutridas, encararán la situación social y financiera más compleja de la región, según la FAO.

Otros países, como el Perú, Ecuador y Bolivia, se enfrentarán en una creciente incertidumbre económica global con el reto de reducir la desnutrición crónica que hoy golpea a un 30 por ciento de su población, unos 15 millones de personas.

A excepción de Brasil y Chile, que están creando empleo con fuerza, la ocupación todavía no se recupera con dinamismo en Colombia, Ecuador, México, el Perú, Uruguay y Venezuela, según el informe de la FAO.

Por ello, aunque el mundo redujo el hambre en 2010 por primera vez en 15 años, la región exhibe hoy las mismas cifras de personas subnutridas que en 1990, cuando la pobreza subía al 41 por ciento.

Valor

No obstante, la FAO valoró las iniciativas ante el problema. “Los gobiernos están más sensibles al tema de la pobreza. Intentaron programas, pero o no disponen de la institucionalidad necesaria para hacerlo o no disponen de recursos”, dijo Graziano.

El funcionario, ex ministro del Hambre en Brasil, agregó que “los países que han logrado expandir los programas de transferencia de ingreso condicional son los que han sufrido menor impacto en términos de aumento de la pobreza extrema y del hambre”.

Entre ellos, destacó los logros de Colombia, Brasil y el Perú, que disminuyeron la desnutrición y la pobreza en medio de la crisis económica.

Sobre lo mismo, Graziano opinó que existe en Latinoamérica “una situación de inestabilidad, donde muchos de los empleos son de temporeros, sobre todo de mujeres campesinas” y que están al borde de caer en la pobreza.

Por ello, planteó que “los países que menos se han visto afectados son aquellos que tenían acoplado un sistema de protección social a sistemas de apoyo productivo”, en especial en agricultura familiar.

Otro factor que empeora la crisis, a juicio de la FAO, es el cambio climático, que eleva la volatilidad de la producción, de los precios e incluso del abasto en algunos países, como Guatemala y las naciones caribeñas.

Para la FAO, este fenómeno tiene un impacto claro sobre la producción de granos y cereales, como han demostrado las sequías de los últimos años en Argentina, Uruguay, Brasil y Paraguay.

Dicha volatilidad será acrecentada además por la creciente demanda de alimentos de las economías emergentes, en especial de China y la India, donde viven 400 millones de hambrientos.

Obesidad infantil, la otra cara del hambre

La obesidad infantil se ha convertido en la otra cara del hambre en América Latina, alertó la FAO.

Aunque la crisis de los precios de alimentos de 2006, sumada a la crisis financiera de 2009, aumentaron el número de subnutridos de 47 a 52 millones de personas entre 2005 y 2010, también subieron los porcentajes de obesidad infantil, un asunto que no había sido alertado antes por la FAO.

“La obesidad es igualmente malnutrición. Es la otra cara del hambre y va a comprometer en materia de salud y desarrollo a las nuevas generaciones”, dijo el director regional de la FAO, José Graziano.

Según los datos recientemente dados a conocer por el organismo internacional, Argentina lidera los porcentajes de obesidad en niños menores de cinco años en países de América Latina, con un 7,3 por ciento de prevalencia, seguida por Brasil, con uno de cada tres niños de cinco a nueve años con exceso de peso.

En tanto, en México uno de cada cuatro niños de entre 5 y 11 años de edad tiene sobrepeso u obesidad, mientras que en Chile, el 9,8 por ciento de los niños menores de seis años de las familias con menores recursos sufre de obesidad.

“La crisis obligó a las madres a reducir las frutas, legumbres, verduras y derivados de leche por azúcares y harinas, lo que ha impactado fuertemente en la obesidad”, agregó Graziano. Para prestar atención a este factor de riesgo, la FAO ha propuesto a los gobiernos considerar el tema de la educación alimentaria tal como lo ha hecho con la preocupación por erradicar la pobreza extrema y el hambre.

“Ese tema ha sido abandonado porque se cree que todos saben qué comer y cuáles son los alimentos que se pueden reemplazar y eso no es así”, puntualizó.