Publicaciones

Revista “teatro”

2.jpg

De la redacción de El Litoral

Hemos recibido el Nº 104 de la revista Teatro, del Complejo Teatral de Buenos Aires. En una excelente edición y bajo el título “Los sueños del teatro y las pesadillas de lo real”, la nota editorial firmada por Guillermo Saavedra puntualiza que la incuestionable cercanía desde la cual nos interpreta un texto como La vida es sueño de Calderón de la Barca habla tanto de la grandeza de su autor como del curso obstinadamente sinuoso de la Historia. Si el del Barroco español fue un siglo de oscuro desencanto tras el optimismo luminoso de esa primera modernidad que fue el Renacimiento europeo, nuestra morosa posmodernidad no se encuentra menos abrumada tras el fracaso de una centuria de revoluciones políticas, científicas y culturales que demostraron ser el polvo del que vinieron estos lodos. En uno y otro momento, la humanidad descubrió que, tras soñar un futuro de igualdad y de justicia, en el reverso de sus sueños había empollado el huevo de una serpiente. O, para decirlo con la célebre frase de Goya, el sueño de la razón engendró monstruos.

De esa duplicidad del hombre, de su pareja capacidad para concebir sueños liberadores y pesadillas que conducen al Holocausto, de producir sistemas de sociabilidad y tentativas de fuga cuando éstos se han convertido en opresión —y de la dificultad para discernir los límites entre la realidad y la ilusión que esos sueños y pesadillas ponen en juego—, nos habla la obra que puede verse en estos días en el Teatro San Martín.

Si ampliamos el sentido y las resonancias de esta idea, también lo hace El dibuk, esa extraordinaria síntesis de la cultura judía en lengua idish concebida por Shlomoh An-Ski quien, con conmovedora clarividencia, en la inminente desaparición de las pequeñas comunidades judías de Europa Central, alcanzó a vislumbrar una aniquilación más vasta.

La revista también analiza puntillosamente las puestas de Tatuaje y Estado de ira.