El avance de la obra es del 75 %

La Fábrica Cultural quedará inaugurada antes de fin de año

1_mg.jpg

Las estructuras de las bóvedas cáscara impactan. Las obras avanzan a buen ritmo. Foto: Mauricio Garín

Se trata de un multiespacio para el funcionamiento de una escuela de artes y oficios y a la exhibición, donde ya pueden verse las bóvedas cáscara. En una segunda etapa, se recuperarán los silos del ex Molino Franchino.

 

De la Redacción de El Litoral

[email protected]

Elevar la mirada es una reacción casi inevitable para quienes transitan por la manzana comprendida por República de Siria, Castellanos, Pedro Víttori y bulevar Gálvez, donde se trabaja en la recuperación del ex Molino Franchino.

Las 13 bóvedas cáscaras que formarán parte de la Fábrica Cultural El Molino llaman la atención. “Representan una de las piezas más emblemáticas de la arquitectura argentina del siglo pasado”, describió El Litoral cuando empezaba a gestarse la obra.

Según el ministro de Obras Públicas de la Provincia, las bóvedas cáscara estarán terminadas antes de fin de este año: “Quedarán prácticamente finalizados los trabajos de recuperación integral que actualmente se llevan a cabo en estos edificios construidos a principios del siglo pasado”.

Esta obra se enmarca en las celebraciones por el Bicentenario de la Nación, a las cuales adhirió el gobierno provincial, así como la recuperación de La Rotonda y las 22 hectáreas que forman el Parque Federal.

En términos de inversión, Storero destacó que el monto global destinado a la ejecución de estos trabajos “supera los 29 millones de pesos”, y remarcó que “consolidarán un nuevo eje cultural, social y recreativo en la ciudad”.

Detalles

“Los trabajos cuentan con un avance del 75 por ciento y, actualmente, se avanza en la definición de la segunda etapa del proyecto, que comprenderá la intervención del edificio lindero -ubicado paralelamente a las vías del FF.CC.- y la construcción de una plaza que acompañara la estética de la obra”, explicó el funcionario.

La reforma del viejo complejo harinero se realiza con el objetivo de convertirlo en un lugar dedicado al desarrollo de actividades didácticas y expositivas vinculadas al diseño, especialmente el industrial.

La bóveda cáscara es una estructura de techo alto desarrollada en la década del “40 por el prestigioso arquitecto argentino Amancio Williams. Consiste en una superficie cuadrada de cuyos extremos nacen cuatro bajos con curvatura hacia el centro, con lo cual la cubierta adquiere una forma similar a la de un paraguas invertido. Este techo está sostenido nada más que por una columna, que al ser hueca en su interior permite desagotar el agua de las lluvias hacia el desagüe subterráneo de la ciudad.

Con respecto a sus características específicas, la superficie de la bóveda tiene 9 metros de cada lado. Está sostenida por una columna de 14 metros de altura, soterrada en el suelo unos 13,5 metros, profundidad necesaria para que puedan sostener adecuadamente la pieza central y evitar desbalanceos. La forma se obtuvo con el vaciado de hormigón sobre un encofrado de fibra de vidrio meticulosamente confeccionado para respetar la forma original.

12,5

millones de pesos

es la inversión que demandarán los trabajos en el ex Molino Franchino.

1.000

metros cuadrados

ocupan en total las 13 bóvedas.