Una gran resistencia a la baja

Pablo Adreani

Esta semana hubo un indicio bajista en el mercado de commodities, luego de conocerse la noticia de que China había aumentado su tasa de interés en el 0,25 por ciento. La decisión fue acompañado por una ligera revaluación del dólar con respecto a las monedas de Europa y China, hoy dos de los principales mercados importadores de productos agrícolas.

La revaluación del dólar tiene un efecto bajista sobre los productos que cotizan en esa moneda, y en este sentido la reacción no se hizo esperar: arrastró a la baja al petróleo, oro y los mercados agrícolas.

Pero un solo día duro esta baja. La tendencia alcista regresó con mucho mayor énfasis que la baja previa. Los precios del maíz en Chicago subieron más de cinco por ciento, con ganancias de 10 dólares; la soja ganaba 2,7 por ciento con subas de casi 12 dólares y el trigo, 1,7 por ciento con subas de cuatro dólares.

El impacto sobre nuestro mercado se vio reflejado en el cierre del miércoles en el Término de Buenos Aires (Matba). El maíz aumentó siete dólares y cerró la posición disponible en 160 dólares. Un hecho curioso en este mercado: todas las posiciones futuras de maíz hasta julio próximo cotizan a 160 dólares; salvo la posición diciembre del 2010 que cotiza a 166; y abril de 2011, a 159. Un mercado prácticamente sin pases entre las posiciones futuras, sin costo financiero ni costo de almacenaje de la mercadería. Mientras que las posiciones del maíz en Chicago muestran un aumento de ocho dólares para el mismo período analizado.

Esto puede ser posible en la Argentina de hoy, donde la incertidumbre que genera el Gobierno al limitar el otorgamiento de las licencias de exportación (ROE) produce tal distorsión que también se ve reflejada en los precios teóricos del maíz que podría pagar la exportación, y en su comparación con los precios reales en el mercado. Lo que sucedió con el maíz en estas últimas dos semanas lo veníamos anticipando. El balance de oferta y demanda mundial está tan ajustado que una potencial caída de la oferta o un aumento de la demanda resultaría explosivo en la reacción del mercado. Esto fue lo que sucedió a partir del último informe del Usda, que recortó la producción de maíz estadounidense en más de 12 millones de toneladas. En coincidencia con dicho informe, los chinos ya habían comenzado a incrementar sus compras de maíz por segundo año consecutivo. Como vemos, hubo una caída de la oferta, en simultáneo con un aumento de la demanda global. El resultado fue una suba explosiva en los precios de maíz en el mercado internacional.

Con este nivel de precios de maíz, la alternativa de sembrar maíces tardíos o de segunda comienza a tener mayores chances.