Huesos de megafauna

Los restos del animal hallado en

Adelina Este tendrían 25 mil años

Así lo manifestó la arqueóloga María Rosario Feulliet, tras realizar una segunda visita al lugar donde a principios de este mes se produjo el importante hallazgo.

 

Ariel Durán-Sergio Ferrer

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A principios de octubre pasado, la familia de Miguel Hagos vivió una gran conmoción al hallar en el patio de la casa de Belgrano 4326 -mientras estaba cavando un pozo negro junto a su hijo Pablo y el vecino Diego Sosa-, un par de huesos de un tamaño fuera de lo común. Esto último los hizo pensar en la existencia de restos de un animal prehistórico y motivó la intervención de las autoridades locales, así como la presencia de expertos en la materia, como la arqueóloga María Rosario Feuillet, que realizó las primeras observaciones sobre ese material.

Actualmente, Feulliet trabaja en la investigación acompañada por sus colaboradores (Paula Galligani, Fernando Balducci, Fabricio Coviello y Franca Scuizziatto), así como el geólogo Ernesto Brunetto y el licenciado Raúl Vezzosi, especialista Biodiversidad y en la megafauna del período que se está analizando.

Cubiertos por tosca

Feulliet remarcó que ya se han localizado más elementos óseos, como una vértebra y fragmentos de costillas, que se suman a lo que pareciera ser parte de una cadera y un fémur, animándose a decir que son restos de un animal “que tiene que haber vivido por lo menos hace 25 mil años”, en especial por la tierra en la que se encuentra depositado, a la que describió de una coloración verde y un olor realmente desagradable.

Todavía no se puede determinar la especie de animal hallado “porque se necesita una parte del hueso que sea diagnóstica y por el momento todo está cubierto por una capa de tosca, que es carbonato de calcio y hace muy difícil la limpieza en el sector”.

“Eso se va a revelar en el laboratorio”, agregó Feulliet. “Se sabe que es un gran mamífero extinguido no fosilizado, porque esto ocurre cuando el hueso se convierte en piedra y este no es el caso; siguen siendo huesos, aunque muy antiguos”, aclaró.

Si bien mantiene la teoría o presunción inicial, acerca de que era de grandes dimensiones, la profesional volvió a descartar que se trate de un gliptodonte, aunque remarcó que todavía no se puede hacer una determinación más específica, porque para hacerla necesitan ciertos elementos diagnósticos.

Ambiente de laguna

“Existen partes de los huesos que por sus formas, curvatura y espesor permiten hacer un acercamiento muy preciso sobre el animal en cuestión; estos elementos por ahora están cubiertos por la capa de tosca y por eso es muy importante contar con una vértebra, porque si logran limpiarla podría dar una aproximación exacta”, explicó luego.

“Es interesante saber que por la tierra que los recubre y según lo observado por Brunetto, podría tratarse de depósitos palustres, los que se conformaron en un momento en el cual el clima era muy húmedo y probablemente haya existido un ambiente de laguna o de encharcamiento, con gran concentración de agua; ello estaría revelando datos sumamente importantes del clima y el paisaje de esa época”, añadió.

“Estamos trabajando a 3,60 metros de profundidad, por debajo de la capa geológica que se denomina Tezanos Pintos, la que ya se ha datado en otros lugares de Entre Ríos y de la provincia de Santa Fe, por lo que tenemos una presunción de la antigüedad de los huesos: antes hablábamos de 10 mil años para atrás, ahora esa antigüedad sería un poco mayor y superaría, en principio, los 25 mil; igualmente, se han tomado muestras para hacer un análisis que lleve a determinaciones más específicas”, finalizó.

Los restos del animal hallado en  Adelina Este tendrían 25 mil años

Feulliet y uno de sus colaboradores trabajan en el patio de la familia Hagos, a 3.60 metros de profundidad.

Agencia Santo Tomé

Convivencia con el hombre

“Para ese período temporal en lo que ahora conocemos como América ya estaba poblada, ya existen sitios como Monteverde, en Chile, con una antigüedad de 20 mil años para arriba y en la cuenca del Amazona hay otro, que tendría hasta 40 mil años, aunque esta antigüedad todavía está en discusión”, explicó María Rosario Feulliet.

“Estamos tratando de ver si hay algún indicio de acción antrópica (como ser la caza, por ejemplo), pero no se tienen dudas que estos animales convivieron con el hombre; lo que nos preguntamos, particularmente, es si estos restos que se están encontrando nos pueden brindar alguna evidencia de la relación entre estos grandes animales y los hombres, porque todavía no hay absolutamente nada para la provincia de Santa Fe”, acotó.

En este sentido, indicó que la antigüedad es una primera aproximación, de acuerdo a lo visto por el geólogo y en cuanto al tipo de estrato o capas de tierra en la cual los materiales están depositados: “Todavía no los hemos retirado, sino que estamos en proceso de excavación, esperando saber lo que la suerte nos depare al respecto”.

Los métodos de datación a los que se podría recurrir se hacen en el exterior y se conocen como AMS (huesos) y OCL (para la tierra).

Enterratorios

En noviembre próximo, María Rosario Feulliet y su equipo de colaboradores reanudarán las tareas que vienen desarrollando en el núcleo de enterratorios humanos que componen el sitio arqueológico denominado Río Salado-Coronda II (Roverano al 300, también en Adelina Este).

/// EL DATO