Las “baterías” del mundo que viene

El litio trae inversiones pero deja pocos recursos en el país

Se extrae del lecho de los salares y es un mineral estratégico en el modelo energético de la movilidad: autos, celulares o computadoras. Las grandes corporaciones pusieron el ojo y las inversiones; el debate público sigue ausente.

De la redacción de El Litoral

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Según la consultora Pricewaterhouse Coopers, en 2012 las grandes terminales automotrices del mundo lanzarán al mercado 42 nuevos modelos de autos eléctricos. Eso significa que usarán -combinado con combustibles hidrocarburíferos- baterías de litio (Li) para dar energía a sus motores. La Argentina posee las terceras reservas mundiales de ese mineral, y podría ser el primer exportador global.

El litio no supone por sí mismo generación alternativa de energía. “En lugar de funcionar con gasolina, estos vehículos estará propulsado por baterías que se cargan con electricidad realizadas en las plantas alimentadas por carbón, gas natural, energía nuclear, energía solar y eólica”, advierte un informe que Michael Smith and Matthew Craze realizaron para la agencia Bloomberg.

El uso de estas baterías ya está generalizado en computadoras móviles y teléfonos celulares desde hace más de una década. Pero la irrupción de la industria automotriz en la demanda de estas “pilas”, hace del Litio un insumo estratégico de gran escala.

Según el Servicio Geológico de los Estados Unidos (Usgs) el 35 % de las reservas mundiales de Litio están en Bolivia; la mayoría de ellas en el salar de Uyuni, que el gobierno de Evo Morales se apresta a explotar con una inversión estatal de 900 millones de dólares, prometida para los próximos cuatro años.

La Argentina tiene menos reservas, pero las inversiones privadas están en marcha silenciosa pero sostenida marcha, sin que se hayan discutido los modelos de explotación y la distribución de la inmensa riqueza potencial de los yacimientos.

Cauchari

Un informe de Silvia Naishtat para Clarín difunde hoy que la autopartista multinacional Magna, asociada a la canadiense Lithium América, está explotando en Cauchari, en el “taco” jujeño, más de 43 mil hectáreas en busca del preciado mineral.

Cauchari se convirtió en el tercer yacimiento mundial detrás de Uyuni en Bolivia y Atacama en Chile. Los salares son el manto que cubre el preciado tesoro, que en la Argentina ya tiene otros inversores que los procuren.

La estadounidense FMC produce el litio que extrae desde el lecho subterráneo del salar del Hombre Muerto, en Catamarca; y la australiana Orocobre está madurando sus inversiones en el salar de Olaroz, en Jujuy, para producir desde el próximo año.

En su conjunto, la Puna sudamericana (Bolivia, Chile y la Argentina) alberga el 83 por ciento de las reservas mundiales de litio.

La sustentabilidad y la renta

La industria automotriz y de las comunicaciones avanza en el uso del litio antes que la sociedad pueda debatir sus implicancias. ¿Qué pasará cuando dos autos con baterías de litio choquen y el residuo exponga a los accidentados y socorristas?

El 75 por ciento de litio comercial se usa aún para hacer el vidrio o cerámica resistente al calor; también se usa como medicamento para tratar la depresión. La exposición humana a grandes cantidades, fuera de control, no será neutra, aunque hay tiempo para tomar precauciones.

Mientras tanto el mundo corporativo avanza inexorable y sin control. Los especialistas aseguran que la extracción del litio que está en el lecho de los salares es relativamente “amigable” con el medio ambiente.

Se extrae agua rica en litio, se deja secar en grandes piletones superficiales (el sol de las zonas secas aporta la energía necesaria para el proceso) en un proceso que lleva un año y medio, y del líquido restante se obtiene el carbonato de litio y el litio puro. Pero estos últimos pasos, que añaden valor industrial y la venta al exterior, no están bien atendidos a pesar del discurso oficial para agregar valor en el país.

Para explicar por contraste el caso, vale comparar el litio con la soja. El primero es un recurso no renovable que se va a granel de forma desregulada y deja escasas regalías a las provincias; el segundo reclama inversión para mantener el suelo, paga 35 % de retenciones a la exportación y no deja regalías a las provincias a pesar de ser una riqueza originada desde el suelo.

 

/// LA CLAVE

Mercado

El litio es el metal más ligero en la tabla periódica. El mercado mundial de baterías (de ion de litio) para autos sumó U$S 32 millones en 2009 y proyecta U$S 74.100 millones para 2020, según la consultora A.T. Kearney. La Argentina produce unas 6 mil toneladas de litio puro y el gobierno nacional especula con la posibilidad de ser el primer productor mundial, por el retraso relativo en las inversiones bolivianas.

 

/// EL DATO

Regalías

El modelo de explotación del litio en la Argentina es 100 % privado y totalmente extranjero -según el origen de los inversores- y casi no deja beneficios en el país. Las provincias son las dueñas del recurso que no es renovable pero que -por la ley minera de 1994- paga sólo 3 % de regalías y goza de privilegios impositivos.