680 kilómetros por la vida

En un acto de fe, José Osuna, Rafael Chiarlo y Daniel Verón viajaron en bicicleta hasta Itatí, en Corrientes, para honrar a la Virgen. El problema de salud en uno de ellos motivó este conmovedor recorrido, que se inició en nuestra ciudad y culminó en la basílica de la vecina provincia.

TEXTOS. JOSÉ ZENCLUSSEN. FOTOS. GENTILEZA osuna, chiarlo y verón.

 

“Nos encomendamos a la Virgen de Itatí por una cuestión especial; una señora en ese momento de angustia me da una imagen de la santa y me pide que ore por la salud de Rafael. Para ser sincero, no le conocía ni la cara a la Virgen, pero me encomendé a ella y el Rafa esta acá con nosotros”. Con estas palabras Daniel Verón sintetiza aquel hecho, que motivó este emocionante viaje.

La historia -en realidad- comenzaría unos días antes, cuando Rafael Chiarlo, cuñado de Daniel y José Osuna, se descompone en la casa de su madre. “Me llaman por teléfono, yo estaba en el remis-; enseguida lo llevamos al Sanatorio San Jerónimo y quedó internado. Lo vimos mal pero no pensamos que era tan grave”, recuerda Daniel. Esa misma noche llegó José.

La peor noticia llegaría un día después cuando los médicos le transmiten a José y Daniel que Rafael sufría una miocardiopatía severa. “El médico nos reúne a un costado de la sala y nos informa que tenía un 20% de probabilidades de vida; su corazón no servía. Esa noticia nos golpeó muy fuerte a todos”, contaba José.

“Rafael es una persona muy especial en la vida de nosotros; él siempre está dispuesto a ayudarnos y dar una mano. Fue lo peor que nos podían haber dicho en ese momento” agrega Daniel. Fue en ese momento que ambos se encomendaron a la Virgen de Itatí, para pedir por la salud de Rafael quien, luego de un tiempo, logró recuperase.

SURGE LA IDEA

Luego del mal momento vivido por la familia, un domingo por la mañana en un almuerzo donde estaban los tres, decidieron dejar de lado aquellos tristes día en el hospital para concentrase en esta aventura. “Decidimos como agradecimiento ir en bicicleta hasta Corrientes a venerar a la Virgen de Itatí; nos pusimos de acuerdo y resolvimos encarar la travesía”, decía Rafael con la emoción en sus ojos.

“Hace un año -aproximadamente- estaba luchando por mi vida; ésto fue un desafío, los médicos no lo pueden creer todavía”, agregaba “el Rafa” quien rescató el apoyo brindado por la familia, amigos y compañeros que estuvieron con nosotros. “El viaje fue una emoción muy grande para mí”.

Desde el momento en que los tres decidieron realizar el viaje, buscaron el consejo de amigos que ya habían emprendido esta travesía. “Hablamos con mucha gente que hizo este viaje -algunos hace 10 años que van- y nos dieron consejos para maximizar las fuerzas y poder cumplir nuestra promesa”, apuntó José.

Daniel comentó que el entrenamiento se dividió en viajes cortos hasta la costanera y otros más largos hasta Laguna Paiva y por la ruta Nº 1. “Fueron meses de mucho sacrificio pero valió la pena; había que entrenar duro porque eran 680 kilómetros de recorrido”.

LA PARTIDA

Y por fin llegó el día. El sábado 2 de octubre en la Iglesia María Auxiliadora -Alberti 2555-, el padre Héctor Gaostini bendijo las bicicletas “en un acto de fe, amor y agradecimiento hacia a la virgen” como ellos mismos dijeron- y un día después partieron hacia la Basílica de Itatí, recorriendo unos 150 kilómetros por día.

Con una rutina de 12 horas de pedaleo todos los días, con intervalos de una hora para elongar y comer, Daniel, José y Rafael se fueron acercando al objetivo. “Tuvimos días de mucho sol, viento en contra y lluvia, pero llegamos igual”, cuenta Rafael mientras larga una sonrisa.

El recorrido tuvo algunas anécdotas que vale la pena contar. “En la segunda etapa, antes de llegar a Calchaquí, nos esperaba en la ruta un periodista de la FM local para hacernos una nota. Unos kilómetros más adelante una persona que había escuchado la radio nos ofreció alojamiento y comida, la verdad fue muy emocionante y gratificante”, expresó José.

Luego de cinco largos días llegó el momento esperado, ese jueves 7 de octubre que siempre quedará en la memoria de José, Daniel y Rafael. “Llegamos al mediodía; los últimos 10 kilómetros fueron muy emocionantes, se nos salía el corazón, lloramos muchísimo; fue muy reconfortante para nosotros mismos. Es impagable y vale la pena todo lo que hicimos”, se emociona Daniel recordando la llegada a la Basílica.

Por la noche celebraron una misa en familia. “El cura párroco al otro día, por la mañana, nos bendijo a nosotros y los regalos -medallas, estampitas y virgencitas- para amigos, familiares y gente que tiene algún problema. Nosotros tenemos mucha fe en la Virgen y sabemos que los va a ayudar, falta mucho afecto y amor entre nosotros. Ojalá este mensaje que intentamos transmitir ayude a otras personas a sentirse mejor”, agregó Daniel.

La satisfacción de estos tres “personajes” los decidió a volver con la misma devoción y entusiasmo el año próximo. “En 2011 volvemos, el domingo 2 de octubre salimos nuevamente, esperemos que con más gente”, cierra Daniel entre risas.

ITINERARIO

El recorrido comenzó con el tramo número 1 desde Santa Fe hasta Gobernador Crespo. El segundo tramo, desde Gobernador Crespo hasta Malabrigo. El tercer tramo fue desde Malabrigo hasta Villa Ocampo. El tramo número 4 del recorrido fue desde Villa Ocampo hasta Bassail (provincia de Chaco). Y el 5º y último fue desde Bassail hasta la basílica de la Virgen de Itatí.

 

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AGRADECIMIENTOS

Osuna, Chiarlo y Verón agradecieron al Padre Héctor Gaostini, quien bendijo las bicicletas; al cardiólogo Daniel Ragatin; a Santiago Rainaudo y Pedro Carranza - que ayudó en la preparación-, quienes los acompañaron hasta Candiotti y San Justo, además de familiares, amigos y, en especial, a la familia Llanes -titular de una empresa de remises- y a Ignacio Gómez.

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Luego de cinco largos días de pedaleo y sacrificio llegó el momento esperado -ese jueves 7 de octubre- de llegar a Itatí.

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Las familias de José Osuna, Rafael Chiarlo y Daniel Verón junto a Rubén Llanes.

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En la Iglesia María Auxiliadora -Alberti 2555-, el padre Héctor Gaostini bendijo las bicicletas.

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LA VIRGEN

Una versión cuenta que la Virgen de Itatí hizo su aparición en Tabacué (“pueblo que fue”) convenciendo a los indígenas de suspender el ataque que planeaban contra los colonos del lugar. Desde 1589, y ya hace más de 300 años, congrega a cientos de fieles del país y de países vecinos entre el 12 y el 17 de julio, fecha que coincide con la festividad de la Virgen del Carmen.

Su nombre proviene del guaraní, “ita” roca y “tí” blanca, o sea piedra blanca, por los yacimientos de cal que estaban junto al arroyo Caleria.