Maniobra inconclusa

El nombre del padre Axel usado por un estafador

Una vez más un desconocido se hizo pasar por el sacerdote para engañar a un empresario, pero fracasó.

 
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El padre Axel recordó que no es esta la primera vez que alguien intenta una estafa valiéndose de su nombre. Foto: Archivo/Gallegos

José Luis Pagés

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El nombre de un sacerdote católico que cuenta entre sus feligreses con vecinos de los barrios que atendió el padre Gasparotto fue usado ayer en una maniobra que, cuando estaba en pleno desarrollo, fue interrumpida por la policía santafesina.

El frustrado estafador -quien no pudo ser identificado y menos detenido-, imitó la voz del cura para burlar la confianza de un empresario, un agente inmobiliario de los más conocidos de nuestra región.

A media tarde y en el despacho que Mario Luccisano tiene en avenida Freyre fue recibida la llamada telefónica de una persona que se identificó como “Padre Axel”, el sacerdote en cuestión.

En principio Mario Luccisano, titular de Fides, creyó reconocer la voz del padre Axel Arguinchona de modo que escuchó atentamente y en diálogo -con quien resultaría ser un impostor-, acordó entregarle una suma de dinero con fines benéficos.

En resumen: supuestamente una criatura enferma debía viajar a La Habana para ponerse en manos de médicos cubanos.

Por supuesto que hacía falta dinero para el pasaje y la estadía, tanto para ella como para su acompañante y lo recolectado hasta el momento no era suficiente, no alcanzaba todavía.

Luego, a un pedido del cura, el empresario aceptó cubrir la diferencia con dinero contante y sonante esa misma tarde, porque como suele ocurrir, la necesidad era urgente.

Convencido hasta ese momento acerca de la autenticidad de la llamada Luccisano ensobró 710 dólares e intentó comunicar al sacerdote que el dinero estaba disponible, entonces advirtió que ese número de teléfono no era el mismo que guardaba su agenda.

Entonces Luccisano se puso en contacto con el verdadero padre Axel y enseguida estuvo en claro que una vez más el nombre del sacerdote había sido usado para acortinar una estafa, tal como ocurrió en otras oportunidades que el cura denunció públicamente de un tiempo a esta parte.

Una nueva llamada sirvió para que el estafador conviniera con el empresario quien, cómo y dónde pondría en manos de Arginchona el dinero solicitado.

“Como tengo que oficiar una misa en Recreo, puede darlo al padre de la chica o a la persona que pase a buscarlo por la agencia, con entera confianza”, dijo el falso cura, que cerró el diálogo con una bendición.

Un chico, chofer de una empresa de remises se presentó en Fides y pidió que le dieran esa carta dirigida al padre Axel, a quien la debía entregar cerca de la iglesia de Villa del Parque.

Por supuesto que el remisero a quien escoltaban varios policías que vestían ropas civiles no encontraron al Padre Axel ni a ninguna otra persona que se interesara por el sobre. El estafador había desaparecido, pero se cree que esta vez dejó algún rastro.

“Como ya lo denuncié públicamente, esta no es la primera vez que hacen algo así, usan mi nombre para estafar a gente dispuesta a ayudar a los más necesitados”, recordó el padre Axel.

“Es bueno que se conozca, que quede claro que no se puede abusar impunemente de la ingenuidad o la buena fe de las personas”, dijo el empresario Luccisano.

En principio y, tanto como para conocer su versión de los hechos, el joven remisero fue llevado a sede policial.