En el Día de la Soberanía
Sentido llamado a la unidad nacional
Cristina Fernández de Kirchner en los actos centrales que se realizaron en la localidad de San Pedro.
Foto: DyN
Se recordó la Batalla de la Vuelta de Obligado. La presidenta habló de construir una gran nación y renovó críticas por la presencia británica en Malvinas.
De la redacción de El Litoral
DyN
La presidenta Cristina Fernández encabezó anoche los actos centrales por el 165º aniversario de la Batalla de la Vuelta de Obligado, en la que la Confederación Argentina enfrentó a una escuadra naval de las potencias de la época, el Imperio Británico y Francia.
“Siempre me pregunté y me preguntaré por qué en la escuela siempre nos han enseñado cada una de las batallas y campañas que permitieron liberarnos del yugo español y, sin embargo, se ocultaron deliberadamente durante dos siglos todas las luchas que se dieron contra otros colonialismos que aún subsisten, como por ejemplo, en nuestras Islas Malvinas”, dijo la presidenta. Y se respondió: “No es casualidad, es para convencernos de que es imposible luchar para mantener la dignidad nacional. El mejor homenaje que podemos hacer a estos hombres y mujeres en el Bicentenario, a 165 años de aquella gesta maravillosa, es entender la necesidad de la unidad nacional, no como un objetivo declarativo, sino como un instrumento para lograr definitivamente la construcción de una gran nación”, enfatizó.
“Es lo que soñaron Rosas, San Martín, Belgrano, Moreno, Castelli y Monteagudo, todos los hombres y todas las mujeres que lucharon por esos ideales”, repasó la presidenta. En esa circunstancia, alguien del público agregó a la lista el nombre del ex presidente Néstor Kirchner, fallecido hace tres semanas, lo que conmovió a la jefa de Estado.
En un discurso de 22 minutos, ante gobernadores, los ministros de su gabinete y jefes de las Armadas y de Seguridad, además de autoridades locales y provinciales, pero sin representantes de la oposición, la mandataria realzó la “valentía” de quienes participaron de la Batalla de la Vuelta de Obligado, el 20 de noviembre de 1845.
Para el final, la presidenta convocó “a los más de 40 millones de compatriotas a nuevas gestas. No va a ser necesario emplazar cadenas en los ríos (como hizo en 1845 el general Lucio Mansilla). Será necesario despojar nuestras cabezas de las cadenas culturales que durante tanto tiempo nos han metido y que son más fuertes, más invisibles y más dañinas que los cañonazos, porque muchas veces nos hacen ver las cosas con el cristal no de la Patria, sino con el de los intereses de otros. “Que el 20 de noviembre sea símbolo de unidad nacional, pero también de dignidad y soberanía para defender a la Patria”, concluyó.