Es su 43º disco

“Una nueva vida” para Los Palmeras

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“Vivimos de esto, y hacemos lo que nos gusta”: ésa es, según el cantante, la fórmula para seguir creciendo. “En esta carrera, todos los días hay algo que aprender”, agrega. Foto: Gentileza producción.

Rubén Deicas cuenta las alternativas del nuevo material del popular grupo, que está en las disquerías desde la semana pasada, y sobre cómo se sigue vigente luego de 38 años de carrera.

 

Ignacio Andrés Amarillo

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El jueves salió a la calle “Una nueva vida”, el 43º disco de Los Palmeras en 38 años de existencia, en un nuevo capítulo de la relación del grupo con su público. “Hay una labor ininterrumpida en estos 38 años, la mayoría de esos trabajos ha sido galardonada con discos de oro y platino. Eso habla a las claras de las ventas que realizaron las compañías, Capif entrega estos premios. Antes, era de 70.000 el de platino y de 30.000 el de oro, pero ahora las cifras han cambiado”.

El que habla es Rubén “Cacho” Deicas, “el Frank Sinatra de la cumbia”, tal como lo bautizara Dady Brieva años atrás.

—Este disco es con una nueva compañía.

—Este año firmamos contrato con Procom, una compañía de Buenos Aires que ha tomado bastante en serio la cosa, ya que se han comprometido a fusionarse con otras compañías en Centroamérica y en los países limítrofes para sacar este material a la misma hora en que sale acá en Santa Fe: sale en toda la Argentina y en el exterior también.

—Es un lanzamiento latinoamericano...

—Pero se hace todo en Santa Fe: nosotros somos de aquí, y por fin tenemos estudios de grabación que permiten hacer todo desde acá, sin tener que estar moviéndote como antes, viajar a Buenos Aires...

—En los comienzos sólo se podía grabar allá...

—Sí, acá no había estudios profesionales, había estudios muy precarios. Para hacer las cosas bien tenías que ir a Buenos Aires. Allá tenés que estar las horas que sean necesarias, va un conjunto del interior y tiene que pagar un poco el derecho de piso.

—Y ahora, ¿dónde grabaron?

—En el estudio de Alejandro Bandeo, una sala de grabación nueva en Santa Fe. Es para recomendar, porque hemos logrado un trabajo bastante importante, con mucha dedicación de la gente que está al frente del estudio. Ojalá que de aquí en más no solamente Los Palmeras, sino todos los grupos que estén pensando en una buena grabación, lo puedan hacer con Ale: es de Santa Fe y nos conocemos todos.

Lo nuevo

—Pasaron de “Sin fronteras” a “Una nueva vida”.

—“Sin fronteras” era el anterior, que anduvo muy bien. Nosotros le tenemos más esperanza a éste. Le hemos dedicado mucho tiempo, no solamente en la grabación, sino en la elección de los temas, que es muy importante para poder llegar al gusto popular masivo, que es lo que busca todo artista.

—¿Cómo se llega a la lista de los que salen?

—Ése es todo un trabajo que por ahí no se ve.

—Por ahí le gusta a uno y no funciona con el público, y el que menos le gustaba a uno es un éxito.

—Sacamos 30, 35, 40 temas a veces. Hay que sacarlos, musicalizarlos, buscar algunos con buenas letras, melodías y ritmo. Lo que nos da siempre el marcador es la gente: los probamos en los bailes, hacemos participar al público en qué temas les gusta que grabemos. No hay forma de equivocarse, la gente es la que te levanta o te baja el pulgar.

—Igualmente, siempre se han llevado alguna sorpresa...

—Sí. A pesar de los años que tenemos grabando, pensamos que algún tema no podía andar y la gente lo eligió, no se equivocó. Es lindo, porque en esta carrera todos los días hay algo que aprender.

—Se afina el ojo...

—Y se afina el oído... (risas). Igualmente, al mejor cazador se le escapa la perdiz, en este caso, los temas.

—¿A cuáles les tienen fe en este disco?

—Hay varios: “Llora me llama”, “Mueve la co”, “Lavado cerebral”. Hoy por hoy, la gente ya los tiene reconocidos y los pide por título. Así como van y piden: “Dame el último de Los Palmeras”, porque ya es una costumbre que todos los años estemos grabando para esta fecha.

—¿Por qué “Una nueva vida”?

—Tenemos un cambio de compañía, es un cambio de aire con las perspectivas de hacerlo conocer en otros países. Eso, para nosotros, es un halago.

—Ya había llegado antes, de todos modos, había mercado.

—Por eso la inquietud. Si de afuera nos mandan conjuntos que por ahí andan o no acá, ¿por qué no podemos ir nosotros a mostrar lo que sabemos? Humildemente, si no va, no va.

Trabajo constante

—¿De dónde salen las pilas para seguir en esto después de tantos años?

—Hay que tener ganas de seguir trabajando, luchando, buscar nuevos horizontes. Por ahí puede llegar un tiempo en el que haya un desgaste, un cansancio. Pero lo tomamos de manera profesional: vivimos de esto, y hacemos lo que nos gusta. Estamos constantemente buscando temas, convocando a autores santafesinos o a nivel nacional e internacional. Siempre estamos en la búsqueda del tema, o del éxito.

—Vos tuviste un problema de salud y, apenas pudiste, estabas otra vez en carrera.

—Más que nada por los compromisos que uno se hace, por ser por demás de estricto. En este caso, después de un problema de salud ya es inevitable parar un poco. Pero teníamos contratos firmados, a los músicos no los podés dejar parados... Una serie de cosas que ocurren dentro de un grupo que por ahí no se ven.

—Por ahí te agarran ganas de parar...

—Sería lo más lindo tomarse unos tres o cuatro meses... A partir de febrero nos vamos a tomar unas merecidas vacaciones.

Magia Palmera

—¿No se asustan un poco con el fenómeno que generan?

—Hemos tocado en fiestas muy importantes, como en el Bicentenario de la Nación, cuando era incalculable la cantidad de gente que pasaba frente al escenario de la 9 de Julio. Para nosotros fue un halago: llevar lo que humildemente sabemos hacer, de Santa Fe, y que haya tomado ese vuelo, nos llena de orgullo.

—A veces, el evento es chico y lo levantan ustedes...

—El ritmo levanta a la gente, o la novedad de verte en un lugar provoca un movimiento, un “¡Oh!”, y se palpa arriba del escenario. La sensación de dejar de cantar y que siga el público es maravillosa.

Orgullo de padre

—Ya que a él le preguntan, hagamos la recíproca: ¿cómo ves el trabajo de Cristian (“Matt Hungo” Deicas) con Astro Bonzo?

—A mí me sorprende la manera en que lo hacen, es todo a pulmón: la grabación, el disco, son esfuerzos que hacen ellos. Y tienen la virtud de ser autores de los temas que graban, y gustan. Eso es lo más importante: grabar un tema que es conocido es más fácil; pero grabar un tema tuyo, hacerlo conocer y que guste es más difícil. A ellos se les da porque cuentan con la facilidad de tener melodías en la cabeza, y letras. Y, aparte, interpretarlas en cada instrumento, como lo hacen Cristian y toda la banda: son excelentes músicos y saben lo que quieren.

—Al final, van a ser el “uno-dos” de la música santafesina, cada uno en lo suyo...

—Yo le respeto su lugar porque se lo ganó. Uno le ha dado las primeras armas, pero el lugar se lo ganó él.

Actividad

—¿Qué se viene para Los Palmeras?

—Estamos tratando de cumplir con todos estos eventos de despedidas, fiestas particulares, de comercios o industrias. Después esperamos la repercusión de este material, y ver las posibilidades de ir a apoyar la difusión a otros lugares. Sería lo más lindo a partir de mayo o julio trabajar en otros lugares para apoyar lo que ya se hizo ahora. El “Bombón...” o “La suavecita” han funcionado en otros lugares y por ahí no se han podido manejar a la distancia. Cuando se produce un éxito tenés que estar en el lugar para ser partícipe.