El camino de los documentos

Medios defienden su publicación

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La tapa de los medios donde se publicaron los cables hoy, 29 de noviembre de 2010. Foto:EFE

Los cuatro diarios y el semanario que accedieron a los documentos fundaron su publicación en el interés público. Fueron seleccionados de acuerdo con criterios que permitieron proteger la vida de personas en países dictatoriales o en guerra.

 

De la redacción de El Litoral

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DPA- EFE -Diario La Nación

Los documentos clasificados del Departamento de Estado norteamericano obtenidos por Wikileaks fueron difundidos parcialmente por el diario El País, de España; el The New York Times, de Estados Unidos; The Guardian, del Reino Unido; el semanario alemán Der Spiegel y el francés Le Monde.

“Los documentos revelan los mecanismos y contactos de los diplomáticos estadounidenses para conseguir información secreta”, afirmó el director de El País, Javier Moreno, en un mensaje de video publicado en la web del diario.

“Naturalmente, el motor último que ha animado este proyecto es el enorme interés público de todos estos documentos”, señaló el director de El País.

En una nota a sus lectores, el New York Times señaló que cree que los documentos “sirven a un importante interés público e iluminan los objetivos, sucesos, compromisos y frustraciones de la diplomacia estadounidense de una forma que otros informes no pueden igualar”.El New York Times agregó que las informaciones fueron provistas sin condiciones. Cada una de las organizaciones periodísticas acordó comenzar a publicar el material el domingo, aunque cada una decidió qué informar sobre la base de los cables filtrados de forma independiente.

En un artículo titulado “Por qué Le Monde publica documentos de Wikileaks”, el diario francés indicó en su página web: “Desde el momento en que estos documentos fueron pasados, incluso si fue ilegalmente, a Wikileaks, y dado que por ello ya corren el riesgo de caer en dominio público en cualquier momento, Le Monde consideró relevante para su misión tomar nota de estos documentos, someterlos a un análisis periodístico y transmitirlos a sus lectores”.

En tanto, el diario británico The Guardian, defendió su tratamiento “responsable” de los documentos obtenidos y señaló que eliminó nombres de contactos e informantes de Estados Unidos cuyas vidas pudieran estar en peligro.

El redactor jefe del departamento de investigación, David Leigh, en declaraciones a la emisora británica BBC, dijo que los documentos debían salir a la luz bajo cualquier circunstancia, pues “muestran a la gente de todo el mundo lo que en realidad sucede ante ellos. Estados Unidos es la única superpotencia del mundo y se considera la policía del mundo. Esa forma de comportarse ante otros Estados -incluido el Reino Unido- es muy significativa. Y la gente debe saber lo que ocurre en el mundo”.

Los 251.287 documentos secretos filtrados por el sitio WikiLeaks fueron estudiados por más de 120 periodistas de los cinco países donde fueron publicados, compartieron informaciones y expertos. “Una cooperación semejante no tiene precedente”, indicó el Le Monde.Los periodistas -según revela La Nación- “decidieron qué temas no tratarían de los documentos recibidos hace semanas, muchos de los cuales corresponden al período comprendido entre 2004 y marzo de 2010. Además, los diarios elaboraron listas comunes de personas a proteger, especialmente en “países dictatoriales, criminalizados o en guerra”, por lo que la identidad de aquéllos que consideraron “amenazados” fue ocultada.

 

/// EL DATO

La red

Los cables diplomáticos de Estados Unidos que ha publicado Wikileaks proceden de SIPRnet, una red de comunicaciones supuestamente secreta que utiliza el Pentágono y a la que tienen acceso más de dos millones de personas.

En su gran mayoría los documentos filtrados llevan la identificación como “SipDis” -el acrónimo de las palabras en inglés “distribución por SIPRnet”-. SIPRnet es el acrónimo que corresponde a la Red de Protocolo de Encaminamiento por Internet Secreta.

La SIPRnet, según los periódicos, se diseñó para resolver un problema que afectaba a todas las grandes burocracias: cómo distribuir de manera secreta información confidencial entre muchos funcionarios que pueden estar en diferentes partes del mundo.