En San Javier

Lo atropelló con el caballo y fue procesado por homicidio

Lo que en un principio fue presentado como un accidente, ocurrido a mediados de septiembre en un camino rural, se convirtió en un crimen a raíz de las declaraciones de testigos.

De la Redacción de El Litoral

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El juez de Instrucción Sergio Carraro procesó a un joven de 22 años que vive en zona rural del departamento San Javier, por atropellar con el caballo y provocarle la muerte a su vecino. La víctima, identificada como Juan Atilio Ceferino Bordón, estaba cortando paja a la vera del camino, cuando el “Chulo” Miguel Ángel Ledesma, pasó por el lugar.

El lamentable episodio ocurrió la tarde del 17 de septiembre, cuando la policía de la Unidad Regional XIV tomó conocimiento de la existencia de una persona lesionada a la altura del camino fiscal que conduce a Colonia Indígena. Con el “rostro hinchado y emanando sangre de su boca” estaba Bordón, que a pesar de los golpes, acusó a “Chulo” Ledesma, que lo había atropellado con el caballo.

Dadas las características del caso todo indicaba que se trató de un accidente propio del ámbito rural, y la policía remitió el caso al juzgado Correccional de turno por “lesiones graves culposas”.

Pero a los pocos días -21 de septiembre- Bordón falleció en el hospital Cullen, donde se encontraba internado a causa de las lesiones, especialmente un golpe en la zona del tórax, producto de una pisada del caballo con una de sus manos.

Un accidente

“Frente a la gravedad de los hechos”, y a partir de las versiones que responsabilizaron a Ledesma por lo ocurrido, el caso pasó a la órbita del Juzgado de Instrucción Tercera, que por entonces estaba a cargo de Sergio Carraro.

El juez ordenó la detención del imputado y la policía de San Javier secuestró un “rebenque con mango de cuero” que estaba en su casa y que se presume habría usado para azuzar al animal e incluso azotar a la víctima.

En Tribunales, “Chulo” Ledesma contó que esa tarde iba a caballo camino a su casa cuando bajo los efectos del alcohol comenzó a hamacarse en la silla. Aseguró que “estaba tomado”, y el caballo avanzó tocando el bollero eléctrico, por lo que perdió el control de las riendas y fue a dar contra Bordón que realizaba trabajos en el lugar.

Contó que una vez que pudo controlar a la bestia regresó sobre sus pasos para ayudar a Bordón, que le decía que “está todo bien, que no tenía nada”. Tampoco acepta haber atropellado a Bordón con mala intención o acaso golpearlo con el rebenque; muy por el contrario dijo que eran amigos.

Con un rebenque

Pero a esa primera versión se opusieron los relatos de dos mujeres -una de ellas pareja de la víctima-, que contaron haber visto a Ledesma acercarse a Bordón en su caballo para recriminarle que “estaba cortando la paja”. Lo acusaron de castigarlo con un “chicote” o “rebenque” y que después le tiró el caballo encima. Fue entonces que tocó el bollero eléctrico y el animal avanzó sobre el cuerpo de la víctima. Y lejos de haberle prestado asistencia al herido las mujeres aseguraron que se fue a la casa.

Lo llamativo del caso es que los otros vecinos desconocían problemas personales entre víctima y victimario, es más, uno de ellos dijo que Ledesma le solía dar dinero a Bordón para comprar vino.

En los considerandos del procesamiento, el juez de Instrucción interpretó que el hecho ocurre en “un escenario que se nos presenta como un lugar lejano, poco habitado, en plena zona rural”. Se apoya en el material fotográfico recolectado, en el que se da cuenta de que a la vera del camino rural se puede ver el alambre del bollero eléctrico, la caña caída que se utiliza para elevar el hilo; y las matas de paja cortada.

El juez reconoce que Ledesma no tuvo intención de ocasionar la muerte de Bordón, sino que ésta se dio de manera fortuita, cuando el caballo se tornó incontrolable. Finalmente, Ledesma fue procesado como autor penalmente responsable del delito de “homicidio preterintencional” y se dispuso su inmediata libertad.

Recuperó la libertad

El fiscal Nº 4, Juan Pablo López Rosas, solicitó la prisión preventiva del imputado, pero contó con la oposición de la defensa técnica de Ledesma que pidió la libertad de su cliente “bajo promesa jurada o la substitución de la prisión preventiva”. Si bien el juez Carraro procesó a Ledesma por el delito de “homicidio preterintencional”, el 12 de octubre, a su vez autorizó liberarlo, “siempre y cuando cumple con una serie de requisitos básicos, como el de estar al cuidado de una persona mayor y presentarse los lunes, una vez por mes en la Comisaría Primera de San Javier y cubrir una caución por $ 5.000”.

Lo llamativo del caso es que los otros vecinos desconocían problemas personales entre víctima y victimario; es más, uno de ellos dijo que Ledesma le solía dar dinero a Bordón para comprar vino.