PROYECTO EDUCATIVO

Una escuela y un hogar de ancianos, unidos por la lectura

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Los abuelos les leyeron cuentos, poesías y leyendas a los adolescentes. Una experiencia de aprendizaje y enriquecimiento mutuo. Foto: GENTILEZA ESCUELA Nº 1496.

En una secundaria de Desvío Arijón, alumnos y abuelos compartieron textos en el marco de un proyecto para fomentar la lectura. La radio del pueblo transmitió en vivo. Enseñanzas y aprendizajes desde los dos extremos de la vida.

 

DE LA REDACCIÓN DE EL LITORAL

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En los papeles figura bajo el título: “Páginas con vos y voz”. En los hechos, los protagonistas desbordaron la letra fría y convirtieron el encuentro en una fiesta inolvidable.

Se trata de un proyecto de lectura y narración desarrollado por el Departamento de Lengua de la escuela de Enseñanza Media Nº 1496, de Desvío Arijón, a 40 km de Santa Fe. Una escuela que no tiene teléfono, ni sede propia. Una escuela que existe, literalmente, porque todo el pueblo quiso que existiera: hace dos años, el Ministerio de Educación pretendía que los chicos que terminaban séptimo se trasladaran a hacer la secundaria al barrio vecino, La Caima. La gente puso el grito en el cielo, los docentes se plantaron y la decisión tuvo que ser suspendida.

Desde entonces, el establecimiento funciona a pulmón. Primero y segundo año dan clases en dos aulas que les presta la primaria. Tercero y cuarto, dentro de un gran tinglado que les cede la comuna, y que no filtra fríos ni calores. Recién este año se pudo hacer un tabique con durlock para armar dos aulas dentro de esa gran estructura. Ahora ya está aprobado el proyecto y se encuentran disponibles los fondos para la construcción del edificio nuevo, en un terreno cedido por la comuna.

El año que viene egresa la primera promoción: son chicos que nunca vieron de cerca una computadora, excepto aquellos privilegiados que pueden ir a aprender por su cuenta.

Desvío Arijón no tiene cine, ni teatro: ninguna sala. El único lugar de acceso al conocimiento y la cultura es la escuela que, gracias a que los docentes no miden esfuerzos, recién está pudiendo reunir algunos libros para darles forma de biblioteca.

Paradojas de la vida moderna: ubicada a pocos metros del río Coronda, la localidad no tiene agua potable. Es también la escuela el punto de reunión en este sentido: en la puerta de la primaria hay un tanque de agua que se trae desde Sauce Viejo, y al que la gente recurre a diario. Las hepatitis y las diarreas son frecuentes. Recién ahora se han iniciado las obras para que la localidad cuente con este servicio.

Zona frutillera por excelencia, cuando llega la época de cosecha, a fines de agosto, los alumnos cambian carpetas y lápices por recolección y despalillado. Para los docentes también es época de campaña: ir casa por casa, apalabrar, convencer de que el chico tiene que estar en la escuela. Los resultados no son tan alentadores como la imagen de cajones llenos de frutos rojos.

ENCONTRARSE

La realización del proyecto tuvo que ver “con conocer, recuperar y revalorizar los libros, las palabras y la literatura. Nuestro objetivo fue hacer que los adolescentes y jóvenes manipularan, curiosearan, abrieran, cerraran, eligieran, se sumergieran en ese planeta de abrazos con uno mismo que genera la lectura. Disfrutar de este amigo, el libro, verdadero compañero de la vida, es un derecho y, como tal, debe ser conocido por todos”, explican las docentes a cargo: Julieta Bagilet, Mirta Bessonart, Eloísa Gario, Silvia López y Claudia Pandolfo.

La iniciativa -que tuvo una primera etapa en la que visitaron la escuela los integrantes del grupo Puro Cuento, que dirige la narradora oral Marcela Sabio- se completó sobre fin de año con la visita de un grupo de abuelos del hogar Tallarico-Toretta, también de Desvío.

Para los chicos fue una experiencia alentadora. Para los abuelos, significó “tres o cuatro días sin dolores”. “A nosotros nos cuesta bastante la movilidad. Tener que subir y bajar de la camioneta es todo un esfuerzo. Pero es fabuloso lo que provoca el contacto con los chicos. Vinieron tan emocionados, tan contentos...”, cuenta Marta Regaldo, la directora del hogar.

En la casa hay actualmente 29 abuelos y abuelas: es el único hogar propio de Pami en la zona de Santa Fe. “Estamos en zona rural y nos cuesta bastante salir. Yo siempre el día anterior hago el empuje: les pego carteles, los incentivo. Siempre hay algunos motivados que están dispuestos y contagian al resto. A otros hay que empujarlos, cuando ya está la camioneta en la puerta. Había dos señoras nuevas, que ingresaron hace pocas semanas, y que no se animaban a ir... Que me voy a cansar, que con quién vamos a estar, que dónde vamos a ir... Cuando llegamos a la escuela, no se querían volver. Yo estuve allí; pasó la hora, me tuve que retirar y ellos quedaron ahí, súper enganchados”, relata Marta.

“Yo les había pedido a ellos que buscaran cuentos o leyendas interesantes porque, como el público estaba formado por chicos de entre 13 y 17 años, pensé que no resultaría tan fácil sostener la atención. Fue notable cómo los escucharon, cómo les acercaban las sillas, cómo los tenían en cuenta. Hay abuelos que han perdido a sus hijos o a sus nietos: fue muy conmovedor para ellos encontrarse con estos chicos”, define la directora del hogar.

 

/// EL DATO

En vivo

La radio del pueblo, también de Desvío, transmitió en vivo el encuentro. Así, toda la comunidad pudo disfrutar de esta jornada especial.