Al margen de la crónica

Un universo completo

Cuando el éxito de The Beatles fue mayúsculo, quien escribe estas líneas era apenas un niño de 6 años. Junto a hermanos mayores creció escuchando la música de los ingleses hasta que se separaron oficialmente en 1970. Obviamente aquellas canciones siguieron y siguen sonando por todos lados, en cualquier momento. Pero refiero la edad, porque rápidamente admiré a Paul McCartney con sus baladas -sencillas o complejas- pero siempre entradoras.

Y también fui uno de los estúpidos que acumuló un odio visceral contra John Lennon porque consideró que se separó por culpa de Yoko Ono. Y, con más razones, seguí atado a las hermosas melodías de Paul. Pero a medida en que crecía otras canciones comenzaron a tener un sabor diferente. Al principio había sido Twist and shout la canción que había desviado una mirada hacia el personaje más singular de la banda. Después fue una canción diferente Norwegian wood en la que George Harrison hace una introducción con un sitar. Un temazo. In my life del álbum Rubber Soul en la que Lennon recuerda las personas y lugares que marcaron su vida.

Un par de años más tarde aparece una de las canciones que será adaptada y cantada en todos los rincones del orbe: Strawberry fields forever donde el psicodelismo comienza a aparecer de una manera más clara pero que se expresará de una manera contundente en Lucy in the sky with diamonds. Obviamente que la referencia al LSD levantó una gran polvareda hasta que se conoció la historia completa: Lucy O’Donnel era una vecinita amiga de Julian Lennon. El hijo de John había hecho un dibujo de su vecinita y un día entró gritándole a su padre: “¡Es Lucy en un cielo de diamantes!”.

Otra canción imponente fue Revolution. En las épocas en que se compraban discos de vinilo (los larga duración y los singles) uno de The Beatles hizo historia. Era el single que tenía como oferta Hey Jude, consumidos por los adolescentes como locos. Pero del otro lado estaba el intento de meterse en la discusión política que fue su propuesta revolucionaria, otro temazo en el que se luce en la introducción Ringo Starr.

Across the Universe es una canción para tener muy en cuenta. “Sonidos de risas y sombras de tierra resuman en mi vista abierta. Incitándome e invitándome. Un amor imperecedero y sin límites brilla a mí alrededor como un millón de soles.

Llamándome y llamándome a través del universo”, afirma John. Y este himno fue el que motivó a un musical del año 2007 -con fuertes referencias a los “60- con una gran cantidad de canciones para disfrutar.

Finalmente, ya fuera del grupo Lennon crea otro himno: Imagine que inmortaliza con un video exquisito junto a Yoko y, tal vez apropiado para esta altura del año, cabe traer al recuerdo otra canción que cantaron John y Yoko como un llamado pacifista: Happy Xmas (War is over).

Durante mucho tiempo argumenté (me engañé) que el rechazo que tenía por John era por los lentes. No gustaban las personas que usaban lentes. Los años me descubrieron que el miope era yo y que Lennon podía ver mucho más allá, a través del universo.