Pase lo que pase termina arriba como protagonista

Otra vez Unión está ahí

Darío Pignata

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Hace un año, el Unión del “Turco” Alí cerraba el 2009 en zona de ascenso directo, en medio de una gran expectativa, haciéndose muy fuerte como local e ilusionado porque arrancaba el 2010 con dos partidos seguidos ante su gente. Hoy, un año después, con otro técnico —Kudelka—, con otro estilo y con otros varios jugadores (se fueron muchos, llegaron varios), Unión vuelve a cerrar el medio capítulo final en una posición expectante con 29 unidades. Es cierto que el puntero Atlético Tucumán (30) y dos de los escoltas como Instituto (29) y San Martín de San Juan (28) deben jugar por estas horas sus partidos, pero el peor de los escenarios —tres victorias— no lo desplazará jamás de los primeros lugares.

Este es, sin dudas, el mayor logro de la directiva de Spahn en el rubro fútbol profesional, más allá de la ingeniería económica y financiera en tiempos de crisis. Desde que el empresario conduce la institución, Unión está arriba, pelea el objetivo que todos quieren y se hace cargo de esa famosa palabrita: protagonismo en la Primera “B” Nacional.

¿Cuántas veces escuchamos la frase de “a Unión no le queda otra que ser protagonista y animador en un torneo de ascenso” de boca de dirigentes que pasaron, entrenadores que llegaron y jugadores que se pusieron esta camiseta en estos siete años en la “B”? Ahora, la palabra se hace carne. Está ahí Unión, otra vez. Con sus puntos débiles —una localía no tan sólida—, con sus contradicciones increíbles (perdió con los que estaban últimos en Santa Fe), con su coraje estratégico para jugar fuera de Santa Fe y con muchos nombres pero sin grandes nombres.

Es cierto que llegaron tantos jugadores como se fueron de un torneo al otro. Y es real que terminan jugando Zurbriggen y Montero, dos jugadores del club que no estaban en los planes iniciales cuando arrancó la era Kudelka. Por eso ahora, dirigentes y cuerpo técnico tienen un solo camino: inyectarle calidad en serio a este plantel a la hora de reforzarlo. Es preferible uno o dos de nivel antes que cuatro del montón. El tema es encontrarlos a tiempo y tener el dinero para el medio año decisivo que se viene en el 2011.

¿Cómo se puede potenciar a este equipo si no aparece plata fresca e importante para salir al mercado? Recuperando a un jugador como Zárate, imitando la receta Montero con el pibe Moreno o haciendo explotar más de lo que dieron hasta acá jugadores como el zurdo Velázquez o el mismo Pablo Pérez.

Unión colgará en el arbolito sus deseos de ascenso para estas 20 fechas finales en el 2011, sabiendo que en porcentajes de rendimiento el equipo sumó más como visitante que de local. Perdió mucho y mal en Santa Fe (doble 0-3 con Aldosivi y Belgrano) pero ganó en plazas complicadas como Tucumán, Jujuy y Rafaela.

Está claro que le sobra actitud y corazón para buscar los partidos en casa con el aliento de su gente. Lo que le falta, en todo caso, son variantes de juego para abrir esquemas cerrados como los de anoche y más capacidad de gol. Allí deben apuntarse los refuerzos para el futuro, sin dudas: un volante ofensivo o mediapunta y un delantero que la meta.

En un torneo donde la mitad de los equipos tenían exigencias de protagonismo, Unión termina en el lote de arriba, cerca de los dos lugares de ascenso directo. Termina más arriba que el promocionado Rosario Central y que el costoso Belgrano de Córdoba. Ni qué hablar de San Martín de Tucumán y Chacarita.

Y ésta es, lejos, la principal bandera de Kudelka en los primeros 18 partidos de la temporada. A los tumbos, lo puso a Unión arriba. Que le falta, le falta. Como a casi todos. Pero sí o sí dos van a ascender y dos van a jugar la Promo. En la intimidad, Darío sabe como técnico que puede dar el batacazo, llegando en silencio y desde atrás.

Más que nunca, la mesa deberá apoyarse en cuatro patas que deberán dar hasta que duela: los jugadores, el cuerpo técnico, los dirigentes y la gente. Cada uno en lo suyo, sabiendo que cada puesto es una trinchera estratégica para ganar —de una vez por todas— la batalla final.

Otra vez, como sea, Unión está ahí arriba. Otra vez se irá a las Fiestas pidiendo el mismo deseo. Quedan 20 finales. Falta mucho, es cierto. Fue un equipo irregular. Que pudo estar más arriba de no perder tanto en Santa Fe. Y que ya se hubiera quedado al lado del camino si no “batateaba” tanto de visitante.

/// SÍNTESIS

UNIÓN 2

CAI 1

Unión: Alejandro Limia; Santiago Zurbriggen, Juan Pablo Avendaño, Nicolás Correa y Juan Pablo Cárdenas; Fausto Montero, Pablo Pérez, Sebastián Vidal y Jorge Velázquez; Paulo Rosales; Mauro Quiroga. DT: Frank Kudelka.

CAI (Comodoro Rivadavia): José Burtovoy; Alejandro Manchot, Nelson Seguel, Facundo Talín y Emanuel Morales; José Loncón, Luis Funes, Roque Gil e Ignacio Malcorra; Diego Romero y Matías Soto Torres. DT: Jorge Vivaldo.

Gol en el primer tiempo: 39m. Malcorra (CAI).

Goles en el segundo tiempo: 24m. y 49m. Pérez (U).

Cambios: en el segundo tiempo, al comenzar, Leandro Zárate por Velázquez (U); 17m. Emanuel Moreno por Zurbriggen (U); 28m. Nicolás Bubas por Loncón (CAI); 30m. Marcos Rilo por Seguel (CAI) y 37m. Raúl Chalabe por Romero (CAI).

Árbitro: Carlos Stoklas.

Estadio: Unión de Santa Fe.

Pablo madrugó a Pablito. Había tapado varias pero aquí falló José Pablo Burtovoy, con pasado sabalero y haciendo tiempo con oficio al estar la CAI ganando en Santa Fe, era el blanco de todos los insultos de los hinchas de Unión. Había sacado pelotas importantes, hasta que llegó el centro de Paulo Rosales, le picó mal, reaccionó peor, se cayó y el “Fantástico” empató de cabeza casi abajo del arco. Foto: Flavio Raina

Lo grita con alma y vida. El desahogo del “goleador” En un momento, con la CAI ganando, Pablo Pérez fue a buscar una pelota cerca de la platea lateral e intercambió insultos con un plateísta que le recriminaba algo. Cuando marcó el empate, dio toda la vuelta por atrás del arco de la Redonda en la carrera del festejo y lo gritó con la boca llena de gol, desahogándose por lo que le habían dicho. Foto: Flavio Raina

 

 

BAJO LA LUPA

LIMIA (6): no tuvo mucho trabajo específico de manos. Se quedó sin reacción y sin dar el paso adelante para achicar en el primer gol. En el complemento, cuando estaba 1 a 1, inventó una tapada fenomenal.

ZURBRIGGEN (5): no estaba jugando mal, sólo que su cambio fue la resultante de un sacrificio posicional para poner a Moreno por izquierda y quedar con tres atrás.

AVENDAÑO (6): parado en línea de tres, ganó siempre en el anticipo, empujó un montón desde el fondo y contagió entusiasmo. Marcó el camino desde atrás.

CORREA (5): lo mejor del “Coto”, seguramente, no se vio en este campeonato, donde perdió el fuego de sus recordados goles de cabeza. De todos modos, con garra suple casi todo.

CÁRDENAS (4): muy mal escalonado cuando partió el pelotazo en la contra del primer gol de la CAI. Luego, en el manejo de la pelota desde atrás, cometió muchas imprecisiones.

MONTERO (5): mostró pasajes de muy buen juego y triangulación en el primer tiempo pero le costó mucho ganar un mano a mano en el complemento hasta el empuje del final.

VIDAL (6): con un equipo que tomó riesgos por todo lado en el complemento, siempre quedó bien ubicado para frenar las escapadas visitantes y para empujar.

PABLO PÉREZ (8): cuando arrancó el complemento, estaba más preocupado por los insultos de la platea lateral que por jugar. Hizo un click, se enojó y llegaron los goles. Aprovechó un regalo de Burtovoy en el primero e inventó la pirueta final en el segundo. Gran figura y determinante.

VELÁZQUEZ (5): le volvió a faltar tranquilidad para definir, fundamentalmente con un par de habilitaciones de Rosales. Si levantara un poco más la cabeza...

ROSALES (6): siempre se muestra, la pide y es importante para el equipo, aún cansado y errático. Unión debió aprovechar su buen arranque, cuando estaba encendido.

QUIROGA (5): entre las tapadas de Burtovoy y la falta de puntería propia, se quedó sin gol el “Flaco”. Otra vez dio la impresión de generar, por lo menos, una infracción penal.

ZÁRATE (4): dejemos de lado el tema del peso, porque muchos lo ven pesado y él dice que está un par de kilos arriba. La falta de fútbol es peor: si estuviera en ritmo, no erra el que erró tirándola arriba.

MORENO (5): aportó, abriendo la cancha por izquierda, algunas cositas interesantes, como un centro perfecto a la carrera que la “Chancha” despilfarró.