Se cumple el objetivo de terminar la primera mitad cerca de la punta...

Hora de no equivocarse

Hora de no equivocarse

A Santa Fe llegaron 12 refuerzos. Algunos anduvieron bien, otros regular, otros mal y hasta están los que no jugaron. Dentro de los de buen rendimiento, está Vidal. Se dice que hay que ponerle un dinero a Boca. ¿Será cierto? Foto: Pablo Aguirre

Unión está ante otro gran desafío. ¿Dinero o creatividad para reforzar el buen trabajo del DT?

 

Enrique Cruz (h)

La irregularidad no ha sido un defecto tatengue sino una constante en el fútbol argentino. No es común que un equipo vaya a la casa del puntero (Atlético Tucumán) y le gane con cierta dosis de claridad, pero que luego pierda claramente como local ante Aldosivi, Belgrano o Patronato, como ocurrió en esta primera rueda. De todos modos, el sprint final tatengue, con dos empates y dos triunfos consecutivos, le otorgaron cierto grado de regularidad que lo hizo escalar a los primeros lugares de la tabla.

Como ya expresamos, Unión está haciendo una campaña parecida a la de All Boys en la temporada pasada, que le valió al albo de Floresta la clasificación para la Promoción. O sea, gana mucho, pierde bastante y empata poco. All Boys ganó la mitad de los partidos de la temporada anterior. Unión también ha ganado la mitad de los partidos y junto con Atlético Tucumán son los que más veces gritaron victoria (9 en total sobre 18 encuentros).

¿Por qué decimos que es hora de no equivocarse? Porque la ambición protagónica de Unión, más estos números, más el dato elocuente de la realidad respecto de la enorme brecha que se abre entre los clubes de la A y los de la B, a la hora de la generación de recursos, son datos incontrastables y similares a los de hace exactamente un año, cuando los errores de adentro y los de afuera hicieron que Unión pasase de estar en ascenso directo al cabo de la primera rueda, a un noveno puesto de intrascendencia en el final de la temporada.

¿Hay plata?

Es la primera pregunta que me hago. Se habla de desprenderse de un jugador (Ricardo Acosta) por una suma de dinero que apenas alcanza para pagarle dos meses de sueldo al plantel; se habla de un posible futuro reclamo de Boca para que se pague un dinero (es una cifra pequeña) por el préstamo de Sebastián Vidal; se achicó el plantel en ocho jugadores y se menciona que existiría otra lista para seguir con la reducción; se sigue hablando de un déficit mensual de 300.000 pesos que ya no se puede achicar (el de Rosario Central es de un millón, aproximadamente) y torna inviable a la institución.

No existe la posibilidad de concursarse porque los principales acreedores son dirigentes actuales y ex dirigentes. Y las soluciones económicas siguen siendo las mismas de las que tanto hablaba Malvicino: la chequera de los dirigentes. Dicen que el presidente Spahn —que ya puso mucho dinero en el club— preguntó hace unos días cuánto se necesitaba hasta mediados de año, y que cuando escuchó la respuesta hizo una mueca con mezcla de fastidio y resignación.

¿Cómo puede generar dinero un club en estas circunstancias? Es complicado. Los jugadores no se cotizan en la B, pese a que la CAI, por ejemplo, habría valorizado a Soto Torres en unos 400.000 dólares, según se comentaba el viernes en la cancha. Pero Unión, en este momento, no está para vender sino más bien para reforzar el plantel y buscar un ascenso que le generaría, desde el vamos, un recurso televisivo que sextuplica al actual.

“¿Y qué hacemos si ascendemos?, ¿la gran Quilmes armando un plantel completo para bajar al año siguiente?”, me comentó un fuerte allegado a la dirigencia hace unos días. ¿Y por qué no pensar en hacer la gran All Boys, que con inteligencia armó un plantel que ya le dio un colchón de puntos más que importante de cara al 2011?

Trabajo y refuerzos

Por todos estos argumentos, Unión necesita fortalecer este plantel. Primero, cumpliendo económicamente y generando un ámbito de tranquilidad para trabajar. Segundo, confiando en un técnico que ha demostrado su capacidad. Tercero, trayendo refuerzos sin margen de equivocaciones para darle el salto de calidad que necesita.

Hay que pensar en un volante ofensivo que sea compañía o alternativa para Rosales; y hay que buscar algún delantero que responda a las características de complementación para Quiroga y Zárate, que ni Weiner (que jugó casi nada) ni Mannara pudieron aprovechar.

Unión está metido en el “baile” y debe “bailar”. Ya tuvo, el año pasado, una experiencia sobre la que se debieron sacar conclusiones. El equipo ha cumplido con lo que se expresó en el arranque, cuando el mosaico de 12 refuerzos generaba innumerables signos de interrogante respecto de la viabilidad o no del proyecto y se decía que había que terminar la primera mitad a cuatro o cinco puntos de la punta. Será así. Por lo tanto, hay que poner todo el empeño en corregir lo que sea necesario, achicando al máximo el margen de error. Si se puede.

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Jorge Velázquez fue de menor a mayor. Le falta más gravitación en el área rival. Foto: Pablo Aguirre

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La gente acompañó al equipo, pagó, alentó y festejó la victoria agónica ante la CAI. Foto: Pablo Aguirre

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Carlos Stocklas, el árbitro debutante. Hubo dos jugadas dudosas en el área de la CAI que no cobró. Foto: Pablo Aguirre