Al margen de la crónica

Trezidavomartiofobia

La triscaidecafobia es el miedo irracional al número 13. Hoy es lunes 13, por lo que muchos hoy sufrirán esa paranoia por lo que las 24 horas del día casi se convierten en un muro increíblemente difícil de superar. Una angustia completa por la mera presencia del sexto número primo. La verdad es que como cualquier mito o cualquier miedo, es totalmente irracional y las justificaciones, variadas. Por ejemplo, muchos refieren a que en la última cena había doce apóstoles y con Jesús se llegaba al número fatídico y de allí la preocupación. Pero por otro lado está Zeus, que lo vemos en el cortejo de los 12 dioses vivir feliz y exitosamente y hasta Ulises, al que le correspondería el número 13, escapa de ser devorado por el Cíclope.

Pero para complicar un poco más las cosas, en los países del norte del globo, hay una fobia más dirigida y es la que genera la conjunción de los viernes con el número 13. Según la wiki información, la fobia específica al viernes 13 se llama paraskavedekatriafobia o friggatriscaidecafobia o tocaidecamestafobia; pero para nosotros, integrantes del lote de los países del sur, la fobia al martes 13 se llama trezidavomartiofobia.

Hoy es apenas lunes, por lo cual no hay que alarmarse tanto porque hay mucho por delante para el primer martes fatal en 2011 ya que apenas habrá dos, uno en setiembre y el otro en diciembre. Nada dramático. Dos en 365 es apenas el 0,55 por ciento del total de jornadas, con lo cual si vemos la cantidad de gente que anda dando vueltas por la vida, casi con seguridad es que tendremos una posibilidad infinitesimal de caer en desgracia.

Claro, eso si se ve a este número como algo maldito. Pero también está la visión optimista. Porque si bien cuando se saca el número 13 de un mazo de tarot aparece la muerte, no significa necesariamente que quien dio vuelta la carta recibirá a la Parca esa misma noche sino que, además, puede entenderse a ese arcano como un cambio, una mutación o la aparición de algo nuevo en la vida. Eso dicen también los cultores de la cábala que toman a este número como muerte y nacimiento. Y son los japoneses los que le ponen la frutilla al postre porque consideran a “esos días” como los más atractivos y alegres para un hacer un sinnúmero de cosas.

Finalmente habrá que compadecerse de quienes nacen los días 13 porque a diferencia del resto que soportan apenas un día cada tanto como el de la “yeta”, los nacidos bajo esta influencia deberán optar definitivamente entre vivir angustiados sobre el día en que cae su onomástico o festejar gozosos ser los beneficiarios directos de un número que actúa como una bendición. Eso sí, para no tener problemas cuídese de los gatos negros, de no cruzar debajo de una escalera abierta, de no derramar sal o vino, como de tantas otras cosas. Es más, esta nota la tuve que estirar un poquito porque tenía 2.812 caracteres y, obviamente, al sumarlos (2 + 8 + 1 + 2 = 13) número que me provocaría más de un dolor de cabeza en lo que resta del día.