Agua potable,  cada vez más escasa

Agua potable, cada vez más escasa

 

Por el agua, esencial para la vida y sustento de la naturaleza, han luchado los pueblos y cerca de ella se han erigido todos los núcleos urbanos. La actual situación de contaminación ambiental ha perjudicado a las cuencas hidrológicas y corre peligro la subsistencia de una gran parte de los habitantes del planeta.

TEXTOS. ISABEL MARTÍNEZ PITA. FOTOS. EFE REPORTAJES.

Se calcula que el volumen de agua en el planeta es de 1.300 millones de kilómetros cúbicos, lo que significa 1.360 trillones de litros. Dividida esta cifra por cada ser humano, a cada uno le corresponderían 250.000 millones de litros. Con estas cifras da la impresión de que el agua es un recurso ilimitado. Pero nada más lejos de la realidad, porque de esta masa solo el 3 por ciento es agua dulce, la mitad de ella potable.

Su distribución en el mundo es desigual y son muy pocas las poblaciones que la poseen en cantidad suficiente. Es en las zonas templadas y en los trópicos húmedos donde se halla la mayor parte de las aguas pluviales.

El agua potable es aquella apta para beber y que se utiliza para usos domésticos. El último informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) sostiene que diez años después de los compromisos adoptados por la ONU para mejorar la vida de los más pobres, 884 millones de personas viven sin acceso al agua potable y 2.600 millones no cuentan con los servicios mínimos de saneamiento.

LA CALIDAD

A pesar de que las legislaciones de cada país desarrollado han intentado aumentar las medidas de seguridad para el mantenimiento de los acuíferos, informes científicos muestran que tampoco en estas zonas del planeta estén limpias las aguas. La proliferación de las industrias y su efecto contaminante son los perjuicios de mayor relevancia.

En palabras de Julio Barea, doctor en Ciencias Geológicas y responsable de la campaña de contaminación de Greenpeace, “recientemente, un estudio sobre los ríos de Europa y de Estados Unidos determinaba que sorprendentemente no estaban en tan buenas condiciones como se esperaba en los países desarrollados donde las leyes son muy exigentes y se ha invertido mucho dinero en la depuración de las aguas. Estos países no tienen problemas de agua potable, pero sí de calidad del agua. Con el cambio climático cada vez va a haber menos disponibilidad de agua, porque la estamos estropeando”.

El cambio climático está provocando graves daños en la naturaleza y desastres meteorológicos que no son iguales en todas las zonas del planeta. Según los pronósticos científicos, se producirá una disminución de las precipitaciones. Cuando éstas se produzcan, van a ser seguidas y concentradas de forma mucho más violenta, y las sequías serán más intensas.

Sin embargo, estas lluvias no ayudan a aumentar los caudales de agua ni sus depósitos, “porque lo que aumentan son las corrientes superficiales. Ayuda a aumentar los niveles cuando son lluvias continuadas, persistentes. Cuando son lluvias torrenciales o muy fuertes, son evacuadas rápidamente por los cauces y no hay suficiente tiempo de almacenarlas, porque no se produce una infiltración tranquila”, explica Barea.

Con el cambio climático también se están deshaciendo los glaciares, con lo que estamos perdiendo una posibilidad de tener agua potable porque ésta se va al mar, se contamina y se vuelve salada. Las desaladoras son un gran aporte tecnológico para transformar el agua de mar en agua potable, pero no todos los países tienen esta posibilidad porque es un proceso muy caro y tecnológicamente complicado, así que no resulta una medida que se pueda implantar de forma masiva.

TECNOLOGÍA

A nivel individual, la gente puede mejorar la calidad de las aguas. Hay muchos métodos domésticos, por ósmosis, filtros electrolíticos, carbón activo..., depende de cuál sea la contaminación. No es lo mismo una contaminación salina que una contaminación por pesticidas o por nitratos, el método irá en función del tipo de contaminante que se quiera eliminar.

A pesar de que existen sistemas para purificar el agua, es muy complicado instalarlos y mantenerlos en países subdesarrollados. Para Barea, “cada día se producen gran cantidad de fallecimientos por enfermedades que en Occidente son triviales y que se podrían erradicar fácilmente potabilizando el agua. Organizaciones como Cruz Roja, Médicos sin Fronteras, aparte de otras, trabajan precisamente no solo en hacer pozos, sino en que el agua que se consuma sea de calidad. Este es un gran reto, porque mucha gente muere por beber aguas contaminadas o en malas condiciones”.

“En algunos países de Asia están bebiendo de acuíferos con un altísimo nivel de arsénico. Esas poblaciones beben el agua que tienen: si el agua resulta contaminada, no les queda más remedio que beberla o morirse. Es muy importante poder proveer a todas estas personas de un agua de cierta calidad y, sobre todo, que no la sigan contaminando, porque en estos países que no tienen sistemas de saneamiento, las aguas sucias terminan contaminando los acuíferos o los cauces que luego a su vez otra gente está bebiendo”, dice Julio Barea.

uno de los objetivos del Milenio es, no solo erradicar el hambre sino también proveer a las personas de una cantidad de agua mínima al día para sus necesidades.

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El cambio climático está provocando graves daños en la naturaleza y desastres meteorológicos que no son iguales en todas las zonas del planeta.

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UN RECURSO EN DISPUTA

El futuro del agua es para el representante de Greenpeace, Julio Barea, un tema geoestratégico. “La humanidad ha vivido prácticamente hasta los albores del siglo XX sin petróleo, sin energía eléctrica, pero hemos conseguido sobrevivir y nos hemos desarrollado como civilización. Pero la Humanidad nunca ha conseguido vivir sin agua, por lo que se resume que el agua es imprescindible, como respirar. En muchos países ya hay guerras y conflictos por el control de los recursos hídricos, porque detrás del agua hay un negocio. Quien tiene agua tiene posibilidad de desarrollar cualquier actividad industrial, agrícola o de ocio. Todo necesita agua”.

Este es uno de los objetivos del Milenio, no solo erradicar el hambre sino también proveer a las personas de una cantidad de agua mínima al día para sus necesidades. “Es por lo que estamos luchando muchas ONG: para que el agua sea un bien de la Humanidad necesario”, concluye.