El futuro del sistema de boleta única

Lamberto: “Debemos tratar el veto  para darle certeza a la ciudadanía”

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El jefe de la bancada oficialista de Diputados respaldó la posición del gobernador Binner e instó a sus pares radicales a buscar un consenso. El objetivo es definir el tema antes de fin de año y no dejarlo hasta febrero.

 

Mario Cáffaro

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El veto del gobernador Hermes Binner al artículo 19 de la futura ley de boleta única para extender este sistema a la elección primaria, generó un cimbronazo en el seno del oficialista Frente Progresista debido a la actitud contraria del radicalismo, expuesta en conferencia de prensa por autoridades partidarias y todos los legisladores provinciales.

La observación del Poder Ejecutivo ingresó el último jueves a Diputados y fue girada a la Comisión de Asuntos Constitucionales que lo consideraría la semana próxima para habilitar su tratamiento en el recinto en la última semana del año. El diputado socialista Raúl Lamberto, en diálogo con EL Litoral, defendió la postura del Ejecutivo y afirmó que el Frente debe respaldar el veto para brindar certeza al ciudadano y a los partidos políticos.

—¿Por qué está de acuerdo con el veto parcial del Ejecutivo a la ley de boleta única?

—Porque se trata de combinar la ley de boleta única con la ley macro de primarias obligatorias, abiertas y simultáneas que es la que fija, en cierta forma, el ámbito donde se debe aplicar la boleta única. Cuando se votó la ley de primarias para superar al sistema de ley de lemas se debatió sobre dos temas: el voto obligatorio y el padrón que debía ser común o único tanto para la primaria como para la general. En ese momento, la bancada oficialista (PJ) se encargó de explicar que no se trataba de una interna sino de una primaria y que era la primera parte de un proceso único. Por lo tanto, el voto era obligatorio porque era parte de un proceso público que era el proceso primario y el padrón era único porque se intentaba tener el mismo padrón en la primera parte y en la general. Este es el criterio que primó y siguió siendo usado como antecedente legal y doctrinario por el propio Tribunal Electoral.

Cuando se vota el sistema de boleta única y se lo establece estrictamente para la general se genera una discordancia entre la ley vigente (primaria) con la de boleta única porque quedan formas de votar diferentes en la primaria y en la general. El gobernador tenía dos opciones: o no aplicaba la boleta única en ninguna de las dos elecciones o lo hacía para ambas. Optó por esta última postura porque vetó la excepcionalidad que establece la disposición transitoria de no aplicarlo en el año 2011 a las primarias. Si el veto no es rechazado, en la práctica queda aprobado que se aplique en ambas instancias.

—¿Esta es la interpretación que usted hace del veto?

—Sí, sin dudas. El veto es parcial, integra la primera parte del artículo 59 de la Constitución donde establece que el Poder Ejecutivo puede vetar en forma general o parcial y que este veto para ser rechazado necesita los dos tercios, primero de la cámara de origen y después de la revisora. Si estos dos tercios no se obtienen, el veto queda confirmado, sea en forma general o parcial.

—La actitud del oficialismo ¿será ratificar el veto en el recinto o dejarlo caer por el paso del tiempo?

—Queremos tratar el veto. Nos parece que tiene razonabilidad. El Ejecutivo ha intervenido por primera vez en la etapa de promulgación, ha hecho un análisis de oportunidad y de legalidad que lo ha plasmado en este veto tratando de mantener la congruencia entre el sistema de boleta única y primarias. Queremos ratificar este artículo dando certeza a todo el sistema porque si vamos a esperar la aprobación pasados los 30 días, con receso intermedio, estaríamos muy cerca de la fecha de presentación de listas con lo cual generamos una incertidumbre en todo el sistema.

Como Frente Progresista y como gobierno tenemos la responsabilidad de que el ciudadano sepa con qué metodología y con qué sistema se va a votar en un tiempo prudente para que los partidos puedan participar en forma correcta y adecuada en los procesos electorales. Esperar el transcurso del tiempo no es adecuado. Somos quienes estamos en el gobierno y tenemos la responsabilidad de tratarlo a la brevedad, aceptándolo -desde el punto de vista de la bancada socialista- o si obtienen los dos tercios rechazándolo.

—Ante la postura del radicalismo, ¿esto no pone en peligro el Frente Progresista?

—Estamos conversando. He notado de parte de los referentes (los diputados Marcucci, Boscarol, Mascheroni) una actitud de prudencia. Tienen una opinión distinta, pero una actitud de prudencia. Nos ha costado mucho construir un Frente Progresista, es una herramienta importante de cambio no sólo para las elecciones sino para gobernar y todos tenemos la voluntad de que esta coalición sea defendida y preservada. Tenemos que tener mucho diálogo.

Exhorto a mirar este sistema, en la práctica nadie puede decir que beneficia o no a alguien. Es una ley sancionada, forma parte de lo que planteó siempre el Frente como idea del sistema electoral. La idea central de boleta única es defendida por todos y no puede ser que la aplicación en la primaria sea un elemento de discordancia que no permita obtener una forma de consenso y de funcionamiento.

Hemos decidido tomar el tiempo necesario para avanzar, incluso sobre temas donde puede haber dudas y pueda surgir de la reglamentación y tratar de que en un plazo breve, no más allá de quince días, podamos dar el tratamiento en el marco de un consenso que debe existir- primero- en el Frente Progresista.

Esperamos que todo esto no sea parte de una maniobra del gobierno socialista y sus aliados radicales destinada a dejar caer el proyecto de boleta única y volver al viejo sistema de boleta sábana”.

Declaración del

bloque de senadores justicialistas

En la Constitución

ARTICULO 59. Vetado en todo o en parte un proyecto por el Poder Ejecutivo, vuelve con sus observaciones a la Cámara de origen, la que, si en votación nominal lo confirma por mayoría de dos tercios de los votos presentes, lo remite a la Cámara revisora, y si ésta también se expide de igual manera, el proyecto queda convertido en ley y se comunica al Poder Ejecutivo para su promulgación.

Si ambas Cámaras no insisten con dicha mayoría, el proyecto no puede repetirse en las sesiones del año. Si el veto ha sido parcial y las Cámaras aprueban por simple mayoría las enmiendas propuestas por el Poder Ejecutivo, el proyecto, con éstas, queda convertido en ley.

La Legislatura debe pronunciarse sobre el veto del Poder Ejecutivo dentro del término de un mes de comunicado, o, en su caso, de iniciado el período ordinario de sesiones; en su defecto, se considera rechazado el proyecto.

El veto parcial de la ley de presupuesto no implica la necesidad de devolverlo totalmente a la Legislatura y puede promulgarse en las partes no observadas.