Vacaciones: cómo evitar los golpes de calor

Guía práctica para saber cómo reconocer un golpe de calor, cuáles son las medidas para prevenirlo y qué hacer ante su ocurrencia.

TEXTOS. DR. SERGIO MURYÁN, CARDIÓLOGO SANATORIO DE LOS ARCOS / REVISTA NOSOTROS. FOTO. ARCHIVO EL LITORAL.

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Bebés, niños menores de 4 años y ancianos están más propensos a padecer esta patología.

Comienza el verano y con él las actividades al aire libre de grandes y chicos en la pileta, la playa o el camping, lo que significa estar expuestos al sol y a la intemperie durante largos períodos de tiempo.

Si bien la recreación al aire libre es saludable hay que tener en cuenta que las altas temperaturas a las que podemos estar expuestos durante la época más calurosa del año pueden provocarnos cambios en el organismo que -a veces- perjudican nuestra salud, como los golpes de calor.

Es causado por un mal funcionamiento de los centros reguladores de temperatura en el organismo, lo que genera un exceso de calor en él. Por eso, el cuerpo es incapaz de controlar la temperatura y puede alcanzar hasta los 40º. Se trata de una patología grave y puede llegar hasta la pérdida de la conciencia.

Son más propensos a padecerlo los bebés, niños menores de 4 años y ancianos (en particular los que viven solos o son dependientes) por tener una termorregulación menos suficiente; las personas que sufren diabetes, insuficiencia cardiaca u obesidad porque se les reduce la eficiencia de la termorregulación; los pacientes medicados con psicofármacos, antihistamínicos, diuréticos o beta bloqueantes; las personas con diarrea profusa debido a que facilita la deshidratación.

Otros grupos que tienen más predisposición a padecer golpes de calor están formados por personas con las facultades mentales disminuidas; aquellos que viven en áreas con elevada humedad porque esta situación reduce la eficiencia de la sudoración y disminuye la pérdida de calor corporal; y quienes consumen alcohol en exceso, debido a que les provoca deshidratación y mayor riesgo de sufrir un golpe de calor.

LOS SÍNTOMAS

Los principales síntomas son: temperatura corporal mayor a 39,5º, piel roja, caliente y seca, aceleración del pulso (taquicardia) y de la respiración (taquipnea), dolor de cabeza pulsátil, mareos y náuseas.

La ausencia de sudoración es un signo tardío en el golpe de calor. En algunos casos, la persona puede sentirse desorientada, con agitación y a veces manifestar alucinaciones o confusión mental y en situaciones extremas puede ocurrir hasta la pérdida de la conciencia.

Por este motivo, se aconseja poner en práctica las siguientes medidas de prevención:

- Tomar agua a pesar de no tener sed: cuando una persona está deshidratada, siente sed entre 20 y 30 minutos después de comenzar a deshidratarse.

- Evitar el consumo de bebidas alcohólicas, café, té o bebidas cola y las que contienen mucho azúcar.

- Evitar la actividad física intensa y consecutiva durante varias horas.

- Cuando se va a realizar actividad física es recomendable tomar líquido 30 minutos antes de empezar y cada 20 minutos.

- Reponer líquidos y sales (bebidas deportivas) que se pierden con la sudoración e incorporar ensaladas, frutas, verduras y jugos en mayores cantidades.

- Bajar las persianas con el objeto de evitar que el sol entre directamente en la habitación.

- No abrir las ventanas cuando la temperatura exterior es superior a la del interior.

- Si la temperatura supera los 35º en el interior de la vivienda, el ventilador no enfría el ambiente, solamente mueve el aire.

- En lo posible pasar al menos 2 horas al día en algún lugar climatizado y eventualmente tomar una ducha o un baño fresco.

- En caso de tener que permanecer en el exterior es recomendable: estar el mayor tiempo posible a la sombra, usar sombrero, ropa liviana y de color claro, como así también calzado cómodo que permita que los pies transpiren.

QUÉ HACER

Lo primero que se debe hacer ante un golpe de calor es trasladar al paciente a un lugar fresco, con sombra y ventilado; colocarlo en posición semisentada con el cuello extendido (no en hiperextensión) para mejorar la entrada de aire.

Para disminuir la temperatura corporal, mojar la cabeza y aplicar compresas de agua fría en la frente y nuca, eventualmente realizar esta acción en todo el cuerpo. Para hidratarlo, darle de beber pequeños sorbos de agua fresca o idealmente bebidas con contenido de sales minerales. Luego de estos primeros auxilios, es fundamental derivarlo a un centro asistencial para que sea examinado por un profesional médico.

Cabe agregar que el esfuerzo de adaptación al calor para mantener la temperatura corporal es mayor en el verano porque, cuando se produce la primera ola de calor, el organismo no está acostumbrado a temperaturas elevadas. Esto ocurre también cuando se suceden muchos días con elevada sensación térmica, sin descenso marcado de la temperatura por la noche y cuando los registros de humedad son muy altos y -por ende- aumenta la sensación térmica.

el cuerpo es incapaz de controlar la temperatura y puede alcanzar hasta los 40º. el golpe de calor es una patología grave y puede llegar hasta la pérdida de la conciencia. son más propensos a padecerlo niños y ancianos.

Los mitos incorrectos

- “Si me coloco un gorro mojado luego de mojarme la cabeza me mantendré hidratado”: de esta manera se disminuye la eliminación de calor por la cabeza por el aumento de la humedad local, lo que puede facilitar el desarrollo del golpe de calor.

- “Si estoy dentro de la pileta no me deshidrataré”: no existe la hidratación periférica a través de la piel, por lo que la permanencia en el agua no evita la deshidratación.

- “Si hace mucho calor, debo suspender los medicamentos que estoy tomando”: en principio, debe seguir tomando toda su medicación. Ante cualquier duda consulte con su médico. No se automedique.