EXPOSICIÓN
Sobre el legado jesuita en Santa Fe
En el museo Histórico Provincial se pueden apreciar elementos de una colección que permite conocer el accionar de la Compañía de Jesús en la zona.
Si bien las piezas se exhiben, en modo parcial, periódicamente, la muestra organizada en esta ocasión, en adhesión a los 400 años de la presencia jesuítica en Santa Fe, permite valorar la rica dimensión de la colección. Fotos: GUILLERMO DI SALVATORE
DE LA REDACCIÓN DE EL LITORAL
En 1941, al año de su creación y dos años antes de su inauguración, el Museo Histórico Provincial de Santa Fe recibió del colegio de la Inmaculada Concepción, la donación por escritura pública de un significativo conjunto de piezas que desde aquel momento integran su acervo.
En aquel momento se expresaba: “Entre RP Juan Moglia, rector del colegio de la Inmaculada Concepción de Santa Fe y los Dres. José María Funes y Samuel Gasparotti, presidente y secretario respectivamente, de la Comisión Honoraria del Museo Histórico de Santa Fe, formalizan por escritura pública ante el escribano Manuel Irigoyen Freyre, la donación bajo condiciones hecha por el primero de los nombrados al museo antes de su apertura oficial”.
Si bien las piezas se exhiben, en modo parcial, periódicamente, la muestra organizada en esta ocasión, en adhesión a los 400 años de la presencia jesuítica en Santa Fe, permite valorar la rica dimensión de la colección integrada por obras de arte religioso tales como pinturas, crucifijos de factura indígena, tallas de madera con impronta mestiza, imágenes de vestir, laterales de altar de madera policromada pertenecientes a las misiones, elementos de culto, objetos de uso doméstico, mapas y documentos, todos ellos ligados a la Compañía y su accionar.
Una pincelada de historia
En el siglo XVI, los conquistadores españoles llegaron a estas tierras pobladas por abipones, collastas, chanás, calchines, timbúes, guaraníes y charrúas. Se dio inicio entonces a un proceso complejo y traumático. Desde el comienzo, la iglesia tuvo un rol significativo, tanto en los núcleos urbanos como en las misiones, a través del clero secular y de las órdenes religiosas.
Los jesuitas, del mismo modo que franciscanos y dominicos, arribaron a Santa Fe en los primeros tiempos posteriores a la fundación. Su labor fue intensa en la faz religiosa, educativa y en la experiencia desarrollada en las reducciones, donde se combinaron modos de convivencia, evangelización, intercambio y transmisión de determinados patrones culturales. En ese contexto, se delineó una cultura denominada mestiza, cuyos testimonios reflejan una mixtura no lineal de la capacidad expresiva de los indios con cánones o modelos impartidos por los misioneros.
Santa Fe tuvo en su zona de influencia cuatro importantes reducciones a cargo de los jesuitas: la de San Francisco Javier (actual San Javier), San Jerónimo del Rey (actual Reconquista), San Pedro y San Fernando (actual Resistencia), ellas fueron las que más tiempo sobrevivieron y las de mayor capacidad industrial y artística.
En la reducción de San Javier, los misioneros -entre otros, los padres Nuñez, Burgues y especialmente Florián Paucke- junto a abipones y mocovíes, promovieron el desarrollo de la música y talleres de arte, escultura, forja y tejido, generándose notables tallas, pinturas, paramentos y otros elementos religiosos que tuvieron como destino las iglesias y comunidades que las solicitaban para su decoración y culto.
