Detuvieron en España a tres argentinos hijos de ex jefes aeronáuticos

Millonaria operación de tráfico de drogas y vínculos políticos

Llevaban 900 kilos de cocaína en un avión dedicado al traslado de enfermos. El piloto fue un gerente del Pami, denunciado por cohecho. Conexiones con Menem, Duhalde, Yabrán, Barrionuevo y Néstor Kirchner.

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La aeronave tiene capacidad para siete personas y un espacio para camillas. Foto: El Litoral

 

De la redacción de El Litoral

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Dos hijos de un ex jefe de la Fuerza Aérea argentina fueron detenidos cuando arribaron al aeropuerto El Prat, de Barcelona, en un avión privado de la compañía argentina Medical Jet con más de 900 kilos de cocaína.

La detención se produjo el domingo, pero recién trascendió ayer, a través de un cable de la agencia oficial Télam, que cita fuentes policiales españolas.

Según los investigadores de ese país, los detenidos son el piloto de la aeronave, identificado como Gustavo Juliá; y su hermano Ricardo. La policía española además logró la detención de un tercer hombre también argentino que hacía de copiloto del avión, a quien identificaron como Gastón Miret -hijo del brigadier José Miret, ex funcionario de la dictadura. En tanto, una cuarta persona que viajaba en la aeronave de la empresa argentina quedó demorado, aunque luego fue liberado tras determinarse que no tenía vinculación con la maniobra.

Antecedentes

Gustavo y Ricardo son hijos del brigadier retirado José Juliá, primer jefe de la Fuerza Aérea de las presidencias de Carlos Menem, y uno de los principales accionistas de la compañía de traslados médicos Medical Jet. Desde su cargo oficial, el fallecido ex brigadier firmó contratos beneficiosos para el empresario Alfredo Yabrán, y siguió vinculado a él luego de su retiro. En tanto, Gustavo Juliá fue gerente de Pami durante la gestión de Eduardo Duhalde, y acusado en 2003 por la Auditoría General de la Nación por violar la ética pública que prohíbe trabajar en empresas estatales y al mismo tiempo ser socio de empresas prestadoras.

También, trascendió que aportó económicamente a la campaña de Luis Barrionuevo cuando se presentó como candidato a gobernador de Catamarca. El gastronómico viajaba en los aviones de Medical Jet, empresa que también fue contratada a los mismos fines por Néstor Kirchner y que, en 2007, le vendió un avión privado al empresario K, Lázaro Báez.

En el informe se acusó a Juliá de violar la ley de ética pública que prohíbe trabajar en entidades estatales y ser al mismo tiempo socio de empresas prestadoras. Gustavo Juliá era gerente económico-financiero del instituto, y al mismo tiempo presidente de Federal Aviation S.A. y accionista de Medical Jet (propiedad de su padre, el brigadier José Juliá), empresas que el Pami contrataba para vuelos sanitarios.

Al asumir Néstor Kirchner la presidencia, el nuevo interventor del instituto, Juan González Gaviola, lo removió de su cargo y la Oficina Anticorrupción lo denunció por la presunta comisión de los delitos de administración fraudulenta en perjuicio de la administración pública, cohecho y negociaciones incompatibles con el ejercicio de la función pública.

La conexión Yabrán

En cuando al brigadier Juliá, durante su jefatura fue denunciado ante la Justicia por haber firmado un contrato por 18 millones de dólares con la empresa Cesel S.A., para la compra de material destinado a la reconversión de aviones Mirage; pero después de una investigación fue sobreseído de los cargos.

En 1991 el ex diputado nacional Franco Caviglia lo denunció, como así también a su antecesor en el cargo, el brigadier Ernesto Crespo, ante la jueza federal María Romilda Servini de Cubría, por su presunta relación con los negocios aeroportuarios de Alfredo Yabrán.

Cuando Juliá se retiró de la Fuerza Aérea, se lo vinculó a Lanolec (la empresa de aviones reconocida por Yabrán como de su propiedad), y más tarde formó, según fuentes de la fuerza, con ayuda del empresario telepostal su propia firma de servicios aéreos: Medical Jet S.A.

Sin embargo, Juliá negó conocer al empresario cuando declaró ante la comisión antimafia de la Cámara de Diputados en 1998.

Por medio del ex ministro de Defensa y de Trabajo, el fallecido Antonio Erman González, Juliá logró una férrea relación con el presidente Menem y fue considerado por años un “intocable”. Gracias a esos contactos, su empresa pudo prestar servicios médicos sanitarios al Pami y al Same.


Repercusiones

El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, aseguró que la empresa Medical Jet “nunca trabajó” para el ex presidente Néstor Kirchner y recordó a poco de asumir su mandato, el ex jefe de Estado ordenó intervenir el Pami para terminar “con los negociados” que existían en la obra social de los jubilados. El funcionario cuestionó la manera en que fue presentada la información por los medios nacionales, para “tratar de rozar” al gobierno.

En tanto, el dirigente gastronómico Luis Barrionuevo negó terminantemente tener vínculos con los hermanos Juliá y dijo ser víctima de “acusaciones al voleo” y de “dichos” sin sustento. Barrionuevo afirmó, en diálogo con radio La Red, que no mantuvo un vínculo con Medical Jet. “Es nada más que una vinculación comercial, jamás me hizo un viaje gratis”, aseveró. También acusó al gobierno por el caso, al considerar que “cuando sale o entra la droga de un país, obviamente que hay negligencia o complicidad, no hay términos medios”.Finalmente, el coordinador del Movimiento de Argentinos en el Exterior, Luis Pérez Leira, expresó su preocupación por “la gran escala” de la operación de narcotráfico desbaratada ayer, así como que el país “sea una de las rutas de la droga” para ingresar a Europa.

Pérez Leira dijo a radio Mitre que recibió la noticia de la detención de tres narcotraficantes de origen argentino “con mucha preocupación” porque el cargamento de casi una tonelada de cocaína, por valor de unos 40 millones de euros, es “uno de los más importantes de la ruta de la droga Argentina-Europa que se haya conocido”.

Más vuelos

“Ninguna organización narcocriminal lleva 900 kilos de cocaína por primera vez a Europa. Siempre hacen vuelos de prueba para conocer los mecanismos de controles de los aeropuertos. Nadie se arriesga a traficar casi una tonelada de cocaína sin tener experiencia”, sostuvieron los investigadores españoles; lo que lleva a suponer la existencia de otras operaciones.

/// LA CLAVE

El caso

El avión, un jet Challenger 04, llegó a Barcelona el pasado 2 de enero procedente de Cabo Verde, país de la costa africana donde, de acuerdo con la investigación, habría cargado casi una tonelada de cocaína.

Agentes de la Guardia Civil española estaban esperando el avión, que aterrizó a las 15 hora local del domingo, e inmediatamente procedieron a efectuar las detenciones, por orden del juzgado de instrucción de El Prat. La ruta fue El Palomar, Ezeiza, Cabo Verde y Barcelona. Pero el destino final era Madrid.

La investigación está a cargo de un juzgado penal de Barcelona, cuyo juez decretó el secreto de sumario; por lo cual no hubo hasta el momento ninguna comunicación oficial. En tanto, el consulado argentino de Barcelona ofreció a los detenidos asistencia consular, pero estos la rechazaron.