Vacas y pájaros levantan vuelo

Productores ganaderos de la costa santafesina adhirieron a un proyecto mixto del uso del pastizal natural, que permite la conservación de las especies de aves, y que apunta a agregar valor a los vacunos allí criados en los distintos mercados.

Vacas y pájaros levantan vuelo

 

 

Federico Aguer

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Las pampas del Mercosur constituyen una de las áreas más ricas en biodiversidad de pastizales del mundo, especialmente en el caso de las plantas y las aves que dependen de los mismos. Sin embargo, la expansión de la agricultura modera ha causado profundos cambios a esta escenografía a escala regional. La expansión de la soja, un cultivo marginal que no ocupaba más del 3% del área cultivada en los 70, hoy se ha convertido en el principal cultivo de la Argentina, cubriendo el 40% del área cultivada, siendo además, un eslabón vital en las finanzas del Estado Nacional a través del cobro de retenciones a las exportaciones.

“Entre las consecuencias de la expansión agrícola está la relocalización del ganado y el aumento de la carga animal. Las fuerzas del mercado y la política presionan para la conversión de pastizales a cultivos, ya que la producción de carne no resulta tan beneficiosa como los cultivos”, dicen desde los orígenes del proyecto. Además, en aquellas áreas donde la ganadería extensiva es aún practicada, el manejo aplicado perjudica a varias especies del pastizal, junto con el uso indebido de agroquímicos, la quema frecuente y el reemplazo por especies exóticas.

Por eso, “la conservación de la biodiversidad depende de la integración en las prácticas agrícolas de una manera biológica y económicamente viable y sostenible. La tradicional ganadería extensiva es menos detrimental para los pastizales que la agricultura, ya que los animales necesitan el pastizal como base forrajera”, continúa el comunicado.

Desembarco

Teniendo en cuenta esta realidad poco sustentable en el largo plazo, varias ONG se juntaron para tratar de revertir la tendencia. En 2009 nace el acuerdo entre ACDI y Aves argentinas. “En mi caso hubo una incorporación a través del contacto con el Ing. Marino (de Aves argentinas), quien despertó en mí y en varios integrantes del grupo el interés por participar”, cuenta Carlos Hernández, referente del grupo ganadero PROGAN, última entidad en subirse al proyecto.

“Entonces, se empezó a estudiar la posibilidad de una certificación de la carne, para lograr un nicho diferencial y que nosotros seamos los comercializadores”, agrega.

“A cada uno le pega de una manera distinta el tema de conservacionista. Mi viejo era amante de los pájaros y reconocía el canto de cada uno, era un verdadero aficionado, y uno a eso lo va mamando. Por eso nos interesa todo tipo de producción en equilibrio con la conservación, ya que todos sabemos que cada vez que clavamos un disco modificamos el ambiente”, grafica Hernández.

La familia explota dos establecimientos. “El Dorado”, compuesto por unas 4.000 has. sobre la ruta 1 donde persiste una parte alquilada a arroceros de la zona, y el grueso, donde realizan ciclo completo y a veces compran algunos terneros para invernada. Viejas taipas arroceras -ahora potreros ganaderos- donde crecen pasturas que ayer eran plaga y hoy son un insumo vital, como el capín o la equinocloa. La posibilidad del riego y la sistematización del manejo del agua por canales y taipas, permite el riego todo el año usando especies de pasturas naturales. Es increíble, pero al adentrarse unos metros de la ruta, la biodiversidad impacta: todo tipo de aves, iguanas, víboras, yacarés y nutrias parecen posar para la foto de Campolitoral, demostrando que después de todo, el proyecto no es una utopía.

¡Vengan a ver!

A la propuesta se suma el campo “La Elena”, sobre Los Saladillos, en el que realizaron un relevamiento de más de 188 especies de aves. En el lugar, practicaron una retención de agua en una laguna sobre la cual se arma un oasis en donde bajan muchas especies locales, otras de más al norte y algunas pampeanas. “Se trata de una reserva con un cerramiento que mantiene un espejo de agua permanente que actúa como un imán para estas especies: flamencos, pumas, guasunchos y ciervos axis, chanchos cimarrones, tropas de más de 60 ñandúes, además de forrajes de calidad”, dice el Ing. Agr. Fernando Aiello, uno de los más entusiastas referentes del proyecto. “Incluso, está la propuesta para hacer allí una reserva provincial de uso múltiple en la cual nosotros nos comprometeríamos a no laborear la tierra, etc.”, agrega Hernández. Claro, el lugar tiene lomas altas con unas cebadillas muy buenas y bajos abiertos limpios, en un medio ambiente ganadero ideal para mantenerlo tal como está, altamente productivo sobre el pastizal natural. “Lo ideal sería estudiar un manejo con boyeros cerrando los montes, diferir de verano para invierno, hacer alguna explotación con rotación conservando”, aventura Harnández.

Ventana al mundo

“Estas ONG ya tienen gente sensibilizada en países del primer mundo, y aunque a veces no son propuestas para todos los productores, pueden representar una salida exportadora interesante”, continúa diciendo el Ing. Aiello, quien admite que a muchos productores no les resulta fácil adaptar sus establecimientos para incorporar este planteo.

“A nivel del fraccionamiento de los ecosistemas, es importante saber usar los pequeños lugares, inclusive las banquinas, ya que la carne del pastizal tiene un sello de calidad propio. Por eso, este proyecto tiene varias salidas. A nivel ambiental y a nivel de gusto se mantiene, porque quienes probaron la carne de pastizal, saben que es mejor, y eso se podría seguir explotando”, agrega.

Si bien el proyecto entusiasma, todavía falta camino por recorrer. Para el Méd. Vet. Máximo Marani, otro de los impulsores, falta sumar la parte biológica respecto de las especies de aves para completar el círculo. “Muchas veces estas variables van de la mano y lo vamos descubriendo. Nos falta perfeccionar el conocimiento sobre los ciclos de cada especie para sacar un máximo provecho”, especifica.

El ecoturismo es otra variable a explotar, para lo cual se debería integral toda la cadena turística costera, lo que permitiría explotar el recurso de manera más completa. Hay muchos europeos que vienen a cazar, pero también hay muchos que vendrían a realizar el avistaje de aves. Las buenas prácticas fomentan un círculo virtuoso a futuro y capitaliza el campo.

Barreras

Existen un número de barreras para integrar exitosamente la conservación de la biodiversidad y la ganadería extensiva. Estas incluyen, la ausencia de información sobre el manejo del pastizal con criterios de conservación y producción combinados; la ausencia de capacidad técnica para orientar, adoptar y asistir a la producción con técnicas de manejo de los pastizales; la ausencia de incentivos de mercado para la ganadería de pastizales; y la omisión de la política sobre el sector y de los esquemas de regulación de medidas destinadas a la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad.

“El proyecto tiene como meta conservar la biodiversidad del pastizal y proteger servicios ecosistémicos vitales, a través del desarrollo de una estrategia que combina conservación con producción. Además, se propone asistir al Gobierno nacional en sus esfuerzos para desarrollar, diseminar y promover la conservación de la biodiversidad mediante su integración con la ganadería de pastizal en las áreas de alto valor de la Argentina”, dicen.

Componentes

Se apunta a la incorporación de prácticas de manejo específicas, como el ajuste de la carga y los esquemas de rotación, sumado a una estrategia de mercado dirigida a un sistema de producción animal responsable. El modelo se concibe como un sistema integral no solo considerando los beneficios para la biodiversidad sino también la sustentabilidad económica y social. Está claro que un incremento en la biodiversidad de los pastizales va en un aumento en los ingresos de productores ganaderos.

En esta etapa, pretende validar el modelo en sitios piloto y fortalecerlo mediante el desarrollo de un esquema de certificación de “carne de pastizal”. Se espera que participen 16 productores en los 4 sitios piloto (Bahía de Samborombón, Buenos Aires; Gualeguaychú, Entre Ríos; San Javier y Alejandra, Santa Fe; la cuenca del Arroyo Aguapey, Corrientes).

Finalmente, intentan proponer una política para el sector y un esquema regulatorio que promueva la adopción del modelo, comprometiendo a múltiples sectores para obtener el apoyo de políticas públicas y privadas, desarrollando una estrategia para la conservación y el uso sustentable de la biodiversidad de los pastizales.

Integración con valor agregado

Contra reloj

Los pastizales de la Pampas albergan entre 450 y 500 especies de aves, de las cuales 60 son aves especialistas de pastizal, y cerca de 100 especies de mamíferos. La extinción global de especies como el Chorlo Polar y el Guacamayo Violáceo son los casos más visibles de una cadena de extinciones locales, tales como el Tordo Amarillo o el Yetapá, y un número de grandes mamíferos como el Yaguareté o el Ciervo de las Pampas.

/// el dato

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Cuervillos de cañada y patos son algunas de las especies más comunes en este campo. fotos: Federico Aguer

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Espátulas rosadas, teros y otras aves comparten el potrero con las vacas en el establecimiento “El Dorado”.

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Insumo fundamental. La cercanía con el río San Javier se aprovecha bombeando agua las 24 horas.

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Chajáes en pleno vuelo. Estas especies, junto con otras autóctonas, se pueden reproducir en el pastizal.

Los primeros pasos

El proyecto “Pastizales y Sabanas del Cono Sur de Sudamérica: iniciativas para su conservación en Argentina” es co-ejecutado por Aves Argentinas- AOP y Fundación Vida Silvestre Argentina con el financiamiento del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (Banco Mundial) actuando como organismo de ejecución del Fondo del Medio Ambiente Mundial. Los sitios piloto donde trabajarán con el proyecto coinciden con las AICAS, estas son sitios seleccionados declarados por Aves Argentinas y BirdLife International como Áreas Importantes para la Conservación de las Aves, y en nuestra provincia corresponde al Dpto. San Javier. Estas AICAS se consideran áreas de pastizal de máxima importancia para las aves migratorias hemisféricas y a la vez representan escenarios que concentran importantes actividades agropecuarias.