Dueño de estación de servicio

Se resistió al robo y lo mataron

Télam

El dueño de una estación de servicios fue asesinado ayer por la tarde de un balazo en el cuello delante de sus hijos de 13 y 18 años cuando se resistió a los tiros a un asalto en su casa de la localidad bonaerense de Florida, informaron fuentes policiales.

Los investigadores aseguraron a Télam que el hombre fue identificado como Daniel Koxis (51), quien ingresó a su casa desesperado con un arma en su mano al saber que tres delincuentes se hallaban adentro robando con sus hijos como rehenes, y comenzó a forcejear con uno de los ladrones, pero otro le disparó desde la planta alta.

Al escapar, los tres ladrones se tirotearon con un efectivo de la comisaría local, pero lograron huir en un Toyota que los esperaba a pocos metros con un cuarto cómplice a bordo.

Según las fuentes, todo comenzó cerca de las 14 cuando la empleada doméstica se retiraba de la casa de Koxis, en la calle Libertad 2982, de Florida, en el norte del conurbano bonaerense.

“Abrió la puerta para retirarse pero fue sorprendida por tres hombres que ya habían saltado la reja exterior y se encontraban en el hall de entrada”, dijo a Télam un jefe policial que participa de la pesquisa.

Los ladrones empujaron a la empleada doméstica e ingresaron a la casa, donde se hallaban los dos hijos de Koxis, una chica de 13 años y un adolescente de 18.

El atraco

Según las fuentes, el hijo mayor estaba hablando por teléfono con su madre en el mismo momento en que entraron a los gritos los delincuentes, por lo que la mujer se enteró de inmediato lo que estaba sucediendo en su casa.

La mujer llamó a su marido que estaba trabajando en su estación de servicio Esso de la avenida Mitre y General Paz y se dirigió hacia la comisaría de la zona, donde contó lo que estaba pasando en su casa y pidió que la acompañara un efectivo policial.

Mientras la mujer se dirigía a su casa junto a un policía en un auto de civil, para no despertar sospechas, su marido llegó a toda velocidad con su camioneta Toyota Hilux gris, bajó desesperado e ingresó, sabiendo que sus hijos se hallaban como rehenes de delincuentes.

“Fue un acto desesperado. Dejó la camioneta sobre la vereda, se bajó y entró para rescatar a sus hijos”, explicó el jefe policial consultado.

Fuentes policiales revelaron anoche que Koxis ingresó armado a su casa con una pistola calibre 9 milímetros de su propiedad y aparentemente se tiroteó con los asaltantes, pero su arma no fue hallada en la escena del crimen, por lo que la sospecha es que se la robaron los delincuentes.

Luego, se trenzó en lucha con uno de los delincuentes, pero otro que se hallaba en la planta alta le disparó varios balazos, uno de los cuales impactó en su cuello.

“Presentaba un único balazo en el cuello, cuya trayectoria iba de arriba hacia abajo, por lo que estamos convencidos que el que lo mató se hallaba en la escalera, en la planta alta, y le disparó cuando lo vio venir”, agregó el investigador.

Con el hombre malherido, los asaltantes decidieron abortar el robo y uno de ellos salió a la calle con intenciones de escapar, pero en ese momento se encontraron con que ya había llegado el policía que venía junto a la esposa de Koxis, por lo que volvió a ingresar.

La huida

Minutos después, los tres delincuentes armados salieron a los tiros y se subieron a un automóvil Toyota que los esperaba a los pocos metros de la casa con un cuarto cómplice al volante, con el que huyeron a toda velocidad.

El policía pidió refuerzos, ingresó a la casa y vio a Koxis tirado en el piso con la herida en el cuello, por lo que lo subió al móvil policial y lo trasladó al Hospital de San Isidro, donde murió minutos después como consecuencia de la herida.

Los investigadores dijeron que los ladrones no llegaron a robar nada y que aún no fue encontrado el auto en el que escaparon.

En tanto, peritos de la policía científica llegaron al lugar para levantar huellas, y la fiscal de Vicente López, Verónica Di Tomasso, concurrió a supervisar los trabajos.

El superintendente de Zona Norte de la policía bonaerense, Mario Martín, confirmó en una rueda de prensa que en el lugar se levantaron vainas servidas de distintos calibres 9 milímetros y 45 milímetros, y que tanto los hijos de Koxis como su esposa y la empleada doméstica resultaron ilesos.

Además, confirmó que en la casa fue encontrada una carabina y un revólver, ambas propiedad del hombre asesinado, de las cuales tenía sus papeles en regla.

Pero la pistola calibre 9 milímetros de Koxis no fue encontrada por los investigadores, por lo que se presume que pudo haber sido robada por los delincuentes aún prófugos.