Los candidatos refrendaron su categoría

La satisfacción de prevalecer

Los ganadores de cada una de las categorías coincidieron en que se trató del rally más exigente desde que salió de su tierra de origen y valoraron el afecto recibido del público.

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El heredero. Alejandro Patronelli celebra al arribar a Baradero, donde con el tercer puesto alcanzado en la última etapa consolidó un triunfo histórico, que emula el alcanzado el año pasado por su hermano Marcos en la categoría Quads.

Foto: EFE

 
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Redacción de El Litoral

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EFE/DPA/Télam

Mientras que sobre el mediodía de hoy se ponía en marcha el distendido cierre del Rally Dakar Argentina-Chile 2011, consistente en un recorrido por avenidas porteñas, la coronación frente al Obelisco y la posterior derivación al parque cerrado del Predio Ferial de Palermo, vale extender algunas consideraciones generales, prioritariamente destinadas a los ganadores de la que en forma coincidente fue definida como la “edición más dura”, desde que la prueba salió de su territorio original.

Otra coincidencia irrefutable de competidores y organizadores, fue el agradecimiento por las innumerables muestras de afecto recibidas de parte de los argentinos y chilenos, durante todo el recorrido.

Dieron cátedra

El repaso de los campeones vale comenzarlo con el español Marc Comá, quien por tercera vez se coronó en la célebre competición, emulando lo alcanzado por su archirrival actual: el francés Cyril Despres (ambos con KTM), quienes protagonizaron una atrapante contienda desde el 1º de enero pasado, días del inicio de la versión que nos ocupa.

De esta manera, el catalán repitió lo hecho en 2006 y 2009, pero fundamentalmente recompuso la magra actuación del año pasado, cuando a media carrera fue penalizado con seis horas, acusado de hacer trampas.

Vale recordar que en esta edición, la organización dispuso que todos los motociclistas debían utilizar máquinas de 450 centímetros cúbicos, propendiendo a una igualdad que finalmente resultó, pese a que el ibérico y el galo, denotaron rápidamente que estaban por encima del resto.

El otro gran protagonista fue el chileno Francisco López Contardo, quien tras cumplir una excelente performance durante el resto del desarrollo, en la última etapa de ayer sufrió un severo desperfecto, que lo retrasó sensiblemente y determinó la pérdida del tercer puesto final.

Justamente, la clasificación general fue encabezada por Comá, con 51 horas 25 minutos; escoltado por Despres, a 15 minutos 4 segundos; el portugués Helder Rodrigues, a 1 hora 4 minutos 20 segundos y el resignado “Chaleco” López, a 2 horas 9 minutos 45 segundos.

Lo había prometido

El otro gran protagonista del Dakar 2011 fue el qatarí Nasser Al Attiyah, quien refrendó lo prometido desde el primer día: “Vengo a ganar el Dakar...”, expresaba en cada ocasión propicia.

Para llevar su primer cetro, al diminuto país del Golfo Pérsico, el príncipe poseyó no sólo capacidad conductiva, sino también la inteligencia propia de un deportista de elite (es representante olímpico en tiro), lo que derivó en manejar con muchísima cautela.

Durante los 15 días, derrochó simpatía y buenos modales, más allá de algunos gestos de “pocos amigos” con su principal adversario: el español Carlos Sainz (debió conformarse con el último lugar en el podio), con el que se repartieron los principales momentos de la mayoría de las etapas.

La clasificación general en Automóviles proyectó en lo más alto a Al Attiyah, con 45 horas, 16 minutos 16 segundos; escoltado por el sudafricano Giniel De Villiers, a 49 minutos 41 segundos; Sainz (todos con VW Touareg), a 1 hora 20 minutos 38 segundos y el francés Stephane Peterhansel (BMW), a 1 hora 43 minutos 48 segundos.

El “otro” Patronelli

“Quiero llegar; yo corro para vencer al Dakar, nada más...”, había señalado una y otra vez Alejandro Patronelli, antes y durante la tradicional competición. Pero ayer, al arribar a Baradero en el tercer puesto de la etapa, no sólo había cumplido con deseo, sino que se había transformado en el sucesor de su hermano Marcos, ganador de la edición precedente.

Para acceder a la festejada consagración, el bonaerense fue sumando mérito tramo por tramo, dentro de un equipo que obviamente lideraba su hermano. Pero además, tuvo la valentía necesaria para superar escollos importantes, como un esguince en su mano derecha, que derivó no sólo en fuertes dolores, sino en una inflamación que hasta llegó a impedirle colocarse el guante.

“Gracias a Dios, los Patronelli estamos en lo más alto. No es de gusto que hace 18 años que estoy arriba de un cuatriciclo y cuando estuve a punto de abandonar me dije: a mí no me ganará así nomás esta carrera...”, expresó casi entre lágrimas.

La clasificación general de los Quads proyectó el liderazgo de Patronelli, con 63 horas 49 minutos 47 segundos; seguido por el mendocino Sebastián Halpern, a 59 minutos 53 segundos, el polaco Lukasz Laskawiec (todos con Yamaha), a 6 horas 17 minutos 38 segundos y el argentino Pablo Copetti (Yamaha), a 7 horas 14 minutos 59 segundos.

Gigantes rusos

La consideración final vale direccionarla hacia la ratificación de la supremacía de los imponentes Kamaz en Camiones, a través del múltiple campeón Vladimir Chagin, quien por segundo año consecutivo se dio el gusto de estar en lo más alto del podio, con 48 horas 28 minutos 54 segundos.

Luego se ubicaron sus connacionales (todos con Kamaz) e igualmente inaccesibles para la prensa, Dirdaus Kabirov, a 30 minutos 4 segundos; Edoard Nikolaev, a 3 horas 20 minutos 17 segundos e Ilgisar Mardeev, a 5 horas 44 minutos 56 segundos.


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Tricampeón. El español Marc Comá prevaleció en una de las luchas más parejas de la competición. Las Motos fueron protagonistas fundamentales del Dakar 2011.

Foto: EFE



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Reina un príncipe. El qatarí Nasser Al Attiyah hace un gesto de victoria, tras consagrarse por primera vez. Sobre el techo del Touareg, lo acompañan su copiloto, Timo Gottschalk y Kris Niessen, director del equipo Volkswagen. Foto: EFE

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Imbatible. El enigmático ruso Vladimir Chagin festeja su bicampeonato en Camiones. Foto: Prensa Red Bull